Como parte de la iniciativa que comenzó en Tumaco (Nariño) para que mujeres emprendedoras confeccionaran tapabocas, ayer el director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez Andrade, participó en la entrega de los resultados del proyecto ‘Mujeres víctimas del conflicto que aportan a la emergencia de COVID-19’.
Mujeres víctimas del conflicto que viven en Bogotá y Sibaté confeccionaron desde sus casas 12.800 tapabocas, como resultado de una alianza público-privada de USAID a través MSI Programa Colombia Transforma.
“Más de 100 mujeres emprendedoras que trabajan en articulación y con el acompañamiento del SENA en los procesos de formación, se vincularon a este proyecto que buscaba que se elaboraran estos elementos de bioseguridad que se necesitan en estos momentos de la pandemia”, explicó Rodríguez.
El director de la Unidad para las Víctimas reveló que los tapabocas confeccionados “fueron distribuidos como aporte a varios sectores de la sociedad: vendedores informales, Comité y Subcomité de Justicia Transicional, pueblo afro, pueblo palenquero, Veeduría de víctimas, Copacos, Hospital San Blas, población de la estrategia Promotores de la ciudad de Bogotá, población víctima, Defensa Civil, Bomberos, Policía y Ejército”.
En la actualidad están participando 250 mujeres en el proceso de elaboración de 51.200 tapabocas, que tienen un costo individual de $1.100. El cooperante les compra estos tapabocas a las víctimas del conflicto armado y luego los donan a la comunidad o a las empresas de salud del Estado de cada municipio.
El funcionario también anunció que la entidad seguirá apoyando a este grupo de mujeres afectadas por el conflicto “a través del grupo de donaciones y gracias a los elementos incautados por la DIAN, queremos anunciarles que vamos a entregar varios rollos de tela para que continúen con el proceso de confección y puedan obtener ingresos en medio de la difícil situación que vive el país”.