EL DISCURSO del presidente Gustavo Petro durante la 79 Conferencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas se convirtió ayer en nuevo objeto de debate y cuestionamientos en las redes sociales, primero por la poca asistencia que hubo durante su intervención, así como también por el mensaje que ofreció al mundo desde uno de los escenarios internacionales más importantes.
Los 18 minutos de su intervención los dedicó a hablar de la violencia en la Franja de Gaza, a la necesidad de una paz total a nivel global y a la crisis climática. Sin embargo, poco fue lo que habló de la situación de Colombia, lo que generó rechazos entre sectores políticos de oposición. Aunque habló de Venezuela, calificándolo junto con Cuba como “país rebelde”, no tocó el tema de las elecciones presidenciales en el vecino país, manchadas por denuncias de fraude.
El mandatario colombiano inició su discurso leyendo un mensaje de su hija, Antonella Petro, orientado, básicamente, en la protección del medio ambiente y en la paz.
Más adelante, habló del poco interés que desde instancias internacionales prestan a la mayoría de los mandatarios, que pertenecen, a su juicio, a los países más pobres.
“Los que no tenemos ese poder de destrucción, los que tenemos el poder de sostener la vida en el planeta hablamos sin mucha atención prestada y muchas veces solo para nuestros propios pueblos. Por eso no nos escuchan cuando votamos que se detenga el genocidio en Gaza, aunque seamos la mayoría de los presidentes del mundo y representantes de la mayor parte de la humanidad, esos países no nos escuchan”, indicó Petro, quien aprovechó para llamar criminal al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
“Si pedimos que dejen las guerras para concentrarnos en la transformación rápida de la economía del mundo para poder salvar la vida y la especie humana, tampoco nos escuchan. Es el poder de destrucción de la vida lo que da volumen a la voz en el recinto de las Naciones Unidas y congrega a la mayoría de sus representantes y delegados”, añadió.
Además, enfatizó que “en este recinto la capacidad de comunicación de un presidente depende de la cantidad de dólares que tenga en su presupuesto, en la cantidad que tenga de aviones de guerra y en el fondo en la capacidad que tenga su país de destrucción sobre la humanidad. El poder de un país en el mundo ya no se ejerce por el tipo de sistema económico o político o de ideas que irradie, sino por el poder de destruir la vida de la humanidad”.
Otra frase que generó gran polémica fue: “Señoras y señores presidentes del mundo: en este recinto la capacidad de comunicación de un presidente depende de la cantidad de dólares que tenga en su presupuesto”.