Mientras que algunos proyectos actuales relacionados con el tabaco han tenido poco avance en su discusión en el Congreso de la República, desde organizaciones que luchan contra el consumo del cigarrillo insisten en que se recoja la propuesta del Ministerio de Salud, acerca de que ocupe mayor espacio en las cajetillas el mensaje que la ley obliga a los productores poner avisando sobre los efectos que tiene en la salud de las personas.
Como lo explicó a EL NUEVO SIGLO la directora de Investigación en la Fundación Anáas, Blanca Llorente, “ahora se está discutiendo en el Congreso, y que lamentablemente no ha logrado prosperar, es una propuesta del mismo Ministerio de Salud de aumentar el tamaño de las advertencias sanitarias, que son esos textos y esas ilustraciones o fotografías que aparecen en las cajetillas que advierten sobre los riesgos de consumir productos de tabaco”.
Añadió que estos avisos “en Colombia son muy pequeños, 30% de la superficie de la cajetilla, y la evidencia científica nos dice que debe ser mínimo 70% de la cajetilla. En ese sentido el Ministerio, atendiendo precisamente esas evaluaciones que se han hecho de los resultados del tamaño de las cajetillas, ha solicitado al Congreso que aumente el tamaño de las advertencias”.
Añadió Llorente que “lamentablemente en el debate que hubo en la Comisión Séptima en las semanas pasadas de un proyecto de ley que contemplaba esa disposición, hubo una proposición de parte del senador Gabriel Velasco que pidió retirar ese aumento del tamaño de las advertencias, desconociendo toda la evidencia que se ha construido en el mundo y en Colombia acerca de su eficacia al aumentar el tamaño”.
Cabe recordar que en julio de 2009 fue sancionada por el entonces presidente Álvaro Uribe la Ley 1335, a partir de una iniciativa que presentó la entonces senadora Dilian Francisca Toro, por medio de la cual se previenen daños a la salud de los menores de edad, la población no fumadora y se estipulan políticas públicas para la prevención del consumo del tabaco.
Esta norma prohíbe la venta de productos de tabaco y sus derivados a menores de 18 años; también impide la fabricación e importación de presentaciones que contengan menos de diez unidades, y a partir del año 2011 ordenó no vender cigarrillos por unidad.
La Ley 1335 establece que en todos los productos de cigarrillo, tabaco y sus derivados se deberá expresar clara e inequívocamente, en la imagen o en el texto, según sea el caso y de manera rotativa y concurrente frases de advertencia y pictogramas, cuya rotación se hará como mínimo anualmente, según la reglamentación que expida el Ministerio de Salud.
En los empaques de productos de tabaco comercializados en el país, dichas frases de advertencia y pictogramas deberán aparecer en las superficies de cada una de las dos caras principales, ocupando el 30% del área de cada cara.
Esta Ley, de igual manera, prohíbe toda forma de promoción de productos de tabaco y sus derivados, así como el patrocinio de eventos deportivos y culturales por parte de las empresas productoras, importadoras o comercializadoras de este sector.
También la norma adoptó los espacios públicos libres de humo de tabaco en lo que son áreas cerradas, como en bares, restaurantes, centros comerciales, tiendas, ferias, festivales, parques, estadios, cafeterías, discotecas, cibercafés, hoteles, pubs, casinos, zonas comunales y áreas de espera, entre otras.
Otras iniciativas
Entre otros proyectos sobre esta materia que hacen trámite actualmente en el Congreso está uno que pasó a segundo debate en la plenaria de la Cámara, por medio del cual se establece el manejo posconsumo para colillas de cigarrillo y otros residuos del tabaco.
Se busca establecer la obligación a los productores e importadores de tabaco, cigarrillos, cigarrillos electrónicos, del tratamiento posconsumo para las colillas, bajo el principio de responsabilidad extendida del productor.
El establecimiento de estas acciones pretende garantizar un manejo ambientalmente responsable de los desechos de los productos anteriormente mencionados, así como fomentar la reutilización y reciclaje de cuanto pueda ser usado de dichos residuos.
Mientras tanto, pendiente de primer debate en la Comisión Tercera de Cámara está el proyecto que busca desincentivar el consumo de tabaco con el objeto, dice, de “disminuir los daños en salud”.
Para este propósito la iniciativa firmada por parlamentarios de distintos partidos pretende elevar el impuesto que cobran los departamentos al consumo para, con ello, lograr que los fabricantes tengan que subirle el precio de venta al cigarrillo. Con esto lo impulsores de la iniciativa esperan que disminuya el consumo.