*Exdirector del organismo señaló que hay que buscar alternativas a solo encarcelar la gente
Las dificultades de movilidad del personal a raíz del fuero sindical y el elevado número de sindicatos hace que sea muy difícil la gobernabilidad del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), señaló Jaime Camacho Flórez, exvicefiscal General de la Nación y exdirector de esta institución.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opinión tiene de la propuesta que se ha escuchado en el Congreso de suprimir el Inpec?
Jaime Camacho Flórez: El Inpec actualmente tiene un problema de gobernabilidad muy agudo porque hay un número de sindicatos demasiado elevado, que no es el problema, sino la inamovilidad que el fuero sindical genera en una institución que necesita mucha movilidad porque las cárceles están ubicadas en diferentes partes, y eso hace que se limiten demasiado las posibilidades de dirección.
Si a eso se agrega todos los problemas adicionales de hacinamiento, recursos, etcétera, pues haría que la propuesta tenga algo de sentido. De pronto pueda ser necesario liquidarlo y reemplazarlo por una institución nueva.
ENS: ¿Qué perfil debería tener esa nueva institución para no caer en los mismos errores?
JCF: Digamos hay que revisar muy cuidadosamente los derechos laborales y las normas internacionales sobre el trabajo para hacerlas compatibles con la necesidad de una organización jerárquica y que conserve una disciplina parecida a la de las Fuerzas Militares o de la Policía Nacional porque es la única manera de poder afrontar la administración de esa institución y de los centros carcelarios.
ENS: ¿Qué opinión tiene de que el sector privado administre las prisiones, podría mejorar el sistema?
JCF: No creo, el problema carcelario pasa por resolver antes un tema de la sociedad colombiana, es que creo que toca utilizar menos la cárcel como respuesta a los conflictos porque si seguimos ampliando la demanda de cárcel, eso va a ser insostenible a la larga aún con esquemas de administración privada.
La administración privada en cárceles no ha sido exitosa, ha sido más problemática y finalmente a la larga más costosa que la administración pública. Entonces, no creo que sea el esquema de respuesta, por lo menos no en el largo plazo. Puede que solucione en algo la coyuntura actual, pero no creo que sea una solución acertada.
El tema pasa por utilizar menos la cárcel como mecanismo de respuesta social y política a las dificultades sociales.
ENS: Pero no se puede desconocer que hay una alta criminalidad en el país y la infraestructura carcelaria prácticamente no ha sido ampliada en los últimos años…
JCF: Eso es posible que sea cierto para Bogotá, aunque no del todo porque si se revisa La Picota hoy es una cárcel totalmente diferente a la que dirigí hace 20-25 años. Sí se han aumentado los cupos, por supuesto no se han aumentado a la velocidad a la que el sistema de justicia está, digamos, presionando demanda.
Pero eso hay que entenderlo también en las realidades fiscales, ¿será que el país en la crisis fiscal que se viene tendrá la posibilidad real de aumentar sensiblemente los cupos con todo el costo que eso implica?, y la sociedad tendrá que preguntarse si esa es una decisión acertada de gasto de recursos públicos en crisis fiscal o si de pronto es mejor utilizar menos la cárcel y buscar mejores alternativas y menos costosas.
ENS: ¿Se requiere construir más prisiones de máxima seguridad?
JCF: No creo, creo que hay que contar con la infraestructura que existe e idear mecanismos alternativos a la cárcel para las situaciones que lo permitan, de modo que esos cupos se liberen y puedan ser ocupados por personas que sí necesitan ese mecanismo de castigo.
ENS: ¿Habría que replantear el manejo que se da en las prisiones a las diferentes poblaciones?
JCF:Eso hay que replantearlo completamente, pero como digo eso solo se logra si regulamos la oferta, no por el lado de la demanda.
ENS: ¿Eso aplicaría también para el problema del hacinamiento?
JCF: Lo mismo, solo regulando la demanda, haciendo menos demandante la cárcel será posible generar respuestas de largo plazo al hacinamiento. El hacinamiento no se va a solucionar con construcción de más cupos, la única manera como se soluciona el hacinamiento es utilizando menos la cárcel.
*Casa por cárcel
La prisión domiciliaria siempre ha estado en discusión porque el sistema no alcanza a garantizar un total control e incluso se sabe de casos que los elementos electrónicos han sido burlados.
Sin embargo, Camacho consideró que “funcionaese mecanismo, es una buena alternativa pero por supuesto es riesgosa porque siempre está dependiendo de la voluntad de quien está domiciliado. La idea nunca fue ponerle un policía 24 horas a cada domiciliado, hay un factor de confianza. Siempre habrá personas que traicionen esa confianza, pero eso no significa que la generalidad, que son cerca de 20 mil personas entiendo, está funcionando adecuadamente”.