En un detenido análisis del equipo de investigaciones del Bancolombia, se realizó un informe sobre el hipotético caso de que se acabe el Tratado de Libre Comercio (TLC), y lo que sucedería con el país.
Este estudio, a cargo del equipo de investigaciones de la entidad financiera, liderado por Juan Pablo Espinosa y con el aporte de los analistas Jhon Fredy Escobar Posada, Andrés Felipe Sarmiento y Santiago Gómez, parte de las inquietudes que han surgido a propósito de las intenciones del Gobierno de renegociar el TLC.
Inicialmente el informe se hace la pregunta: ¿Puede medirse el éxito del TLC con EE.UU. exclusivamente en las exportaciones a ese país? Aunque no se observa un crecimiento en toneladas, resalta que EE.UU. tiene una alta relevancia en las ventas de productos del agro de alto valor, entre ellos las flores.
Además, cuando Colombia firmó el TLC ya contaba con acceso libre de arancel para muchos productos, pero las reglas de juego eran inciertas cada año. Podría plantearse incluso la hipótesis de que la expansión a otros productos agroexportables y mercados ha estado soportada en la tranquilidad que ha generado al empresariado e inversionistas que el país cuente con dicho TLC.
Las flores
Denota el análisis que el sector más perjudicado, si no existieran los beneficios del TLC, sería el floricultor. Las exportaciones anuales de flores a EE.UU. están alrededor de los US$1.300 millones, y cuando se mira la estructura arancelaria de ese país, el arancel para las flores es de 3,2% para miniclaveles, 6,8% para rosas y 6,4% para crisantemos, claveles y otras flores.
Hasta hace poco, Ecuador, competidor del país en rosas en ese mercado, carecía de un TLC con EE.UU. y sus flores debían pagar ese arancel, lo que lo dejaba en desventaja frente a Colombia.
Sin duda, los floricultores siguen cosechando buenos resultados, pero preocupa la posible recesión en EE.UU. Con el cierre de las dos principales fechas para el sector floricultor -San Valentín y el Día de la Madre-, las exportaciones de flores crecen 27% a julio, lo cual augura un buen final de 2022.
Considera el estudio que, “sin embargo, a pesar de las buenas cifras del sector, existen preocupaciones a corto plazo en cuanto al efecto que una anunciada recesión en EE.UU. pueda tener en la demanda de flores. De otro lado, se ha venido planteando por parte del Gobierno actual la posibilidad de una renegociación del TLC con EE.UU., en donde, de darse ese escenario (poco probable, en nuestra opinión), el acceso libre de arancel a las flores colombianas podría ser una carta de negociación importante para ese país”.
De otra parte, indica el informe que los sectores porcícola y avícola tendrían que regresar al Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP), que es el esquema arancelario que gobierna las importaciones de productos agro de países de la CAN en ausencia de un TLC.
Asimismo, para los cultivadores locales de maíz amarillo, significaría una mayor estabilidad en los precios internos, pero para las empresas de balanceados y proteína animal significaría un beneficio perdido que, en algunos momentos, dependiendo del arancel SAFP y el costo logístico de importar desde Mercosur, podría impactar el costo de producción y los precios de venta. Además, se podría perder atractivo como destino de inversión extranjera.
Considera el análisis que unos ganarían, otros perderían. Para algunos sectores, como ganadería de leche, porcicultura e incluso la industria de etanol, el TLC ha significado una mayor competencia vía la entrada de producto importado. Sin embargo, la existencia del tratado para sectores como el de aguacate Hass significa ahorrarse un arancel de alrededor de US$11 centavos por kilo, en un país que representa una gran oportunidad.
- Le puede interesar: UE otorga 5.000 millones de euros a Ucrania
El arroz
¿Le convendría al sector arrocero la no existencia del TLC? Bajo el escenario hipotético de que no existiera el TLC, lo primero que llega a la mente es que el sector arrocero se beneficiaría por menor competencia. Pero, desde otro punto de vista, es importante tener presente que los recursos de la subasta del contingente libre de arancel (Colrice) han sido una buena ayuda para invertir en tecnología y productividad. De alguna manera, podría decirse que el TLC ha permitido invertir para buscar competirle tanto al cereal de EE.UU. como al de Perú y Ecuador, también interesados en el mercado colombiano.
El banano
De otro lado, la poca respuesta de los precios del banano en Europa al crecimiento del costo pone en dificultades a los productores. Según reportes de algunos exportadores, el sector cerró un primer semestre de 2022 con un deterioro de sus márgenes, debido a un alza superior de los costos de producción versus el precio implícito de exportación.
Con un precio del banano que crece 3% a junio, no sorprende esta tendencia si se considera que insumos como los fertilizantes crecen por encima del 100%. Así, el sector está a la espera de que se apliquen los crecimientos del precio anunciados para este año por Aldi, el principal supermercado europeo.
Por otra parte, el comportamiento del precio comienza a afectar las tendencias del sector aguacatero. El exceso de oferta de aguacate en Europa, generado por una mayor producción en países exportadores, llevó al precio promedio a caer en dicho mercado un 19% a junio de este año.
Esta situación llevó a que, ante los altos crecimientos del costo de los insumos, los productores colombianos contaran con menores márgenes, llevando a que buscaran crecer sus exportaciones hacia mercados con mejor precio como el de EE.UU. Sin embargo, el alto nivel de las exportaciones peruanas a ese país llevó el precio a la baja a finales del primer semestre. Con los dos principales mercados del aguacate con precios a la baja, las exportaciones colombianas abandonaron su crecimiento a doble dígito y solo aumentaron 2% en su acumulado a junio.
Asimismo, se debe tener en cuenta que cayeron las exportaciones de cacao, mientras se destaca el crecimiento de las ventas de limón Tahití. El cultivo de cacao, al igual que el café, viene afectado por los impactos generados durante la floración por el alto nivel de lluvias. Esto llevó a que las exportaciones del cultivo disminuyeran 52% en su acumulado a junio, situación que puede continuar para el cierre del año con la extensión de La Niña en el segundo semestre. Por su parte, las exportaciones de limón Tahití alcanzaron 28 mil toneladas en su acumulado a junio, dato no menor si se considera que representan cerca de la mitad de lo exportado en aguacate.
El PIB del agro
Una caída menos fuerte del PIB cafetero permitió un crecimiento del PIB agro. Los decrecimientos del PIB cafetero generaron una caída en el sector agropecuario, impidiendo que el buen comportamiento de algunos sectores se viese reflejado. Con un PIB cafetero que cae de manera más moderada (-1,2%), el PIB agropecuario pudo recuperar la tendencia positiva, cerrando el segundo trimestre con un aumento del 1%.
Los sectores de la silvicultura y de la pesca y acuicultura registran una buena dinámica. Aunque la silvicultura y la pesca y acuicultura son dos actividades que, sumadas, solo pesan el 7% del valor agregado del agro, hay que mencionar que son los rubros del PIB del sector que mantienen el mejor comportamiento. Acumulado a junio, el sector forestal muestra un crecimiento del 48% y el de la pesca y acuicultura del 7,7%.