EL PROYECTO de ley que la alcaldesa Claudia López desea radicar en el Congreso para que Bogotá tenga una Policía Local es atemporal, anacrónica y poco factible, según Néstor Rosanía, consultor en temas de seguridad y defensa, seguridad hemisférica, insurgencia, terrorismo, negociación y conflictos armados.
De igual forma, considera que la iniciativa es más de lo mismo; es decir, plantea el despliegue de cierta cantidad de policías en las calles, cuando la ciudad requiere otras herramientas para complementar el trabajo de los uniformados como la instalación de cámaras con reconocimiento facial, reformas al sistema judicial y una gran inversión en materia de seguridad.
EL NUEVO SIGLO: La alcaldesa Claudia López anunció la radicación de un proyecto en el Congreso para tener en Bogotá una policía local, ¿cree usted que es factible?
NÉSTOR ROSANÍA: Lo primero es que, es un proyecto que presenta al final de su administración, por lo que es una propuesta anacrónica. Este tipo de estrategias se plantean a principio de una gestión y no faltando seis meses para terminarla. Mientras pasa la parte burocrática, antes de su ejecución, llegaría una nueva administración con sus propias políticas de seguridad. Esto pareciera más un mensaje para generar impacto mediático.
Lo segundo es que se sigue viendo como un error el tema de la seguridad a través de números de uniformados en la calle. No se cuenta con un componente de ciencia y tecnología que es importante, que es lo que utilizan las grandes urbes. Mientras Londres está llena de cámaras, Bogotá sigue pensando que, por no ser tan grande, hay que traer más policías a dar vueltas en los barrios.
ENS: Si como dice estos proyectos son inviables para la ciudad, ¿qué considera que le hace falta a Bogotá para reducir el índice de inseguridad?
NR: En términos generales, es una ciudad que no tiene una inversión importante para la instalación de cámaras con reconocimiento facial, drones, software y tecnología de envergadura. Eso requiere un músculo financiero y mucha infraestructura. La versión que nos intentaron vender en la administración de Claudia López fue poner cámaras que se convierten en estrategias de judicialización, pues no sirven para prevenir el delito. Las grandes ciudades del mundo utilizan cámaras de reconocimiento facial para prevenir el delito. Bogotá lo que tiene son cámaras monitoreadas desde un centro de comando.
ENS: Además de las cámaras con tecnología avanzada para la prevención del delito, ¿qué otras estrategias o herramientas se requieren para atacar el delito?
NR: Necesitaría una reforma a la justicia, pues se capturan a delincuentes que al rato terminan en la calle. Se requiere una reforma en términos penitenciarios.
Las falencias
ENS: Ante las falencias en el sistema de seguridad, las cuales son perfectamente conocidas por las autoridades, ¿por qué aún no se han planteado estrategias efectivas para atacar el problema?
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NR: Lo primero es que se necesita una política de Estado y no una política de Gobierno. Un Gobierno llega y presenta proyectos, muchos de los cuales se quedan en el concejo por el tema burocrático y clientelista que se maneja en la ciudad desde siempre. El segundo factor es la falta de presupuesto, aun cuando el tema de seguridad es donde más recursos se invierten, pero se queda corto para cubrir las necesidades de una ciudad.
Creo que no existe una cultura de seguridad, ya que todo se le endosa a la Policía o Secretaría de Seguridad, pero cuando uno analiza la situación es mucho más complejo, ya que se incluye el sistema judicial, penitenciario y otros actores.
ENS: ¿Se ha disparado el índice de seguridad en Bogotá en comparación con otras ciudades de Colombia en los últimos años?
NR: Bogotá había tenido una baja histórica y ahora tuvo un alza considerable. También, puede ser que los indicadores de inseguridad bajen, pero situaciones como los descuartizados y decapitados reportados en la ciudad demuestran que, de igual forma, no es una ciudad segura.
ENS: ¿Cuáles son las recomendaciones que, desde su óptica, deben seguir los ciudadanos de a pie para no ser blanco de la delincuencia?
NR: Lo primero es que la gente esté articulada con sus cuadrantes. También es necesario crear unos hábitos de autoprotección, sobre todo cuando se va a la calle a altas horas de la noche. Por último, es la denuncia. Si no se denuncia, no genera impacto en los indicadores; por lo tanto, las administraciones seguirán diciendo que vamos bien en seguridad cuando en realidad vamos muy mal.