Mientras que Duque y Petro ganaron sus respectivas consultas con votación récord, en las parlamentarias Cambio Radical fue el partido que más se fortaleció, seguido de los verdes. Ya hay tres coaliciones conformadas y Vargas Lleras aspira a concretar la cuarta
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Aquí los escenarios de cada candidato con base en el ajedrez partidista que proyectaron las urnas y sus retos para el 27 de mayo
La cita a las urnas ayer en Colombia no sólo dejó en claro los candidatos presidenciales de dos coaliciones sino que marcó un nuevo mapa político. Así las cosas, la gran conclusión es que ahora sí, por fin, después de más de un año de maniobras preliminares y no poca mecánica partidista y electoral, comienza la verdadera campaña presidencial.
La consulta de la derecha sumó una votación sin precedentes: 6,1 millones de votos, con Duque a la cabeza con un poco más de 4 millones de sufragios, seguido de Marta Lucía Ramírez que sumó 1,5 millones, en tanto que Alejandro Ordóñez quedó de último con 384 mil votos.
En la otra consulta también se presentó una votación que no se esperaba ya que Petro sumó 2,8 millones de apoyos, muy por encima de los 514 mil que logró Caicedo, que sin duda fue una de las sorpresas de la jornada.
Visto lo anterior, ya quedó claro que los candidatos presidenciales que tendrán que competir desde hoy hasta el 27 de mayo son ocho: Iván Duque (Centro Democrático), Gustavo Petro (Colombia Humana), Sergio Fajardo (Coalición Colombia), Germán Vargas Lleras (por firmas), Humberto de la Calle (liberal), Juan Carlos Pinzón (por firmas), Viviane Morales (Somos) y Piedad Córdoba (por firmas).
En cuanto al mapa político de las elecciones parlamentarias es evidente que el partido que más avanzó fue Cambio Radical, que pasó de 9 curules en 2014 a 16 ayer, con más de 2,1 millones de votos.
El Centro Democrático había logrado hace cuatro años 20 escaños y ayer, aunque sumó 2,5 millones de votos, sólo le alcanzó para 19 curules. Es decir una menos. La gran sorpresa aquí es que el expresidente Álvaro Uribe tuvo apenas 870 mil votos, es decir apenas el 20% de lo que sumó en la consulta interpartidista su candidato presidencial Duque.
También le fue muy bien a la Alianza Verde, que duplicó sus curules, al pasar de 5 a 10 escaños en el Senado, en tanto que los partidos Conservador y Liberal perdieron cada uno tres curules, pasando de 18 a 15 y 17 a 14, respectivamente.
A la llamada “lista de los decentes” le fue bien en la medida en que sumó más de 500 mil votos, lo que le alcanzó para cuatro curules, pero ese guarismo quedó muy lejos de los 2,8 millones que sumó Petro en la consulta.
El MIRA logró superar el umbral de las elecciones al Senado y alcanzó tres curules (es decir las mismas que el Consejo de Estado le acababa de devolver hace escasas dos semanas tras corregir errores en el escrutinio de 2014).
El más grande perdedor de la jornada, sin duda alguna, fue el Partido de La U, ya que mientras en 2014 había logrado 21 curules y fue el más votado, ayer apenas si alcanzó 14 escaños, es decir que perdió el 30 por ciento de la bancada, y cayó al quinto puesto electoral.
Un claro golpe para el presidente Juan Manuel Santos, toda vez que se trata del llamado “partido de gobierno”. Se podría decir que fue obvio que la desfavorabilidad del Jefe de Estado, el accidentado acuerdo de paz con las Farc así como la crisis en el proceso con el Eln, más los escándalos de corrupción y la desaceleración económica, entre otros, le pasaron una costosa factura a La U.
A Opción Ciudadana es claro que haber perdido dos votaciones muy altas de 2014, que para estos comicios migraron a otros partidos, le salió muy caro al punto que no logró ayer el umbral para Senado. Se perdieron así sus cinco curules.
En la Cámara se registró un panorama similar, ya que los liberales y La U fueron los partidos que más perdieron escaños, en tanto que Cambio Radical, Alianza Verde y el Centro Democrático fueron los que más avanzaron.
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¿Qué viene ahora?
Este nuevo mapa político impactó, de inmediato, el arranque en firme de la campaña presidencial. Una campaña en la que ya hay confeccionadas tres alianzas (la uribista, la de Petro y sectores multipartidistas de izquierda, así como la de Fajardo-verdes-Polo). Es decir, una alianza de derecha, otra de centro-izquierda y una más a la izquierda.
¿Qué pasará ahora? Es indudable que Duque y Petro tuvieron una mayor exposición política y mediática por cuenta de la consulta estos últimos dos meses y el arrastre de las parlamentarias, en tanto que sus rivales quedaron un poco opacados. A partir de hoy, la cuestión será distinta.
Como ya se dijo, para Duque y su nueva fórmula vicepresidencial, Ramírez, la consulta es un empujón muy fuerte pues sumaron más de 5,6 millones de votos. Ese potencial, en teoría, debería ser suficiente para pasar a la segunda vuelta el 27 de mayo, pero hay que tener en cuenta que hubo muchas personas que ayer participaron de la consulta uribista porque no estaban en juego sus respectivos candidatos. Esa interferencia se hace patente en la diferencia de votación entre el Centro Democrático a Senado y los apoyos a Duque en las urnas.
De otro lado es indudable que la votación lograda de Ramírez fue sorpresiva, pues le faltaron apenas 500 mil para igualar el resultado que logró en la primera vuelta presidencial de 2014, cuando sumó alrededor de 2 millones de apoyos como candidata conservadora. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos ciudadanos que ayer votaron en esta consulta lo hicieron para tratar de atajar a Duque.
Advertido lo anterior, se puede decir que esta alianza de derecha no solo tiene el difícil reto de conservar esos casi 6 millones de votos, algo que parece complicado al tenor de lo explicado, sino que para pescar nuevos apoyos deberá acercarse a la centro-derecha, en donde ya está muy afincado Vargas Lleras.
En cuanto a Petro, es obvio que sus 2,8 millones de votos de ayer son el mejor resultado de la izquierda en las últimas décadas, superando a Carlos Gaviria Díaz en 2006. Nadie esperaba una participación tan alta en esta consulta y fue claro que sectores del Polo, la Alianza Verde y otros segmentos de la izquierda se volcaron a apoyar al exalcalde capitalino. Pero tampoco se puede negar que hubo intervención en esta consulta de una porción de antiuribistas que querían ‘inflar’ a Petro para restarle ventaja a Duque, que viene embalado en las encuestas.
Pasada ya la consulta y las parlamentarias, el principal problema que ahora tiene Petro es seguir sumando respaldos de cara a la primera vuelta. Para no pocos analistas, el candidato ya tocó su techo pero los votos de ayer no le alcanzan todavía para poder pasar sin afugias a la segunda vuelta el 27 de mayo. El lío para este candidato es que sellada ya su alianza con Caicedo, no se ve a qué otros sectores o partidos podría sumar en el corto plazo.
Aunque Petro dijo anoche que solicitaba a Fajardo y De la Calle sumarse a su campaña, ninguno de ellos estaría dispuesto a hacerlo por diferencias políticas, ideológicas y de estrategia proselitista.
El reto de Vargas
En lo que hace a Vargas Lleras, parece evidente que su mayor reto ahora es confeccionar una alianza con los conservadores y La U, lo que daría lugar a la cuarta coalición en competencia. Para ello cuenta, como plante, con los 2,1 millones de votos que ayer sumó su partido, Cambio Radical, para Senado.
“Fuimos el partido que más creció en estas elecciones. Pasamos los dos millones de votos y a partir de mañana (hoy) todos esos colombianos estarán apoyando la candidatura de Vargas Lleras”, precisó anoche Jorge Enrique Vélez, director de Cambio Radical.
Esa facción política se ubicó como la segunda fuerza electoral del país, a 370 mil votos de la primera, el uribismo.
Ahora el reto del candidato debe ser plantear una alianza con los partidos Conservador y de La U, que aunque ayer perdieron curules (3 los azules y 7 la colectividad del presidente Santos), al final terminan sumando casi cuatro millones de votos. Es claro que si el grueso de ambas colectividades, ubicadas política y electoralmente en la centro-derecha, decidiera apoyar a Vargas, confeccionarían un bloque parlamentario muy fuerte (45 senadores) y más de seis millones de votos, según los guarismos de las parlamentarias. Incluso si recortara la mitad de los votos de La U y de los conservadores, bajo la tesis de que se vayan para otros partidos o candidatos, quedarían para sumarse al ex vicepresidente dos millones de apoyos, que adicionados a los de Cambio Radical le permitirían acercarse a los cuatro millones y tener alto chance de pasar a segunda vuelta.
Fajardo ‘coquetea’ a De la Calle
En cuanto a la coalición Fajardo con el Polo y la Alianza Verde, si bien anoche el candidato cobró políticamente que esta última hubiera duplicado su votación (pasó de 5 a 10 curules en Senado y le fue bien en Cámara), al final esas dos colectividades sumaron dos millones de votos, lo que no le alcanzaría para pasar a segunda vuelta el 27 de mayo.
Descolgado en las últimas encuestas, Fajardo empezó a maniobrar anoche mismo, tras el resultado de las parlamentarias. “Colombia debe escoger entre tres caminos: el de Duque y Petro, el del miedo y la revancha, o el Fajardo y la mayoría de los colombianos, el de la esperanza”, recalcó anoche. Puntualizó que “… la campaña presidencial apenas inicia mañana (hoy) y la vamos a ganar con la fuerza de la esperanza”.
Pese a que semanas atrás le había dado un portazo a esa posibilidad, Fajardo le abrió sorpresivamente la puerta anoche a una coalición con De la Calle, cuya fórmula vicepresidencial es Clara López.
Sin embargo, no se sabe qué camino tomará De la Calle, que ya no estaría tan interesado en sumarse a un candidato que está cayendo en las encuestas y, además, se sabe que una parte de la bancada roja tiene más afinidad con Vargas Lleras que con el exgobernador antioqueño.
Aun así De la Calle dijo anoche que hoy empezaba la verdadera campaña presidencial y reiteró que “tenemos la responsabilidad de buscar una unión democrática, que permita un cambio seguro. Una Colombia unida no puede estar obligada a estar dividida entre dos extremos, no puede estar obligada a elegir por miedo”.
Lo cierto es que hay que tener en cuenta que la división liberal es cada día más evidente, porque el exministro Juan Fernando Cristo es quien maneja la mayoría de la bancada (tanto la saliente como la electa), en tanto que el expresidente César Gaviria, director único de la colectividad, no ha podido llevar a que el grueso del partido se juegue por De la Calle o acepte jugar un papel secundario en una coalición con Fajardo.
Además, tras lo ocurrido con las consultas de ayer (que sumaron más de nueve millones de votos) y el retroceso rojo en escaños en Senado y Cámara, se confirmó otra vez que la consulta liberal, realizada el 19 de noviembre pasado, fue un error, ya que apenas si logró alrededor de 800 mil votos por tratarse de una época muy fría en materia electoral. Incluso, el candidato que recibió menos votos ayer, Alejandro Ordóñez, con 385 mil apoyos, superó los sufragios de obtuvo De la Calle para erigirse como candidato presidencial liberal.
El resto
Por último, tanto Pinzón como Córdoba han dicho que aspiran llegar a la primera vuelta y que no buscarán ninguna alianza antes del 27 de mayo. Sin embargo, una vez se conozcan las primeras encuestas con estos ocho candidatos ya definidos, es posible que esa decisión de la exsenadora liberal y el exministro pueda variar. Igual podría pasar con la exsenadora Morales.
Alguno de esos tres aspirantes podría, entonces, dar un paso al costado y sumarse a otro candidato incluso antes de la primera vuelta, con el fin de no exponerse a una debacle en las urnas.
Como se ve, el mapa político que se demarcó ayer fue el banderazo para la verdadera campaña presidencial que arranca hoy. Un mapa que deberá estar produciendo sus primeros coletazos el próximo viernes, cuando vence el plazo para modificar o inscribir las fórmulas de aspirantes a Jefe de Estado y Vicepresidente.
No se descarta que haya sorpresas de última hora. Petro no ha escogido su segundo a bordo, al tiempo que otros aspirantes podrían cambiar a los compañeros o compañeras de fórmula ya inscritos. El viernes se verá esa primera consecuencia política y electoral.