Luego que el Ministerio de Minas lanzara el decreto que reglamentará los pilotos de fracking en Colombia, que como uno de sus requisitos deberán contar con licencia ambiental, los representantes Edwin Ballesteros, del Centro Democrático, y Cesar Pachón, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) se refirieron al tema.
Según Ballesteros, “hay que aclarar que empezar a desarrollar estos pilotos de investigación es una necesidad del país, para garantizar la seguridad energética que requieren todos los colombianos”.
Además, “esto permite saber qué tenemos en el subsuelo. Hoy tenemos unas informaciones con respecto al subsuelo, pero no una certeza. Hoy tenemos que saber qué tenemos. Los pilotos que deben tener la rigurosidad, la responsabilidad y la exigencia por parte de las autoridades ambientales, además de las compañías que cumplan con los máximos estándares ambientales y la responsabilidad que esto requiere”.
Ballesteros indicó que Colombia debe avanzar de manera ostensible en sus reservas de gas como de petróleo y aclaró que “hoy en Colombia no se está desarrollando ningún piloto frente a las reservas no convencionales. Cuando lo desarrollemos vamos a saber cuáles son las mejoras que se tienen que hacer, cómo hacer esos temas. Colombia debe dar un salto cualitativo y por eso, debemos desarrollar nuestros recursos con respeto al medio ambiente y a las comunidades con transparencia en este proceso”.
Sin embargo, Pachón aseguró que el Gobierno está mintiendo sistemáticamente, pues “esos ‘pilotos’ no medirán el impacto, no tienen manera. Lo que sí medirán son las dimensiones del yacimiento y sus reservas. Quieren saber cuánto dinero vale arruinar el futuro socio ambiental de Colombia”.
Para Pachón, “el presidente Duque mintió en Davos, dijo que luchará contra el cambio climático. Sin embargo, en la evaluación de impacto de los ‘pilotos’ de fracking no se consideran emisiones de gas de efecto invernadero, cuya reducción es fundamental para el desarrollo sostenible del país”.
Y agregó que “los mal llamados ‘pilotos’ de fracking no demostrarán los verdaderos impactos socioambientales de esta técnica, porque son pozos de exploración y no de explotación. Mostrarán apenas unos pocos de corto plazo, pero ocultarán los de largo plazo que son los graves. Venimos repitiendo la misma historia desde hace 500 años. Ahora los espejitos de colores se llaman fracking. Esta técnica significa herir de muerte a nuestro campo y a los campesinos. La implementación de proyectos en el Valle Medio Magdalena va a acabar con la vocación agrícola que tienen nuestros ricos suelos y atarán a las comunidades al sube y baja del precio del petróleo”.