Aunque el nombramiento del exprocurador Alejandro Ordóñez como embajador de Colombia en la Organización de Estados Americanos (OEA) no tiene reversa, la controversia por su designación no se detiene y, por lo visto, será tema permanente de los debates entre gobierno y oposición.
Ayer, en una carta dirigida a Margarette May Macaulay, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y a Paulo Abrão, secretario ejecutivo de ese mismo organismo, el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, expresó su preocupación por la llegada de Ordoñez a la delegación colombiana en Washington.
“Es muy importante que la comisión tenga bien presente que Colombia enviará a su representación en Washington, a una figura altamente cuestionada por su animadversión a la paz y por su discriminación a las víctimas”, dijo Cepeda.
Según el congresista, el Estado colombiano perdería legitimidad ante la OEA con la designación de Ordoñez, “una persona que ha realizado un trabajo sistemático en contra de los postulados principales de una organización que tiene como propósito y finalidad trabajar para fortalecer la paz, la seguridad, consolidar la democracia y promover los derechos humanos”.
Sin embargo, la representante por Antioquia, Margarita Restrepo, del Centro Democrático, consideró que la campaña contra el arribo Ordóñez a Washington “es una demostración preocupante de la inversión de valores que padece nuestra sociedad”, porque, se preguntó, “¿acaso el doctor Ordóñez es un delincuente, un genocida, un narcotraficante, un reclutador menores, un violador de niñas, un secuestrador, un extorsionista? Cito esos crímenes, que son unos pocos de los muchos que han cometido los miembros de las Farc, hoy amnistiados y gozando de sus plenos derechos, posando de dirigentes políticos, a pesar de la pesada lista de delitos que llevan a cuestas”.
“A Ordóñez no le perdonan que sea –como si aquello fuera un delito– un hombre de fe, creyente y respetuoso de la moral cristiana. ¿Acaso eso no es una prenda de garantía? Qué mejor que tener a un hombre de firmes creencias espirituales llevando la vocería del Gobierno ante un organismo de la trascendencia que tiene la OEA”, sostuvo Restrepo.
Para la congresista antioqueña, con Ordóñez “tenderemos la garantía de que ante la OEA habrá un embajador que llevará con claridad, contundencia, coherencia y mucho rigor político y jurídico la vocería de nuestro Gobierno y la defensa de nuestros intereses nacionales frente a los desafíos regionales”.