Sería muy desafortunado que la guerrilla no respetara las garantías democráticas de la ciudadanía y los candidatos en los próximos comicios porque iría en contravía de lo que acaba de acordar en La Habana.
Así lo indicó la directora ejecutiva de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios.
EL NUEVO SIGLO: ¿La desmovilización de paramilitares y de producirse también con las Farc reduciría notablemente las amenazas contra las elecciones?
ALEJANDRA BARRIOS: Se podría dar el mismo fenómeno que vimos con el narcotráfico y que posteriormente vimos con los paramilitares, y es que en la medida que se desmovilizan o el Gobierno rompe unas estructuras generales, viene inmediatamente una competencia por el territorio y por el poder, y esa competencia en la medida en que esté en mandos medios, que puede ser cuatro, cinco, seis, es mucho más violenta que en lo que estaba porque se encontraba en un statu quo. Por ejemplo, digamos que la guerrilla tuviera control en el sur del Tolima o en la zona de Caquetá de San Vicente del Caguán, que tuviera control en un territorio. Bajo ese control ya lleva 10-15 años, y ya hay en esa zona un statu quo, es decir, ya la población sabe qué esperar de la guerrilla, la guerrilla ya sabe también cómo es la relación que establece con la población.
Cuando ella salga de ese territorio ¿qué es lo que va a pasar inmediatamente?: un grupo de ilegales que esté interesado en los recursos de ese territorio, que pueden ser recursos de narcotráfico, como zona de paso o recursos de poder político, van a entrar a competir para apoderarse de ese territorio. Podrían entrar, por ejemplo, bandas criminales y competir por eso o si algunos jefes guerrilleros no se desmovilizan van a competir por el control de ese territorio, o narcotraficantes compitiendo con Bacrim o con exguerrilleros y con exparamilitares por el control de determinado territorio.
Y eso hace que normalmente haya unos picos de violencia, eso es lo primero que se ve en una postguerra. Lo que llega lamentablemente no es la paz como tranquilidad sino llega una competencia muy fuerte por el control político, el territorial y el armado.
Si el Estado no logra llegar antes, no estoy diciendo solamente poner fuerzas militares, si el Estado no llega con la democracia, construyendo institucionalidad democrática en lo local, pues ese espacio que no copa, va a seguir copado por la ilegalidad.
ENS:¿Es claro que las elecciones del próximo año no se darán en el escenario del postconflicto?
AB: Pues lo que hay que esperar en cada uno de los territorios en donde hay presencia sobre todo de las Farc, es ver cómo ellos van a hacer frente al proceso electoral. ¿Qué ha sido lo tradicional?, ha sido que la guerrilla llame a paro armado o impida que se realicen las elecciones haciendo ataques inclusive a la población civil el mismo día de las elecciones.
Si uno ve este acuerdo, la primera parte del comunicado conjunto que sacaron hace 15 días sobre el tema de participación en política, uno de los acuerdos a que llegan es que se pueda hacer política de manera tranquila sin la eliminación del contrario, etc. Uno esperaría que en estas elecciones la guerrilla respetara esas mínimas normas democráticas. Que respetara a quienes van a las urnas como a los candidatos que están en competencia electoral. Sería muy desafortunado que no lo hicieran porque irían inclusive en contravía de lo mismo que están pactando.
ENS: ¿Las amenazas podrían ser aprovechadas por algunos para favorecerse políticamente, incluso sin serlo?
AB: Hay algo que es muy claro en elecciones de Congreso, si bien son unas elecciones muy competidas, lo que se ve especialmente son delitos del tipo de fraude electoral. Afortunadamente, lo que tiene que ver con amenazas a candidatos y lo que tiene que ver con asesinatos, eso a mediados de los 90 ya en elecciones a Congreso empezó a bajar. Son muy reducidos los niveles de exposición violenta que tienen estos candidatos, exceptuando algunas regiones.
La seguridad normalmente para senadores y representantes a la Cámara se ha venido dando ya por lo menos desde los últimos tres procesos electorales.
Comicios territoriales
Barrios dijo que la violencia electoral se presenta especialmente en las elecciones locales. “Entonces, uno no tendría que esperar un gran incremento en estas elecciones de la violencia política, excepto que aquellas personas que son enemigas del proceso de paz, entiéndase que puedan llegar a un proceso satisfactorio o negativo, intenten mostrar amenazas sobre ese proceso de paz para que se rompan los diálogos”.