Aunque para algunos observadores el Gobierno finalmente dio su brazo a torcer, al admitir que la ponencia de la reforma tributaria tenga un texto diferente al inicialmente radicado, la verdad es que es mucho el camino que queda por recorrer, porque todavía el bloque de bancadas independientes y de oposición, que piden retirar o hundir el proyecto, sigue firme en su propósito.
Como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, todos esos congresistas tienen planteamientos alternativos para financiar el gasto social incrementado por cuenta de la crisis generada por la pandemia, pero prefieren un diálogo político que construya un nuevo proyecto a ‘reformar la reforma’, según lo expresó, aunque con otras palabras, el presidente Iván Duque.
El viernes, Duque dijo en su programa Prevención y Acción que le ordenó al "Ministerio de Hacienda que construya un nuevo texto con el Congreso que recoja el consenso y que permita nutrirse de propuestas valiosas que han presentado los partidos, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado".
Es decir, aclaró inmediatamente la Casa de Nariño, los cambios a la Ley de Solidaridad Sostenible se harán a través de una ponencia sustitutiva y se discutirán en las comisiones económicas del Congreso, como se hace siempre.
No se retira
Duque anticipó que "no va a haber aumentos en el IVA, en bienes o servicios, y tampoco cambiar las reglas de juego actuales", lo que quiere decir, explicó, "que en materia de IVA no va a haber aumentos de IVA en productos y servicios, que no se tocará la canasta básica familiar de los colombianos"; tampoco habrá IVA para los servicios públicos ni a la gasolina. "Eso tiene que dar tranquilidad y certeza a la ciudadanía de que ahí no habrá ningún tipo de preocupación", señaló, anotando que "las personas que hoy no pagan el impuesto de renta no van a pagarlo. Es decir, no se va a ampliar la base del impuesto de renta".
Queda claro que el proyecto no se va a retirar. “Espero que, con los partidos políticos, con las propuestas que han llegado del sector privado, nosotros podamos, en el marco de las instituciones, en el Congreso de la República, construir un texto que refleje ese consenso. Podemos hablar de una ponencia que sustituya aspectos del texto, estamos listos a hacerlo en el seno de las instituciones para fortalecer nuestras finanzas públicas”, aseguró ese mismo día en varias entrevistas radiales.
El anuncio de Duque fue bien recibido por el expresidente Álvaro Uribe, calificándolo como un “paso muy positivo para el consenso”, luego de que el miércoles criticara la intención del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, de buscar ese consenso en el debate del texto radicado por el Gobierno.
Uribe le dijo a Carrasquilla que “esto no se arregla quitando unos temas. No insistan en discutir los 170 artículos. Faciliten consenso de pocos artículos, simples, claros, no agresivos, por regla transitorios, que ese acuerdo sea la ponencia”.
Ese día, en un trino habló de “súplica angustiosa: que Gobierno, partidos y ponentes acuerden un texto simple, corto, no agresivo, lo presenten como ponencia, lo aprueben. Se necesitan recursos para atender la crisis social. Se necesitan virajes para atender la democracia”.
Todo sigue igual
Sin embargo, la verdad es que si bien la decisión del Ejecutivo abre una puerta, la situación sigue siendo la misma del lunes, cuando, como lo divulgó este Diario, mientras el ministro Carrasquilla les presentaba el proyecto a los congresistas de las comisiones económicas, el expresidente César Gaviria, jefe único del Partido Liberal, lideraba una reunión de bancada.
Carrasquilla les dijo a los senadores y representantes que “no hemos tenido todo el tiempo necesario para procesar, estimar, llevar a la mesa todas las alternativas, con todos los números y los detalles, pero estamos trabajando muy duro en tener eso para poder iniciar esa búsqueda del consenso democrático que debe ser la característica principal de este debate”; y casi simultáneamente, Gaviria reiteró que “es unánime la posición del partido. Primero la pandemia y no a la reforma tributaria”.
En ese contexto, el senador liberal Luis Fernando Velasco señaló que “tengo diferencias con Gaviria, pero debo reconocer que no se rajó en la posición del Partido Liberal frente a la reforma”.
Que nada ha cambiado de cara al trámite en el Congreso lo certificó el viernes el senador Iván Marulanda, de la Alianza Verde, quien consideró que “esta reforma tributaria está hundida y no es lo que necesita el país, pero las necesidades sociales sí siguen ahí”, precisando que los congresistas de su partido “presentamos el lunes a primera hora una propuesta de reforma tributaria que recauda $30 billones entre el 1% de los contribuyentes, sin tocar a las clases medias ni a los sectores populares trabajadores”.
Con propuestas alternativas en la mano, los independientes, es decir el Partido Liberal y Cambio Radical, y la oposición insisten, como ya se dijo, en dialogar para radicar otro proyecto.
Ya hace semana y media Germán Córdoba, director nacional de Cambio Radical, señaló que “el partido no acompaña la reforma tributaria en su totalidad. No nos gustan desde el título hasta el último artículo. Esta reforma es inconveniente, no la acompañamos. Si la reforma sigue su trámite en el Congreso, cada uno de los congresistas de este partido votará en contra de ella. El no de Cambio Radical es rotundo. No es no”.
Sin defensores
Ya se sabe que solo con los votos de la coalición oficialista no pasa la reforma tributaria, pero además en las propias filas gobiernistas no hay convicción de que la sustitutiva sea el camino.
El lunes, el senador John Milton Rodríguez, dirigente de Colombia Justa Libres, colectividad que hace parte de la coalición de gobierno, reiteró la solicitud de retiro de la actual reforma tributaria, anotando que “ahora necesitamos es una ley de estabilidad que resuelva la crisis económica”.
Para Rodríguez, "la reforma tributaria no es la respuesta que necesita Colombia para este momento de crisis, de dolor y de angustia en los colombianos".
Donde sí podría tener eco un acuerdo para la ponencia sustitutiva es en el Partido Conservador, que tiene entre sus propuestas “alternativas como el establecimiento de una sobretasa en renta para el sector financiero, la fijación de un techo porcentual a las deducciones aplicadas en renta, a las sociedades y personas jurídicas catalogadas como grandes contribuyentes, la suspensión de los descuentos del ICA y la disminución temporal al impuesto de renta de las empresas, así como un impuesto al patrimonio para personas naturales con más de 5.000 millones de patrimonio líquido, la venta de algunos activos del Estado, acelerar la enajenación de bienes decomisados como producto del narcotráfico, combatir el contrabando y avanzar más en el control de la corrupción”.
“Para el logro de este propósito social”, anotaron los conservadores, “es preciso que se busque un gran acuerdo con todos los sectores, que permita lograr el equilibrio fiscal del país y conseguir la continuidad de los programas sociales”.