La inversión de los billonarios recursos de las regalías no solo es clave para impulsar el desarrollo de proyectos a nivel departamental y municipal, sino para seguir empujando la reactivación económica y generar empleo, más aún cuando el país está a punto de entrar en el tercer año de la crisis pandémica y las finanzas de las gobernaciones y los municipios continúan muy débiles.
No pocos mandatarios regionales y locales han advertido reiteradamente que si bien la última reforma al Sistema Nacional de Regalías (que pasó de 1.152 Órganos Colegiados de Administración y Decisión -OCAD- a 8) fue clave para agilizar la inversión de estos recursos (que para el periodo 2021-2022 ascienden a 17,3 billones de pesos), persisten los cuellos de botella para la aprobación de proyectos y la ejecución de los presupuestos.
No es un tema menor y prueba de ello es que durante este Gobierno se han aprobado más de 8.000 proyectos de inversión que rondan los 30 billones de pesos. A septiembre pasado, por ejemplo, se habían terminado cerca de 3.000 proyectos por $5,1 billones.
De allí que, como lo han denunciado no pocos candidatos a la Presidencia y el Congreso en la actual campaña electoral, hay varios billones de pesos parados en las cuentas del sistema financiero, ya que hasta que los OCAD y demás instancias locales y regionales del Sistema no den vía libre a los proyectos, es imposible movilizar esos cuantiosos presupuestos.
Precisamente el Departamento Nacional de Planeación (DNP) está desarrollando un plan de choque para agilizar la movilización de 12 billones de pesos. Según la directora de la entidad, Alejandra Botero, la mitad de esos recursos hacen parte del presupuesto de regalías directas cuya inversión debe aprobarse en los municipios y los departamentos.
En ese orden de ideas, se adelanta un plan de choque con las alcaldías y gobernaciones que tienen los porcentajes más bajos de ejecución presupuestal, de forma tal que se puedan estructurar los proyectos rápidamente y agilizar su aprobación, obviamente sin que se flexibilicen los filtros ni controles que están establecidos para evitar la corrupción, los carteles de contratistas, el desgreño administrativo así como los retrasos y anomalías en la ejecución de las obras financiadas, comúnmente conocidas como ‘elefantes blancos’.
La base de la estrategia de Planeación es la posibilidad de integrar y acompasar el accionar de todas las entidades que tienen que ver con el tema de las regalías, de forma tal que se aumente el acompañamiento y funcionalidad de sistema en cuanto a la estructuración, presentación, análisis, aprobación, ejecución, vigilancia, interventoría y culminación satisfactoria de los proyectos.
Los análisis del DNP señalan que los municipios de categoría 4, 5 y 6, es decir los más pequeños y con menores disponibilidades presupuestales, son los que más tienen más problemas para presentar y ejecutar los proyectos.
Empujón
El año pasado se aprobaron más de 2.133 proyectos de regalías por más de 11 billones de pesos, sobre todo en temas de desarrollo vial, transporte, vivienda, educación y agricultura.
Precisamente la semana pasada se informó que con el fin de impulsar el cierre de brechas y contribuir en el desarrollo del país, fueron destinados $10,37 billones para la ejecución de 1.920 nuevos proyectos en 2022. Del total de estos recursos, $9,6 billones saldrán del Sistema y contribuirán con la financiación de las obras.
Los principales departamentos en los que se ejecutará el desarrollo de estos trabajos son Cesar, Antioquia, Córdoba, Bolívar, Nariño, La Guajira y Meta, entre otros.
Los nuevos proyectos se relacionan con educación, vivienda, transporte, energía, agricultura, desarrollo rural, ciudad y territorio, recreación y deporte, entre otros.
- Le puede interesar: Injerencia externa en elecciones: ¿un riesgo real?
$7,4 billones en riesgo
Uno de los temas más preocupantes en cuanto a las regalías es que la agilización en la inversión y ejecución de los recursos no aumente el riesgo de corrupción y desgreño con estos recursos.
Por ejemplo, a finales de septiembre pasado la Contraloría General informó que más de 7,4 billones de pesos del Sistema estaban en peligro y representaban importantes obras suspendidas y vencidas, correspondientes a infraestructura vial, de salud y educación.
El titular del ente fiscalizador, Felipe Córdoba, indicó que entre esas obras estaban la vía Tablita - San Marcos, en Sucre, por un valor de 146 mil millones de pesos; la vía Frailes - Japón, en Risaralda; el Hospital Materno Infantil en Córdoba; la terminal de Uribia en La Guajira; la vía Calle 3, en Amazonas; el muelle fluvial en Leticia así como el coliseo de Ferias Fiestas del Porro, en San Pelayo, Córdoba.
El Contralor recalcó al presentar ese informe su preocupación por el hecho de que existieran ejecutores de los recursos de regalías multipropósitos y multisectores que contratan ejecución de vías terciarias y viviendas y tienen contratos de comodato, de consultoría e interventoría, entre otros.
“Por ejemplo hay asociaciones de municipios ejecutando contratos de obras de infraestructura vial y de suministros, a lo largo y ancho del país”, señaló. También mencionó fundaciones que están haciendo contratos de consultoría, omitiendo los procesos de selección pública.
Para Córdoba es necesario buscar que no se no se sigan aprobando proyectos dentro de los cuales se involucren fundaciones, fondos y asociaciones, como ejecutores multipropósito, “porque de eso tan bueno no dan tanto y, además, hemos encontrado que es donde se presentan los mayores problemas”.
Más herramientas
Precisamente para salvaguardar lo más posible los recursos de las regalías se han ido ampliando los mecanismos de vigilancia y monitoreo permanente sobre la aprobación y ejecución de los recursos. De hecho, el año pasado se firmó el Pacto de Transparencia para el Manejo de las Regalías, por parte de la Vicepresidencia de la República, el DNP y la Secretaría de Transparencia de la Presidencia.
De igual manera, la tecnología juega un papel clave para esa vigilancia. Por eso a través de la página web del Sistema se puede acceder a toda la información y avances, como recursos y proyectos aprobados, saldos indicativos en el Sistema de Información y consulta de Distribuciones (Sicodis) y todas las herramientas e instrumentos como Auditores Ciudadanos, MapaInversiones y el Índice de Gestión de Proyectos de Regalías (IGPR).
También se están aplicando sistemas de inteligencia artificial y monitoreo en tiempo real para detectar a tiempo cualquier anomalía.
Igualmente entró en vigencia el año pasado la norma para detectar ‘elefantes blancos’ y llevar no solo a la recuperación de los recursos sino también a la terminación de las obras embolatadas. Hay billones de pesos que ya se perdieron o están en peligro de serlo.
Incluso recientemente el DNP, en alianza con la Universidad del Rosario, lanzó el Premio Regalías Bien Invertidas, con el fin de reconocer de manera transparente y participativa los mejores proyectos de regalías y resaltar aquellos con mayor impacto en las comunidades.
A ello se suma que en la recién sancionada Ley de Transparencia, Prevención y Lucha contra la Corrupción, que levanta el velo corporativo de compañías para enfrentar a quienes pretenden lucrarse con los recursos públicos, hay varias normas clave para evitar el robo o malgasto de las regalías.
22 alertas en el Sistema
En el informe de septiembre pasado, la Contraloría hizo el siguiente balance sobre a lupa a las regalías:
- Gracias a la tecnología se generaron 222 alertas en el Sistema, que representan $5,23 billones.
- Seguimiento permanente en control concomitante y preventivo a ejecución de 116 proyectos, que representan una inversión de $3,6 billones.
- Durante los últimos tres años se auditaron un total de 1.666 proyectos por valor de $14,3 billones, con hallazgos que ascienden a los $2 billones, recursos que equivalen a construir 130 megacolegios.
- En materia de procesos de responsabilidad fiscal, a septiembre, la Unidad de Regalías adelantaba procesos por valor de 1,1 billones de pesos.
- Se hacía seguimiento permanente a 3,1 billones de pesos, correspondientes a recursos de OCAD Paz.