El Gobierno tiene el reto de consolidar las mayorías para aprobar la iniciativa en Cámara y Senado
Con las afugias propias del Congreso de la República, el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 ‘Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad’ volverá a ser discutido antes de que termine abril en las plenarias de Cámara y Senado.
El tema aún no está en la agenda de las mesas directivas, pues el Reglamento Interno del Congreso establece que entre la aprobación del Plan en comisiones Económicas y las plenarias, debe pasar un lapso no mayor a 15 días, pero la iniciativa, que es la prioridad del gobierno del presidente Iván Duque, debe estar aprobado a más tardar el 7 de mayo entrante.
De lo contrario, el PND sería aprobado por decreto, y como toda ley tendrá que pasar a revisión jurídica de la Corte Constitucional.
En el primer debate que se realizó en comisiones Económicas con mensaje de urgencia, el articulado fue sometido a todo un proceso de depuración ante la avalancha de críticas que recibió de distintos sectores que consideran afectados sus intereses.
10 artículos originales de los presentados por el Gobierno fueron eliminados de la ponencia para primer debate, pero se presentaron 2.689 proposiciones aditivas, esto es artículos nuevos o complementarios de los radicados en el texto original.
La ponencia fue radicada con 311 artículos de los cuales 128 fueron nuevos, es decir de los presentados por las distintas bancadas.
Entre los artículos nuevos se incluyeron temas relacionados con el fondo de estabilización del café, los aranceles a los textiles, las becas por impuestos y la sobretasa de $4 en el servicio de energía a los estratos cuatro, cinco y seis.
Pero también se dejó constancia de que 10 más aunque fueron aprobados en primer debate tendrán que ser estudiados con especial cuidado en la ponencia para segundos debates en las plenarias de ambas corporaciones.
Entre estos se destacan temas relacionadas con el sistema de salud, agroturismo, regalías para saneamiento básico y agua potable, protección a la vejez, competitividad, ciencia y tecnología, y bienes en extinción de dominio, entre otros.
Sin embargo, persisten otros temas que deberán ser abordados por las plenarias, como la salvación de Electricaribe, que incluyó en primer debate una sobretasa a los estratos más altos.
Por este tema, se anunció que para los debates finales se presentará una fórmula similar para Emcali, que son las empresas públicas de la capital del Valle del Cauca.
También se prevé que la discusión de otros temas no será fácil, como la crisis de los sectores textiles, seguridad privada que denunció un ‘mico’ al permitir el ingreso de empresas extranjeras, la educación superior pues los promotores de los paros de universidades públicas el año pasado consideran que no se han apropiado los recursos que prometió el Ejecutivo para levantar las propuestas, y un tema nada fácil de resolver: la Minga indígena.
En las negociaciones que se han venido presentando entre las comunidades aborígenes y el Gobierno en el Cauca, los voceros de estas poblaciones le han reclamado al Ejecutivo una partida adicional por $4,5 billones, tema que según la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, “no es fácil” de solucionar, pues equivale “a otra reforma tributaria”.
El Gobierno considera que es una petición “desproporcionada” pues ya en el PND hay destinados para los pueblos indígenas $10 billones.
Otra discusión difícil que tendrá que sortearse en el Congreso son las peticiones que harán diferentes regiones del país
Lo que piden las regiones
Otra discusión difícil que tendrá que sortearse en el Congreso son las peticiones que harán diferentes regiones del país. Es decir, ya no tanto las bancadas parlamentarias sino los gobernadores.
Por ejemplo, la Región Caribe insistirá en darle agilidad a los proyectos de vías 4G para mejorar la conectividad con el centro del país y aumentar la competitividad.
La región suroccidental insistirá en soluciones para los cultivos ilegales y la inversión estatal en las zonas de donde salió la guerrilla tras el Acuerdo de Paz, mientras la región central insistirá en temas como sobretasa a la gasolina, vías y fomento a emprendimientos.
Las mayorías son la prioridad
Otra de las aristas del estudio del Plan Nacional de Desarrollo en el Congreso es la conformación de las mayorías en Cámara y Senado, pues ni siquiera en las comisiones económicas al Gobierno le fue fácil conseguirlas.
De hecho, como se recuerda, en Senado fue necesaria la presencia de tres congresistas de Cambio Radical, que se declaró independiente del Gobierno, para consolidar una mayoría escasamente suficiente para que la iniciativa no se hundiera en las primeras de cambio.
Ese tema generó escozor en la colectividad liderada por el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, al punto de que la colectividad hizo firmar un acta a todos sus congresistas, para hacer cumplir la Ley de Bancadas en ambas corporaciones, al menos en la votación de las objeciones a la JEP.
Una disciplina similar podría darse en el PND, que Vargas Lleras había ordenado a sus congresistas no respaldar.
Tampoco están asegurados los respaldos de las mayorías en colectividades como el Partido Liberal y La U. El primero se declaró independiente del Gobierno, el segundo se declaró oficialista. Pero en ambos caso se sabe que existen disidencias que podrían marcar la diferencia.
De cualquier forma, el Gobierno confía en la aprobación del PND, y para ello realiza mesas independientes con varios partidos para analizar cuáles de sus propuestas podrían recibir apoyo del Ejecutivo a cambio de respaldar el PND.
Ahora, lo que resta es esperar que la principal iniciativa de esta administración entre a formar parte del orden del día en las dos plenarias para que comience la discusión de fondo, que no ‘pinta’ fácil para la administración de Iván Duque.