Desde noviembre 29 de 2017 ha estado en vilo la designación de su sucesor en la Embajada de Estados Unidos en Colombia

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Durante varios meses más, el actual embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, permanecerá en el cargo hasta que sea elegido su reemplazo.

Esto, luego de que el Senado de ese país rechazara ayer el nombramiento de Joseph MacManus como sucesor de Whitaker.

El presidente estadounidense Donald Trump designó a MacManus desde el 29 de noviembre de 2017, y luego de pasar por las respectivas audiencias en el Comité de Relaciones Internacionales del Senado, fueron varios pesos pesados de su propio partido, el Republicano, quienes bloquearon su ratificación.

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Marco Rubio, Mike Lee y Bob Corker, considerados los congresistas del ala más radical Republicana, impidieron el nombramiento de MacManus como nuevo embajador de Estados Unidos en Bogotá.

En marzo pasado el senador Lee había invocado un ‘hold’ contra MacManus, una especie de veto a la confirmación de un nombramiento de un alto cargo del Ejecutivo.

Sin embargo, en septiembre pasado MacManus fue avalado por la mayoría del Senado, y estaba a pocos pasos de ser el reemplazo en Bogotá de Whitaker.

Pero la línea dura del Partido Republicano nunca le ha perdonado al diplomático su relación con la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, y en particular su rol como asesor legal del Departamento de Estado durante el atentado terrorista de septiembre de 2012 contra el consulado estadounidense en Benghazi (Libia) en el que murieron cuatro de sus conciudadanos, incluido el entonces embajador en ese país asiático Chris Stevens.

Estas dudas nunca fueron aclaradas completamente, a pesar de que dos años después un informe sobre Benghazi  realizado por el Comité de la Cámara de Representantes, de mayoría Republicana, exoneró a Clinton de cualquier responsabilidad política.

Diplomático de carrera

Además, los Republicanos no le perdonan a MacManus su cercanía con otros exsecretarios de Estado, como Rex Tillerson y Condoleezza Rice.

Pese a ello, se trata de un diplomático de carrera quien por más de 36 años ha ocupado cargos importantes en distintas partes del mundo y trabaja para el Departamento de Estado desde 1986.

De 65 años de edad, entre 2012 y 2014 fue representante permanente de Estados Unidos ante la oficina de las Naciones Unidas en Viena (Austria) y ante el Organismo Internacional de Energía Atómica.

Como enlace para las relaciones entre el Departamento de Estado con el Congreso estadounidense ha desempeñado funciones para determinar presupuestos, nuevas legislaciones y las relaciones exteriores, y ha ocupado diversos cargos diplomáticos en países como El Salvador, Polonia y Bélgica.

MacManus habla inglés, francés, polaco y español, pero en las audiencias que alcanzó a presentar ante el Congreso de su país, se le criticó fuertemente su “falta de conocimiento” de la situación política de Latinoamérica, y particularmente de Colombia.

Los retos del nuevo Embajador

Así las cosas, el actual embajador Whitaker tendrá que desempacar maletas pues desde noviembre pasado se daba por un hecho que sería relevado a comienzos de 2019 por MacManus.

Whitaker está en Colombia desde 2014 cuando lo designó el expresidente Barack Obama, y su gestión ha estado marcada por el acompañamiento de Washington al proceso de paz con la desmovilizada guerrilla de las Farc, hoy convertidas en partido político.

Sin embargo, sea él o la persona que lo reemplace en los próximos meses, tiene varios asuntos pendientes en su agenda bilateral con Colombia.

De una parte, continuar el respaldo a la implementación del Acuerdo de Paz suscrito en noviembre de 2016 y, eventualmente, la mesa de diálogo con el Eln, suspendida desde agosto pasado.

También está pendiente la evolución y la suerte jurídica del exnegociador de las Farc, ‘Jesús Santrich’, pedido en extradición por cargos de narcotráfico, y otros procesos judiciales en curso.

Sin embargo, los temas gruesos de la agenda binacional fueron los que abordaron el presidente Iván Duque y el secretario de Estado, Mike Pompeo, en el encuentro que sostuvieron la semana pasada en Cartagena.

En ese encuentro los dos líderes acordaron intensificar el “cerco diplomático” a Venezuela, la atención de la crisis migratoria en el vecino país y la lucha contra las drogas debido al aumento de las hectáreas sembradas con hoja de coca, que según la ONU pasan ya de 230 mil, y el compromiso colombiano de reducirlas a la mitad en 2023.

De hecho, en septiembre de 2017, las relaciones binacionales se vieron alteradas por el anuncio del presidente Trump de ‘Descertificar’ a Colombia por su “fracaso” en la lucha contra el narcotráfico.

Whitaker o su reemplazo también tendrán que asumir los retos que implican el fortalecimiento comercial entre ambas naciones y la revisión de barreas arancelarias para sectores como camiones, la industria farmacéutica y la agricultura, a pedido de Pompeo.

Trump insistiría con MacManus

La designación del nuevo Embajador en Colombia y su ratificación por parte del Comité de Relaciones Internacionales del Senado ha generado varias polémicas entre los propios Republicanos en el Congreso de Estados Unidos.

Mientras el presidente Trump se inclinó por Joseph MacManus, un sector del partido de Gobierno y la mayoría de Demócratas se inclinaban por Brian Nichols, actual embajador en Perú, diplomático de carrera con amplio conocimiento de la situación regional y de la colombiana en particular.

Trump, sin embargo, tiene la posibilidad de volver a postular el nombre de MacManus y esperar que se surta todo el proceso en el Legislativo, situación que podría llevar varios meses.

Mientras tanto, la Embajada de Estados Unidos en Bogotá seguirá siendo ocupada por Whitaker, uno de los diplomáticos más cercanos a Colombia en los últimos años.