Si se continúa con la construcción de hidroeléctricas en el Huila, los habitantes de esa región se empobrecerán, manifestó el obispo de Garzón, Fabio Duque.
“Es decir el problema es que allí hay una gran cantidad de intereses que enriquecerá a muchos desde el Huila, pero no a los del Huila”, explicó el prelado católico, agregando que “el departamento como territorio se va a enriquecer, pero la gente que vive en la región se va a empobrecer. Para mí ese es el asunto más grave. Es increíble: aquí después de la represa de Betania, que según lo que tengo entendido ha resultado un fracaso, ahora nos están metiendo la represa de El Quimbo y vienen otras represas en el Huila”.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve el proceso con la guerrilla de las Farc?
FABIO DUQUE:Lo estoy viendo con preocupación.
Debo decir que es interesante que haya paz. Soy el primer interesado y aun en el territorio en donde estoy.
El problema es que me da mucho susto que esto sea simplemente una tregua, para que algunos de los agentes de la subversión adquieran nueva fuerza para volver a ganar el conflicto. Y eso es lo que me preocupa.
ENS: En su zona, ¿cómo ha sido su interlocución con estos grupos?
FD:Yo estoy recién llegado a esta zona. Hace dos meses apenas que me posesioné. Por lo tanto estoy solamente en conocimiento de la realidad, visitando todos los rincones de la diócesis y empapándome sobre la situación. De tal manera que estoy solo en el conocimiento de la realidad.
ENS: ¿Y qué ha encontrado?
FD:En ese conocimiento de la realidad encuentro una situación muy complicada con dos elementos que son la construcción de las hidroeléctricas en el Huila y la cuestión de la minería, sobre todo la explotación del petróleo.
Esos son dos elementos muy desestabilizadores de la región, muy preocupantes y a lo que hay que darle una solución, porque me parece terrible que el Huila quede simplemente anegado por las represas y en manos de monopolios del petróleo y eso puede sembrar una pobreza enorme y por lo tanto un campo muy propicio para cualquier elemento violento.
Esa es la primera visión que tengo de la realidad del Huila.
La segunda realidad que tengo es que en un territorio muy alejado, muy solo y con una pobreza que también es un caldo de cultivo enorme para la misma subversión. Eso me preocupa.
ENS: ¿Usted prevé que si se continúa con la construcción de hidroeléctricas, el Huila se empobrecerá?
FD:El Huila puede que no se empobrezca más, pero sí los habitantes del Huila, que es muy distinto.
Es decir, el problema es que allí hay una gran cantidad de intereses que enriquecerá a muchos desde el Huila, pero no a los del Huila.
El departamento como territorio se va a enriquecer, pero la gente que vive en la región se va a empobrecer. Para mí ese es el asunto más grave. Es increíble: aquí después de la represa de Betania, que según lo que tengo entendido ha resultado un fracaso, ahora nos están metiendo la represa de El Quimbo y vienen otras represas en el Huila.
No me acuerdo cuántas hectáreas van a ser anegadas en el departamento.
Evangelización
“Desde hace muchos años”, anotó Duque, en el Huila “hay un proceso de evangelización, procesos de comunidades que vienen realizando el crecimiento en la fe. Esto ha sido muy enriquecedor y que a mí que acabo de llegar a la diócesis me toca potenciar y buscar los caminos para que esto siga adelante. Es increíble lo que uno aquí encuentra yendo a los pueblos, a las veredas, a los centros poblados, es increíble la fuerza de esta gente que es creyente, y nosotros necesitamos formar para enfrentar todo lo que es la realidad de la fe”.
“No es solamente llevar a la gente a rezar”, aclaró, “sino a que enfrente todos sus problemas y todas sus circunstancias lo mejor posible. Hay que realizarnos como personas, viviendo dignamente”.