El cabildante dijo que la planta modular es la mejor medida

Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO

El Gobierno nacional, departamental y municipal tienen su cuota de culpa en la problemática de falta de agua potable en el sistema de acueducto de Yopal (Casanare) por cerca de tres años, consideró el presidente del Concejo municipal, Libardo  Carreño Fernández.

El NUEVO SIGLO: ¿De quién es la responsabilidad  de que aún Yopal no tenga agua potable después de dos años: la Alcaldía o la Superintendencia de Servicios, que desde 2013 intervino la empresa de acueducto?

LIBARDO  CARREÑO FERNÁNDEZ: Bueno, aquí hay una culpa compartida, desde la Nación, desde el departamento y desde el municipio. Si bien es cierto, la Superintendencia hace un año tiene el mando de esta empresa y se esperaba que con la intervención se iba a llegar a una pronta solución. Pues hay hechos que lamentamos profundamente y que sucedieron en cabeza del agente interventor, delegado de la Superintendencia de Servicios Públicos, él pagó las obras de la planta modular que hoy están cuestionadas. Entonces mi pregunta es ¿qué estaba haciendo la Superintendencia que no estaba vigilando sobre el interventor?

Ahora tenemos también que el Fondo de Adaptación revisa el diseño, hace unas sugerencias a ese diseño y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Yopal con base a esos ajustes al diseño vuelve y se lo aprueba al Fondo de Adaptación y éste da un concepto que es técnicamente viable. Entonces ellos avalaron unos diseños que hoy son cuestionados, que es lo de la parte de los tanques, entonces ahí también hay una culpa porque no vieron. Hay una culpa de la Superintendencia porque  en el desarrollo del proyecto, ellos tenían acciones legales para poder subsanar estos errores, y no lo hicieron sino por el contrario el interventor paga una obra que hoy está cuestionada y que hoy está colapsada, que son los tanques alimentadores. De los cuatro un tanque colapsó, y desde luego que si se lleva ese tanque, los tanques restantes van a colapsar.

La Superintendencia en cabeza de su agente pagó una obra que estaba mal hecha, entonces tiene parte de culpa la Superintendencia; segundo el Fondo de Adaptación porque sus ingenieros no miraron ese error de diseño que tiene este sistema. Igualmente también el municipio por haber hecho unos estudios, que considero que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado no tenía la capacidad porque solamente administra redes.

Igualmente, el Gobierno nacional porque en la parte de los pozos profundos sabemos que aquí hay petroleras, que no han aportado una solución a este problema de los pozos profundos, a pesar de que ellos  saben hacer pozos petroleros que tienen 5 mil metros, nosotros necesitamos pozos de 500 metros. Entonces las petroleras que nos han generado un pasivo social, han sido ajenas a este problema.

ENS: ¿Cuándo se podría tener una solución definitiva a este problema?

LCF: Esperamos que con estos dos pozos profundos ya en funcionamiento que se podrán poner en 3 o 4 meses, de pronto llegar a unas 50 mil a 60 mil personas. No hallo una solución rápida, ojalá esté equivocado, en menos de 3 años no se da una solución porque primero la planta modular entra en litigio entre las partes, entre el contratista y el contratante, porque en este momento la Administración no puede invertir en ese proyecto porque lo más rápido es reforzar los tanques, y al reforzar los tanques ponemos en funcionamiento todo este sistema de potabilización de la planta modular, pero vamos a ver si se concilia rápido entre las partes para que la misma administración pueda invertir más dinero. Si esto se puede hacer, considero que esa planta modular es el remedio más eficaz, pero que por cuestiones jurídicas está en líos. 

Carreño dijo que las petroleras han sido indiferentes a este problema.

Intentos fallidos

Para atender el daño del sistema de potabilización del agua se tomó una medida a corto plazo como fue la construcción de una planta modular, que no resultó porque uno de los cuatro tanques alimentadores colapsó.

Un segundo proyecto consistía en la construcción de cuatro pozos profundos, lo cual estaba condicionado por el Departamento Nacional de Planeación a que el primero que se hiciera produjera de 80 a 100 litros por segundo, como estaba proyectado. Sin embargo, solo produjo 30 metros por segundo, por lo que esta iniciativa duró un año en suspenso. Hace poco se aprobó que se construyan los otros pozos, para lo cual ya se abrió la licitación.

Otro proyecto es la elaboración de los estudios del sistema de la planta de agua potable, de lo cual está pendiente que el contratista entregue los diseños. Sin embargo hay temores porque las fuentes de las que se alimentaría, el caso de la quebrada la Tablona ha reducido su caudal en los últimos años, mientras el río Cravo Sur es afectado por la presencia de petroleras.