Fue radicado un proyecto de ley que busca garantizar el derecho a la desconexión laboral con el objetivo de evitar la transgresión de los límites entre el ámbito laboral, los espacios de descanso y familiares, velando así por la salud física y mental de los trabajadores.
Según el autor de la iniciativa, el representante por Boyacá, Rodrigo Rojas, del Partido Liberal, los trabajadores tendrán derecho legítimo a no recibir llamadas, mensajes de Whatsapp, e-mails o ningún otro tipo de comunicación que tenga que ver con el trabajo fuera del horario laboral y si las reciben, tendrán derecho a no responderlas hasta el inicio de la siguiente jornada laboral sin que por este hecho el empleador pueda tomar algún tipo de acción en su contra (despido, memorandos, sobrecarga en la jornada ordinaria, etc.).
Para Rojas, la híperconectividad tecnológica ha eliminado la línea que separaba el horario laboral de los espacios familiares de los trabajadores y ha abierto las puertas a sobrecargas laborales que pueden generar afectaciones a la salud tales como estrés laboral, depresión, ansiedad, el síndrome de ‘burnout’ y complicaciones cardiovasculares.
En la exposición de motivos, el Congresista señaló que cifras y estudios demuestran la magnitud de una problemática que podría convertirse en una crisis de salud pública a corto plazo.
Por ejemplo, cita a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para afirmar que en Colombia, uno de cada cinco empleados padece estrés, fatiga y síndrome de ‘burnout’.
La Segunda Encuesta Nacional sobre Condiciones de Salud y Trabajo encontró que entre 2007 y 2013 en Colombia hubo un incremento del 43% en los eventos de ansiedad y depresión. Entre 2009 y 2012 la depresión fue la enfermedad con mayor reconocimiento por las ARL, con un promedio de 56%. Según el Conpes 3992 sobre salud mental, de abril de 2020, entre el 20% y el 30% de los trabajadores notificaron exposición a riesgos asociados de manera directa con estrés laboral.
Cifras del Instituto Colombiano de Psicología Positiva (2016) da cuenta que las pérdidas anuales directas por absentismo y estrés laboral ascienden a $63.895.955.200, además, los costos indirectos por pérdidas en productividad anual podrían llegar a $127.791.910.400.
Rojas expuso que, en total, se podría afirmar que en Colombia la suma asciende a $200.000 millones en pérdidas directas e indirectas para los empresarios, EPS y ARL.
En medio de la pandemia por el Covid-19 y con el trabajo en casa se estima que las cifras de salud mental estén disparadas, además, estudios revelan que existe un mayor agotamiento emocional en mujeres como consecuencia de los múltiples roles que cubren al atender la demandas laborales y del hogar.
“El trabajo en casa como medida especial por el Covid-19, ha puesto en evidencia una problemática que ya venía presentándose a causa de la híperconectividad y la aparente disponibilidad que medios como Whatsapp permiten. El mundo está cambiando muy rápido y tenemos que adaptarnos a la revolución tecnológica, cuidando el recurso más importante: el humano. Con este proyecto avanzamos en la protección de la salud mental de los trabajadores colombianos que hoy ven cómo se están trasgrediendo los límites entre la vida laboral y la familiar, generando niveles de estrés insostenibles”, afirmó Rojas.
El proyecto de ley creará normativamente el derecho a la desconexión laboral en las relaciones laborales y en todas sus modalidades. Así mismo, establecerá la obligatoriedad para empresas y entidades públicas de contar con una política de desconexión que incluya un protocolo de desconexión digital. Su inobservancia podrá constituir una conducta de acoso laboral.