Las plenarias del Senado y de la Cámara tienen previsto este jueves dar último debate al proyecto de reforma al Código Electoral que está al filo del tiempo para su aprobación si es que, como se quiere, varias de sus disposiciones se empiecen a aplicar en los comicios legislativos y presidenciales de 2022. Este periodo legislativo finalizará el próximo 16 de diciembre, por lo que si la iniciativa no es sacada adelante antes, la discusión se retomaría a partir de marzo de 2021.
En este último caso por tratarse de una ley estatutaria, en caso de ser aprobada, antes de ser sancionada por el presidente Iván Duque tiene que ir a la Corte para el respectivo control. Si es así la sanción no sería antes de mayo de 2021, a menos de diez meses de las elecciones legislativas y un año de las presidenciales, lo que haría, en la práctica, imposible su implementación en esa cita con las urnas. Quedaría para estrenarse en las regionales de 2023.
La idea del Gobierno nacional es que el nuevo Código Electoral entre en vigor en los comicios de 2022, por ello le dio mensaje de urgencia. No obstante su trámite en las comisiones primeras del Senado y en la Cámara, en lo que correspondía al primer y tercer debate, no fue nada fácil porque fue imposible lograr consensos ante temas cruciales de la iniciativa como el voto remoto por internet, el voto anticipado para cualquier ciudadano y el voto a domicilio.
Como consecuencia, las comisiones primeras conjuntas eliminaron la derogatoria de la Ley de Garantías que se estaba planteando, las modalidades remotas de voto y la reglamentación de la escisión, temas que “tampoco van en la segunda ponencia”, según ha dicho el coordinador de ponentes Armando Benedetti.
Sin embargo, seguramente en las respectivas plenarias seguirá la discusión por temas como el artículo 258 que otorga “al Presidente de la República precisas facultades extraordinarias para que, en el término de seis meses”, entre otras cosas modifique la estructura de la Registraduría; el sistema de nomenclatura y clasificación de los empleos; la estructura, funcionamiento y competencia del Fondo Social de Vivienda de la Registraduría; cree el Fondo Rotatorio del Consejo Nacional Electoral; y nivele los salarios.
Un parágrafo aclara que será necesaria la realización previa de un estudio de levantamiento de cargas de trabajo que dé cuenta de las necesidades de personal en relación con las funciones de estas dos entidades.
También ha sido polémico que desaparecen las inhabilidades disciplinarias para ser elegido, con lo cual todos aquellos inhabilitados en cualquier tiempo por la Procuraduría podrán aspirar a cualquier cargo.
El artículo 93, sobre “causales de inhabilidad para ocupar cargos de elección popular en el nivel territorial”, solo menciona la “inhabilitación para el ejercicio de derechos y de funciones públicas impuesta en sentencia judicial, durante el tiempo señalado en la respectiva decisión”.
Es optimista
Optimista sobre cómo le iría al proyecto de reforma al Código Electoral en el segundo debate en las plenarias del Senado y la Cámara, se mostró el registrador nacional del Estado Civil, Alexander Vega, pues dijo que el 98% del articulado ha logrado ser concertado con diferentes fuerzas políticas. No obstante se prevé que la discusión no será menor pues hay posturas encontradas sobre varios temas. Entre estas se han escuchado reparos del procurador Fernando Carrillo.
Vega Rocha indicó que “en el Código Electoral no hay puntos de honor porque este proyecto no es mío, es de la historia de la Registraduría y de mis antecesores. Cada registrador veía lo mismo que yo, la virtud de esta administración es que mostré la necesidad del proyecto al país, a los sectores políticos. He procurado que este proyecto tenga legitimidades con todas las fuerzas políticas, por eso, en este camino hacia las plenarias, tenemos un ánimo conciliatorio y positivo pues cerca del 98% del articulado está concertado”.
La reforma al Código Electoral fue el resultado de un trabajo concertado entre la Registraduría Nacional, el Consejo Nacional Electoral, el Consejo de Estado, el Gobierno y sectores políticos, una iniciativa que pretende modernizar y unificar la legislación en esta materia.
En días pasados el procurador Carillo dijo tras la aprobación en primer debate en las comisiones primeras en sesión conjunta, por tener mensaje de urgencia, que “esto no es un código, no es lo que estamos esperando desde hace 34 años. Esa fue una de las grandes batallas de Luis Carlos Galán en su vida, que hubiese un código electoral moderno y se va a desperdiciar esta oportunidad”.
Añadió el jefe del Ministerio Público que “debe haber un debate abierto y esta premura de tiempo no ayuda para nada…se está tratando de aprobar a pupitrazo esto que no es un código y que tiene inquietudes que ojalá se puedan resolver".