Pompeo, de vuelta en Colombia | El Nuevo Siglo
Foto archivo Presidencia
Miércoles, 10 de Abril de 2019
Redacción Política
El Secretario de Estado, por segunda vez en tres meses, visita al país, esta vez para hablar sobre Venezuela, en Cúcuta

_____________

EN SU SEGUNDA visita en menos de tres meses a Colombia, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, visita Cúcuta para monitorear la crisis política, social, humanitaria y económica de Venezuela este domingo.

No es común que un jefe de la política exterior de Estados Unidos venga tan seguido al país, teniendo en cuenta que en este momento la Casa Blanca está repleta de desafíos internacionales como la guerra comercial con China, el desarme nuclear de Corea del Norte y la afrenta de Irán, que persiste en su carrera nuclear.

Todo indica, entonces, que el gobierno Trump está priorizando la región y su influencia tanto a nivel político como comercial. Lo viene haciendo en particular con el apoyo que le ha dado a la transición que lidera el presidente interino venezolano, Juan Guaidó, hoy enfrentado a una posible captura por parte del régimen chavista.

El viaje de Pompeo significaría un espaldarazo desde la frontera, bloqueada por la institucionalidad chavista, al dirigente opositor. Y también, demuestra que Estados Unidos cada vez está más comprometido con la transición democrática del vecino país, enviando, a medida que ha ido avanzando la coyuntura, funcionarios de mayor rango a Colombia y sus países aliados, para dotar de apoyo a la oposición venezolana.

Visitas en seis meses

En medio de rumores y mensajes contradictorios de una posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, subsecretarios, congresistas y ahora ministros o secretarios, han venido a Colombia en una serie de visitas de diferente nivel diplomático.

En enero, Pompeo se reunió con el presidente Iván Duque en Cartagena, en una reunión  cuyo propósito fue hablar sobre el incremento de los cultivos de coca en el país, calculados en 200.000, según Washington. Poco se habló de Venezuela.

A mediados de noviembre, de 2018, la subsecretaria de Estados, Kimberly Breier, estuvo en la frontera y desde ahí anuncio $90.000 millones para atender la crisis humanitaria. “Es responsabilidad del régimen venezolano” la diáspora que enfrenta Colombia y los países vecinos, dijo la funcionaria, a dos meses de que iniciara la transición de Juan Guaidó.

Y así, paulatinamente, varios funcionarios norteamericanos han estado en el país, uno de ellos, Marco Rubio. El congresista, de padres cubanos, estuvo el 16 de febrero en Cúcuta, ocho días antes del fallido ingreso de las 200 toneladas de ayuda humanitaria, certificando los centros de acopio y hablando con líderes de la oposición venezolana y miembros del gobierno colombiano en el puente internacional Simón Bolívar.

La presencia de Rubio en la frontera significó un mensaje claro para Nicolás Maduro. El Senador Republicano es un hombre determinante en las posiciones de Trump respecto a Latinoamérica y ha sido el principal crítico del chavismo desde Washington, comparándolo con las prácticas del castrismo en Cuba.

Las visitas parlamentarias a la frontera no pararon con Rubio. Hace 10 días una comisión bipartidista (Demócratas-Republicanos) llegó a Cúcuta, para visitar el puente Simón Bolívar. Desde allí, los congresistas enfatizaron en el rol de la Iglesia para ayudar en la crisis humanitaria e hicieron un nuevo llamado para que la transición a la democracia en Venezuela avance sin bloques del oficialismo.

 

Pompeo está de vuelta

Luego de tres meses, el Secretario de Estado norteamericano estará de nuevo en Colombia, esta vez para tratar los efectos de la diáspora en la región y apoyar los esfuerzos de los países aliados que buscan el respeto del Estado de Derecho y constitucional en Venezuela.

En rueda de prensa, desde Washington vía teleconferencia a la que EL NUEVO SIGLO asistió, un funcionario superior del Departamento de Estado explicó que la gira de Pompeo por Chile, Paraguay, Perú y Colombia tiene como propósito apoyar la defensa de valores democrático y rechazar aquellos que niegan libertades ciudadanas, en referencia a lo que la Casa Blanca, a través de su delegado para Venezuela, Eliot Abrams, ha llamado “la troika”, conformada por Caracas, La Habana y Managua.

“Creo que la iniciativa principal aquí o el propósito principal del viaje es simplemente demostrar muy claramente y llamar la atención sobre lo que está pasando: la necesidad humana, la presión ejercida sobre otros gobiernos, las externalidades de este caos y que se ha impuesto a Colombia, Perú, Ecuador y muchos otros gobiernos”, dijo el funcionario.

El Departamento de Estado en comunicado oficial expresó que la visita a Cúcuta, el 14 de abril, tiene como propósito “visitar entidades que apoyan a los refugiados venezolanos y evaluar los desafíos debido a la frontera cerrada”.

En el mismo destacó que, si se mira “hacia atrás”, es posible ver que en los últimos 12 meses “el Presidente, el Vicepresidente, los Secretarios de Transporte, de Defensa, de Salud, de Energía, el Secretario de Hacienda, todos han viajado a la región; todos están comprometidos. Esta es una parte crucial del mundo para los Estados Unidos y para los intereses de los Estados Unidos”.

Lo que demuestra que Donald Trump, lejos de estar desinteresado en la región, está comprometido por fortalecer los lazos regionales y estrechar el cerco contra Nicolás Maduro, a través de vías diplomáticas y económicas.

La visita de Pompeo, que durará cuatro días, es una muestra de ello, y de que, particularmente, su administración está enfocada en buscar una resolución de la crisis en Venezuela apoyando las iniciativas regionales, que, como la ha dicho el Grupo de Lima, descartan cualquier “intervención militar”.