La condición ética que anteriormente primaba en las altas Cortes fue una de las últimas reflexiones que hizo el exmagistrado Carlos Gaviria antes de ser hospitalizado, a propósito de la crisis que actualmente se vive en el Tribunal Constitucional. Ayer diferentes sectores de la política lamentaron su desaparición.
Gaviria, quien integró como magistrado la primera Corte Constitucional entre 1993 y 2001, de la cual fue presidente desde 1996, insistió poco antes de ser internado la urgente necesidad de una reforma en este alto Tribunal, tras el escándalo que estalló por la supuesta solicitud del magistrado Jorge Pretelt de $500 millones para influir en una tutela.
También planteó para prevenir males que afectan a las Cortes que “una persona de menos de 50 años no debería llegar a la Corte y cuando se retire tenga arreglado todos sus problemas”.
Dijo sobre la función electoral en las altas Cortes, que “se justificó, en principio, por la transparencia que requiere la actuación de las Cortes, fue una semilla que empezó a contaminarlas de clientelismo”.
En ese sentido recordó que cuando le propusieron ser ternado para magistrado de la Corte Constitucional, advirtió que no movería un dedo para ser elegido en el Congreso.
Polémicos fallos
Carlos Gaviria fue partícipe en su paso por la Corte de varios fallos que resultaron polémicos para los sectores más conservadores del país, en los que votó a favor mostrando su talante liberal. Uno de ellos fue la Sentencia 239 de 1997, que aceptó la eutanasia para las personas que decidan poner fin a su vida aquejada por una enfermedad terminal, de la que Gaviria fue ponente.
Unos años antes, también fue ponente de la Sentencia C-221 de 1994 que declaró inexequible la disposición que penalizaba el porte de dosis personal de sustancias psicoactivas.
Paso por la política
A pesar de que en la última década Carlos Gaviria participó en política, nunca se consideró un político y por el contrario siempre quiso mostrar su faceta como humanista y defensor de derechos humanos.
El reconocimiento de que gozaba en los sectores alternativos de la política hizo que en 2006 fuera escogido como candidato presidencial del recientemente fundado Partido Polo Democrático, enfrentándose en las urnas al presidente-candidato Álvaro Uribe.
Al final aunque Gaviria fue derrotado, con los más de 2 millones de sufragios a su favor logró la votación más alta de la izquierda colombiana hasta ese momento.
A partir de ahí Gaviria lideró durante varios años la oposición radical del Polo al gobierno de Uribe, en los que hubo fuertes choques, como cuando el Mandatario dijo que el exmagistrado apoyaba la lucha armada, lo que éste último negó tajantemente.
Gaviria buscó participar en las elecciones presidenciales de 2010, pero perdió con Gustavo Petro la consulta de su Partido Polo Democrático.
El exmagistrado dedicó estos últimos años a defender la solución política negociada del conflicto armado y por ende del intento que en este sentido realiza la administración Santos.
Huella que dejó
El presidente Santos fue uno de los primeros en manifestar su pesar. “Lamentamos muerte de exmagistrado Carlos Gaviria. Gran jurista y colombiano. Enorme pérdida para el país. Condolencias para sus familiares” escribió en Twitter.
El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, dijo de Gaviria que fue "un gran hombre colombiano, maestro de la democracia". En tanto que la presidenta del Polo, Clara López, indicó que fue “faro ético” para Colombia.
Por otra parte, el expresidente Álvaro Uribe señaló que “confieso que las profundas discrepancias nunca me llevaron a restar la admiración y el afecto que nacieron de los salones de clase de la Universidad de Antioquia en 1971”.
En tanto que el senador Horacio Serpa indicó que “el Partido Liberal manifiesta admiración por la vida meritoria de Carlos Gaviria”.
En el mismo sentido se manifestó el presidente del Directorio Nacional Conservador, David Barguil. “Solidaridad con la familia de Carlos Gaviria. Se nos fue un gran jurista, hombre de profundas ideas y demócrata por excelencia”.