LA REFORMA política era una de los proyectos claves que pretendía sacar adelante el Gobierno nacional en el Congreso, sin embargo, fracasó en ese intento, pues después de lograr su aprobación en primera vuelta en 2022, tuvo que retirarlo a comienzos del año 2023 porque la iniciativa se quedó sin respaldo en las distintas bancadas, ya que el texto fue cambiado de tal manera que perdió el espíritu de la idea original.
Por ejemplo, en esa oportunidad fueron eliminados los artículos para dejar solo la lista cerrada a corporaciones públicas y la paridad de género en las listas.
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Desde entonces el Gobierno no volvió a hablar de reforma política, y ahora que la Casa de Nariño impulsa la reforma a la justicia, que pretende adelantar por medio de varios proyectos, hay voces que dicen que la reforma política no se debe echar en saco roto, pues hay varios asuntos por corregir, como la proliferación de partidos con personería jurídica, que se acercan a 40.
El representante a la Cámara, Óscar Villamizar, dijo en las últimas horas que “sí a la gran reforma política. Es urgente para fortalecer la democracia, darle confianza al elector y tener un sistema organizado”.
Agregó el Legislador que “hoy 37 partidos son mucho, es un desorden y se gasta más de 102.000 millones de pesos de los impuestos de los colombianos. Esta suma podría utilizarse para ayudar con alimentación digna a muchas familias, que pasan con una comida al día. Hay que ayudarles a generar emprendimientos y empleo”.
En un foro que se realizó hace algunos meses acerca de la reforma política, el magistrado del Consejo Nacional Electoral, César Lorduy, dijo que “nuestro sistema de financiación política está formado de mentiras, por ende, todo va a estar montado sobre mentiras”.
Añadió que “es imposible que la financiación estatal sea sobre la base de anticipos que se les entregan a los partidos, cuyos trámites resultan muy engorrosos especialmente para las elecciones regionales y llegan faltando pocos días para las elecciones, cuando ya no hay nada que hacer”.