Tres alcaldes en aguas turbulentas | El Nuevo Siglo
LOS ALCALDES DE Bogotá, Claudia López; Medellín, Daniel Quintero; y Cali, Jorge Iván Ospina
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Agosto de 2021
Redacción Política

Aunque no han alcanzado a cumplir la mitad de su periodo, los mandatarios de las tres principales ciudades del país atraviesan un difícil momento de gobernabilidad.

Los burgomaestres de Bogotá, Medellín y Cali, todos provenientes de movimientos de izquierda o independientes, están enfrentando distintos desafíos por cuenta de las polémicas y críticas debido a la forma en que vienen manejando temas complicados como la pandemia, la protesta social, la seguridad, los planes de inversión e incluso sus relaciones con factores de poder local como los concejos.

Además de lo anterior, los tres mandatarios ya están imbuidos, por acción u omisión, en la campaña electoral.

Tensión en Bogotá

En las redes sociales circula un video donde la alcaldesa Claudia López es abucheada durante un recorrido que hizo por la localidad de Kennedy, mientras es protegida por sus escoltas. Varios ciudadanos la increparon y le reclamaban por la crisis de seguridad que se vive en la capital.

Este flanco es uno de los más difíciles de la ciudad. Esta semana, en menos de tres días, hubo el mismo número de balaceras: una en la localidad de Usaquén, cuando varias personas robaron un local comercial; la segunda en Chapinero, en donde un joven se resistió a un hurto y recibió un impacto de bala en el abdomen; y la tercera en el barrio Restrepo, cuando dos sujetos, al resistirse a una requisa, le dispararon a dos policías, asesinando a uno de ellos.

A esto se suma la quema de un bus que llevaba apenas dos días de operación en Suba. Y unos días atrás los desmanes en el estadio El Campín, tras lo cual la mandataria fue criticada fuertemente, sobre todo en el Concejo, en donde la oposición a la burgomaestre ha venido creciendo, más aún en medio de sus duras polémicas con los senadores Gustavo Petro y Gustavo Bolívar alrededor de los actos de vandalismo.

Ya desde hace un tiempo el Polo Democrático le había retirado el apoyo, en tanto Centro Democrático y Cambio Radical se mantienen en la orilla crítica. Todo ello mientras el rifirrafe con Colombia Humana es cada día más fuerte y con calificativos de alto calibre.

Pero no son los únicos flancos críticos de López por estos días. La Administración Distrital ha estado en el ojo del huracán por algunos manejos a la crisis pandémica y el plan de vacunación. De hecho esta semana, el Gobierno nacional desautorizó la certificación digital que la Secretaría de Salud iba a dar a los inmunizados.

Las posturas contrarias de la Alcaldesa y el Gobierno nacional frente al manejo de la protesta social y la actuación de la Fuerza Pública (sobre todo del Esmad) ante los actos de vandalismo, también tienen a López  en medio de la polémica. A ello se suman denuncias de estas semanas respecto a cuestiones presupuestales.

López, quien mantiene índices potables en las encuestas, asegura que hay mucha politización en las críticas en su contra, pero sus opositores señalan que está improvisando en muchos frentes.



Quintero en la mira

Tampoco tiene días tranquilos el alcalde de Medellín, Daniel Quintero. De hecho, sigue sobre el tapete una de las primeras decisiones polémicas suyas, como la de demandar a los constructores de la represa Hidroituango, pero sin informar a la junta directiva de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), lo que ocasionó la renuncia de todos sus integrantes.

La tempestad continuó cuando el Alcalde declaró insubsistente a Álvaro Guillermo Rendón, gerente de EPM, que es considerada la joya de la corona en Medellín. El chubasco que tuvo que enfrentar de ahí en adelante aún no termina. Prueba de ello la denuncia de Rendón a Quintero, ante la Fiscalía, por los presuntos delitos de injuria y calumnia.

Luego tuvo que defender la designación del nuevo gerente, Alejandro Calderón, porque supuestamente era familiar del mandatario y no había convalidado aún sus estudios en Harvard. Hechos que tuvo que desmentir Quintero. A pesar de esto, fueron pocos los días que Calderón estuvo al frente de EPM, ya que se fue después de advertir que su renuncia se daba en medio de divisiones políticas de la ciudad.

Durante el manejo de la pandemia, Quintero ha sido criticado por los anuncios que hacía sobre la hora, ya que no le daba tiempo a la ciudadanía de estar bien informada. Así sucedió con medidas como el toque de queda donde el burgomaestre hizo el llamado a través de redes sociales, y sin decreto, lo que algunos calificaron como  improvisación.  

En otra ocasión, de nuevo por redes sociales, escribió que quitaría la energía a las viviendas donde detectaran fiestas en medio de la cuarentena. Lo que causó más polémica.

Enfrentado al uribismo e incluso a parte del llamado “notablato” antioqueño, Quintero afronta un proceso de revocatoria del mandato, ya que sus promotores alegan el incumplimiento del Plan de Desarrollo, la baja inversión en educación, caos en Metrosalud y casos de nepotismo…

En cuanto al manejo de la ola de paros, hubo mucha controversia entre quienes consideran que a Medellín le fue “bien” si se compara con las crisis de orden público en Cali y Bogotá, pero otros críticos advierten que a la alcaldía le ha faltado más verticalidad para reducir a los promotores de los actos vandálicos.

Si bien el mandatario ha negado esos señalamientos y continuamente replica con el listado de ejecutorias de su gobierno, lo cierto es que el margen de gobernabilidad de Quintero parece estrecharse semana tras semana.



Polarización en Cali

Mientras tanto en la Sultana del Valle Jorge Iván Ospina tampoco navega en aguas tranquilas. La ciudad fue la capital colombiana que más se vio afectada durante los días de paro. La Alcaldía reportó una serie de homicidios en relación con las protestas y hubo intentos de asonadas de los residentes en varias zonas de la urbe contra los manifestantes y promotores de bloqueos.

Incluso, la Procuraduría citó en audiencia pública al exsecretario de Seguridad de Cali, Carlos Alberto Rojas, por presunta omisión de acciones para frenar los desórdenes y disturbios que se registraron en los primeros dos meses del paro nacional.

El mismo cuestionamiento fue hecho en citación de la Fiscalía hace pocas semanas al alcalde Ospina sobre el manejo que le dio al paro nacional y los bloqueos.

A ello se suma que no son pocos los desencuentros entre la Alcaldía y el Gobierno nacional por el plan de contingencia para manejar la pandemia.

La polémica más reciente se ha dado entre el uribismo y la administración debido a las reformas en el tema presupuestal y los cambios en materia de inversión, incluso tras la aprobación de un cupo de endeudamiento por más de 600 mil millones de pesos.

Ospina sostiene que hay un sector político tradicional que se resiste y opone a los cambios estructurales que él está implementando en Cali, mientras sus críticos sostienen que hay improvisación e ideologización de la gestión. Lo cierto es que hay un telón de fondo electoral fuerte, incluso frente al tema de la contienda presidencial.