La construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas para descontaminar el 70% de las aguas residuales de la ciudad debe continuar.
Así lo señaló la concejal Lucía Bastidas al señalar que “tenemos que pedirle al director de la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, Néstor Franco, que agilice la firma del documento que se ha negado a formalizar luego de ser destituido por la Procuraduría General de la Nación debido a fallas en el convenio de la Planta de Chía”.
Hay que recordar que hace un año se logró el cierre financiero para esta obra que costará $4,5 billones y permitirá tratar el 70 por ciento de las aguas residuales de Bogotá, las del sur y norte de la ciudad, y el 100 por ciento de las de Soacha. Eso significa descontaminar el río Bogotá y acatar la sentencia del Consejo de Estado que les ordenó a todas las entidades nacionales, regionales y locales adoptar las medidas necesarias para lograrlo.
La orden
Desde el 2004 una sentencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó esta obra como prioritaria pasa salvar el río. Después el Consejo de Estado la ratificó. Han pasaron casi 15 años desde el fallo inicial para lograr el cierre financiero y el compromiso de todas las entidades de garantizar los aportes.
En marzo pasado la CAR en una ceremonia con el alcalde de Bogotá oficializo la decisión del Consejo Directivo de esa corporación de aprobar las vigencias futuras para que a partir del 2023 se empiecen a entregar los 1,5 billones de pesos que le corresponden a esa entidad. La gobernación de Cundinamarca aportará $60.000 millones y el resto lo aporta Bogotá.
Indica la cabildante que “ya la Procuraduría y la Contraloría le informaron al director de la CAR que ese convenio no pude acarrearle sanciones disciplinarias como él ha dicho para negarse a firmar el convenio, máxime cuando esa firma implica cumplir la orden del Consejo de Estado. Esa firma es vital para que se pueda seguir adelante con la licitación para la entrega de la concesión para construir, operar y mantener la PTAR Canoas”.
La urgencia
De allí, manifiesta Bastidas que “es urgente que los organismos de control realicen las mesas de trabajo que han anunciado para que se viabilice esta firma de tal forma que podamos seguir adelante un hito histórico para descontaminar el río Bogotá”.
La PTAR Canoas constituye una deuda histórica no solo con el río como recurso natural sino con todos los municipios de la cuenca que tienen el derecho a contar con un cauce saneado después de tantos siglos de catástrofe ambiental.