El Instituto de Paz de los Estados Unidos (USIP) entrega cada año el premio Mujeres Constructoras de Paz. Este 2021 fue para la señora Josephine Ekiru, de Kenia.
El prestigioso reconocimiento rinde homenaje a las mujeres que están construyendo la paz en países afectados por conflictos. Este año, un consejo de expertos seleccionó entre 125 candidatas de más de 30 países. Quedaron nueve finalistas y entre ellas hubo dos colombianas: Teresita Gaviria y Waldistrudis Hurtado.
EL NUEVO SIGLO conversó con Hurtado sobre las razones por la que fue nominada en su trabajo por las mujeres, no solo de su natal Buenaventura, sino de otras regiones del país.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo llegó a estar entre esas nueve finalistas?
WALDISTRUDIS HURTADO: La Fundación Arco Iris Siglo XXI me postuló a ese premio, yo he trabajado con ellos desde hace como unos 20 años. La fundación es de Buenaventura.
ENS: ¿Cuál es el trabajo que desarrolla?
WH: El trabajo permanente de la formación y la adquisición de herramientas con las mujeres en los territorios. Es decir, todo el proceso de sensibilización y organización en la actividad de sus derechos para hacer posible la paz. Nosotros cada 25 de noviembre hacemos unas jornadas de prevención y protección de las mujeres, que se llaman “Trenzando la paz”, para la eliminación de las violencias de género. Eso lo venimos haciendo a nivel nacional.
Y tenemos otro proceso que se llama “Mujeres que inspiran territorio somos más”, a través del cual generamos jornadas de orientación, asistencia y entrega de ayuda humanitaria. Entonces todo eso se vuelve un cúmulo de potencialidades. Esos procesos organizativos que permanentemente hemos impulsado han llevado a que hoy las mujeres estén en los Consejos Territoriales de Planeación y hayan llegado a los concejos en distintos municipios. Así se encuentran en procesos organizativos bastante fuertes de liderazgo a nivel nacional.
ENS: ¿También tuvo la posibilidad de llegar a la Comisión de la Verdad?
WH: En 2020, cuando murió la señora Ángela Salazar, que era comisionada de paz en la Comisión de la Verdad, aspiré a esa organización y presenté mi hoja de vida. También para mí fue un orgullo quedar entre las 10 personas finalistas. Fui entrevistada por todo el equipo de la comisión, al final quedó Leyner Palacios, que también cuenta con un amplio recorrido.
ENS: ¿Cuál es la problemática que enfrentan las mujeres en Buenaventura?
WH: No hay una política de empleo para las mujeres en Buenaventura, entonces la carencia de tener un ingreso estable dentro del hogar genera muchas fisuras en el relacionamiento con sus hijos y su grupo familiar. Hay otro tema que es crítico, que es el de la violencia hacia las mujeres en todas las manifestaciones: violencia intrafamiliar, acoso sexual, abuso sexual. Esto ha llevado a que las mujeres se afecten en su salud mental.
La mayoría de las mujeres en Buenaventura son madres jefes cabeza de hogar y tienen unos grupos familiares extensos y la respuesta institucional para garantizar el bienestar social no ha sido una respuesta oportuna. A esto se le suma la situación de desplazamiento, porque las mujeres han tenido que salir de sus áreas rurales e interurbanas y esto ha generado un desequilibrio muy fuerte. Todas estas situaciones requieren una política pública que no existe.