Pesca comercial en San Andrés desapareció: Jay-Pang | El Nuevo Siglo
Elizabeth Jay-Pang Díaz, representante a la Cámara por San Andrés, asegura que el Gobierno nacional no ha tenido en cuenta a los raizales en la defensa ante La Haya
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Viernes, 17 de Septiembre de 2021
Redacción Política

EN LA Corte Internacional de Justicia de La Haya desde el próximo 20 de septiembre los equipos diplomáticos y de derecho internacional de Colombia y Nicaragua defenderán sus intereses, en una nueva fase de otro pleito interpuesto por la nación centroamericana contra la nuestra por los derechos soberanos y espacios marítimos en el mar Caribe.

La representante a la Cámara por San Andrés, Elizabeth Jay-Pang Díaz, explicó las expectativas que tiene la comunidad para este proceso y las condiciones actuales de la isla, tras el paso del huracán Iota, el pasado mes de noviembre, entre otros temas.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué expectativas tiene de este nuevo pleito en La Haya por las disputas entre Nicaragua y Colombia?

ELIZABETH JAY-PANG DIAZ: La expectativa que tenemos todos los raizales y habitantes del archipiélago es que la Corte Internacional de Justicia de La Haya reconozca los derechos ancestrales que tenemos como habitantes de este territorio, en el cual, no solo vivimos, sino del cual dependemos para nuestra existencia y subsistencia como pueblo, y que significan una despensa de alimento y de productos que han hecho parte de nuestra economía.

ENS: ¿Qué dice la comunidad de San Andrés frente al tema?

EJ: La comunidad siente que el Gobierno no le ha dado la importancia que se merece. Este proceso amenaza nuevamente con la pérdida de más extensión marítima, que finalmente es lo que pretende el vecino país, y básicamente la comunidad lo siente así, porque no han sido tenidos en cuenta para participar de manera activa en la defensa de Colombia, ni en este proceso, ni en el anterior.

ENS: ¿Cuál es la situación actual de los pescadores de la zona?

EJ: Desde el 2012, la pesca en el archipiélago prácticamente desapareció como una actividad comercial. Hoy nuestros pescadores artesanales, quienes realmente han hecho soberanía en los cayos del norte y en toda la zona de conflicto, se sienten amenazados por los guardacostas del vecino país, lo que ha generado, que su actividad se reduzca a pescar en zonas cercanas a las islas mayores, repercutiendo esto en el costo y en la escasez de productos como el pescado, el caracol pala y la langosta, entre otros.

ENS: ¿Qué tipo de presión ejerce Nicaragua en la zona?

EJ: La presión que ejerce Nicaragua está centrada en el dominio que adquirió sobre la zona que se le atribuyó en el fallo de 2012. Sin embargo, el sentir de la comunidad es que los raizales y nacidos en las islas nos sentimos dueños de este territorio.

ENS: ¿Recientemente se ha presentado algún conflicto con la guardia marítima de Nicaragua?

EJ: Sabemos que son muchas las embarcaciones de otros países que llegan a la zona a realizar actividades de pesca sin los permisos correspondientes. Muchas veces, la especie capturada está en período de veda, por lo que violan las regulaciones que en el Archipiélago se tienen sobre este tema.

ENS: ¿El Gobierno colombiano ha liderado algún acto en San Andrés para explicar lo que ocurrirá desde el próximo 20 de septiembre?

EJ: No, a pesar de que lo hemos solicitado en repetidas ocasiones y a través de diferentes mecanismos, como las dos solicitudes que remití desde febrero de 2021 a la Cancillería para que se designara el equipo de raizales expertos y conocedores de la historia del territorio que apoyaría al equipo jurídico de Colombia.

ENS: ¿Cómo va el proceso de reconstrucción de la Isla tras los daños del Huracán Iota?

EJ: El turismo en San Andrés ya se reactivó hace meses, de hecho, la afluencia de turistas ha aumentado significativamente en el último mes, alcanzando 10 mil visitantes. Sin embargo, los estragos se sienten en la comunidad por el alto costo que tienen los productos de primera necesidad, que se encarecen aún más cuando llegan a la isla de Providencia, que fue devastada completamente y que después de 10 meses, aún hay familias viviendo en carpas.