Para las elecciones regionales de 2023 podría darse una importante participación de esta población.
Una especie que se ha propagado poco a poco entre el común de la gente es que los venezolanos que hay en Colombia podrían sufragar en los comicios del 27 de octubre próximo, pues la norma permite a los extranjeros participar votando para cargos de nivel municipal.
No obstante, es una verdad a medias la que se dice porque solo tienen derecho los residentes con cédula de extranjería y que hayan vivido en el país por más de cinco años.
Por ello está descartado que ninguno de los más de 1,2 millón de ciudadanos venezolanos que han llegado al país en los tres últimos años, producto de la ola migratoria por la crisis social y económica que se vive en la hermana nación, puedan votar en esos comicios.
De hecho se estima que en los comicios de autoridades locales este año se inscribirán para participar menos de 3.000 extranjeros de todas las nacionalidades residentes en Colombia.
Hasta el momento aproximadamente 350 extranjeros se han inscrito ante la Registraduría Nacional del Estado Civil para los comicios de octubre venidero.
En similares comicios en 2015 se inscribieron 2.745 foráneos, según información de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
De acuerdo con la Ley 1070 de 2006 las elecciones en las que pueden participar los extranjeros residentes en Colombia son las de alcaldes distritales y municipales, concejos distritales y municipales, y juntas administradoras locales distritales y municipales en todo el territorio nacional.
También podrán sufragar en consultas populares de carácter municipal y distrital, del último lugar donde hayan fijado su domicilio. Pero no pueden hacerlo para elección de gobernadores ni asamblea departamental.
Los extranjeros que quieran ejercer su derecho al voto deben ser mayores de edad y acreditar cinco años continuos de residencia en el país, por ello los venezolanos que están aquí, empujados por la crisis social y económica que no ha resuelto el régimen de Nicolás Maduro, no pueden participar en los comicios del 27 de octubre próximo porque en su mayoría no tienen más de dos años en suelo colombiano; además una importante porción de esta población se encuentra de forma irregular.
>Los venezolanos de la ola migratoria de los últimos tres años no podrán votar en los comicios de octubre venidero.
Migración Colombia indicó con corte al 31 de diciembre de 2018 que cerca del 60% del total de venezolanos que se encuentran en el país estarían de forma regular.
“Los ciudadanos venezolanos se han venido acogiendo a las diferentes medidas de flexibilización que ha adoptado el Gobierno nacional. Han entendido que estar regulares en el país es un beneficio no solo para Colombia, sino para ellos, pues les permite afiliarse al sistema de seguridad social y hacer valer sus derechos. Nuestra política, según las instrucciones del Presidente y el Canciller, será seguir tendiéndole la mano al pueblo venezolano, a un pueblo que abandona su país no por gusto, sino por necesidad, por huir de una dictadura que está acabando con su futuro”, afirmó Christian Krüger, director de Migración Colombia.
Según Krüger, Bogotá y los departamentos de Norte de Santander, La Guajira, Atlántico y Antioquia, serían los que un mayor número de venezolanos registra dentro de su territorio.
Legalmente son residentes en Colombia los extranjeros que tienen visa de residente; además, pueden votar si han vivido en el país mínimo cinco años después de recibir su visa de residente, son mayores de 18 años, tienen su cédula de extranjería vigente y se inscribieron en las oficinas de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Los extranjeros residentes en Colombia pueden inscribirse hasta el 27 de agosto de 2019, aunque la formalización de la inscripción queda supeditada a la verificación de los requisitos por parte de Migración Colombia, explicó la Registraduría Nacional del Estado Civil.
En 2023
De cara a los comicios regionales de 2023 la participación de los venezolanos podría ser más significativa, pues incluso si en corto tiempo cayera el régimen de Nicolás Maduro, se prevé que se quede por un tiempo más una buena parte de los que están actualmente en territorio nacional, esto porque muchos han logrado insertarse en el mercado laboral y porque la recuperación de la economía de la hermana nación podría tardar varios años.
Incluso el presidente Iván Duque indicó la semana pasada que si perdura la dictadura en Venezuela la migración a Colombia podría llegar a los 2 millones de personas en un futuro.
Es decir que la presencia venezolana en Colombia es un fenómeno que se podría arraigar generando todo tipo de cambios en nuestra sociedad de orden económico, cultural e incluso, como se ve, político.
Por otro lado hay venezolanos que desde 2015 han recibido la nacionalidad colombiana gracias al Decreto 1814 de ese año, que otorga ese beneficio a los ciudadanos venezolanos, esposos o compañeros permanentes de colombianos.
Según la Cancillería, hasta el 11 de diciembre de 2018 Colombia había otorgado un total de 384 nacionalidades a ciudadanos venezolanos (naturalizados por adopción).
Estas personas sí pueden votar en los comicios de este año porque al obtener la nacionalidad tienen los mismos derechos de un colombiano de nacimiento.
En el mundo
La mayoría de los países no concede a los extranjeros residentes en su territorio derecho al sufragio si no se han nacionalizado, Colombia lo permite a esta población desde los comicios de autoridades locales celebrados en 2007.
En la región, Chile ha ido más allá pues permite a los extranjeros residentes a partir de cinco años participar en las elecciones nacionales, incluso las de Presidente, según lo establece desde hace más de 120 años su Constitución.
En esta nación para las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales en 2017 estaban habilitados en el censo electoral 267.116 extranjeros residentes, provenientes de 93 países.
En Uruguay la Constitución contempla desde 1952 que los extranjeros que lleven al menos 15 años de residencia tienen derecho al sufragio, “sin necesidad de obtener previamente ciudadanía legal”.
Nueva Zelanda desde 1975 autoriza el derecho de sufragio a los extranjeros residentes; en tanto que Malawi permite el voto en las elecciones parlamentarias nacionales a los foráneos que lleven siete años en el país, pero no en las presidenciales.
En Bolivia desde 1994 se permite a los extranjeros residentes votar en los comicios municipales; en Brasil, la Constitución de 1988 otorga a los portugueses residentes en el país los mismos derechos de sufragio que tienen los brasileños, según un acuerdo de reciprocidad.