La solidaridad y la humildad son dos valores básicos para alcanzar la paz. Así lo considera la directora de la Fundación Solidaridad por Colombia, Nidia Quintero, quien resaltó esos dos puntos si de verdad se quiere llegar a una reconciliación. La exprimera dama expresó que en efecto su fundación sí ha contemplado la posibilidad de ayudar a las personas que eventualmente se puedan reinsertar.
EL NUEVO SIGLO: Se acerca la reinserción de los guerrilleros, ¿desde la Fundación cómo puede ayudar en ese proceso?
NIDIA QUINTERO:Hemos contemplado ese escenario y estamos siempre dispuestos a ayudar en lo que sea posible, ojalá los recursos nos alcancen.
ENS: Usted se ha caracterizado por ser una mujer solidaria, ¿cómo hace?
NQ: Ha sido una labor de ayuda a personas de menos recursos, de trabajo en los campos de formación en valores, no solamente en los niños, sino también en grupos y gente adulta. Una labor infinitamente satisfactoria, que, cuando se hace con convicción, quisiera uno que Dios le diera hasta el último día de vida para poder seguir haciendo cosas positivas por los demás. Y, sobre todo, sembrando los valores y el carácter que son indispensables para el comportamiento de los seres humanos.
ENS: ¿Cómo debe actuar una mujer líder?
NQ:Con la sencillez, la convicción y el deseo de poder llegar a servir a los demás. En realidad, yo no sé qué tan líder soy, pero hay que pedirle a Dios que nos inspire, que el deseo de hacer cosas positivas por los demás lo permita con su buena voluntad.
ENS: ¿Cómo ha hecho usted para mantener esa sencillez?
NQ:Eso es una formación que le dan a uno desde niño. Yo, como buena opita, como persona que nací y crecí en Neiva, tuve siempre a mis padres enseñándome valores, el compromiso con el deber social. Mi papá y mi mamá, el colegio donde estudié, las Hermanas de la Presentación, el medio familiar, el ambiente social le crean a uno la vocación de servicio.
ENS: ¿A partir de esa sencillez nació la Fundación Solidaridad por Colombia?
NQ:Sí, hace 41 años. En principio tuve la ayuda de mi hija Diana, quien me ayudó en toda la parte inicial de formación de la Fundación, de crear los estatutos, de buscar las personas que pertenecieron a la primera junta directiva, y quienes serían los promotores de los programas. Cada día pido en mi fe cristiana por los desaparecidos y reafirmo los bellos recuerdos que me dejó mi hija Diana.
ENS: ¿Tuvo la oportunidad de ayudar a los niños de La Guajira?
NQ:Estuvimos en La Guajira hace un año, en diciembre, ayudamos, llevamos unos mercados, llevando unas charlas y conferencias sobre valores y llevando ayudas de ropa, a los niños de Dibulla en La Guajira.
ENS: ¿El problema de los niños en La Guajira viene desde hace mucho tiempo?
NQ:Sí, porque hace un año nos solicitaron la ayuda de lo que hace la Fundación Solidaridad por Colombia, y se hizo algo muy amplio de ayuda en ropa para los niños, en mercado, en otros elementos como útiles escolares. En octubre también llevamos ayuda a los deportados de Venezuela en Cúcuta.
ENS: ¿Todavía se desplaza a todos los lugares de ayuda?
NQ:No, por ejemplo a Cúcuta envié a la directora ejecutiva y a mi hija para que pudieran llevar los elementos, porque estoy en una etapa en la que dejé de ir a todos los sitios.
ENS: ¿Cómo ha hecho usted para seguir con esa templanza pese a los años?
NQ:Esa es una formación que le dan a uno, porque yo tuve esa formación en mi hogar y después por la experiencia de 40 años estando cerca de las personas necesitadas, y he estado siempre sirviendo, y los patrocinadores de la Fundación han estado firmes.