Los observadores de la política criolla se preguntan si los roces cada vez más frecuentes entre los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti obedecen a un asunto meramente personal, a un pulso al interior de la bancada del Partido Social de Unidad Nacional (La U) o si es un síntoma del desgaste del discurso santista, en particular en torno al evidentemente fallido proceso de paz desarrollado por el gobierno anterior.
A raíz de una declaración de Benedetti, Barreras trinó ayer que “el fuego amigo contra Juan Manuel Santos, el presidente que hizo posible la Ley de Víctimas y el Acuerdo de Paz más importante desde el de Winsconsin, es de nuevos enemigos de la paz dentro de La U, que solo buscan halagar este Gobierno efímero a cambio de 30 monedas de plata”.
La respuesta de Benedetti no se hizo esperar: “No estoy con el Gobierno, pero alguien sí lo estuvo hasta marzo de 2019 que se votó la reforma tributaria. Dicen que le quitaron la ESAP. Además, por él se perdieron las 16 curules de paz, ¿o no Angélica Lozano? Todos esos ‘logros’ se quedaron en papel”.
El rifirrafe viene desde hace rato, pero este reciente se desprende de una publicación del diario El Espectador, al que Benedetti le dijo que “ya no creo que haya paz o proceso de paz. Hay unas personas interesadas en ganar rédito político y hacer show con la no paz y su no implementación. No están interesados en avanzar en la paz”.