Este martes el presidente Iván Duque anunció la designación del viceministro de Relaciones Políticas, Daniel Palacios, como nuevo ministro del Interior en reemplazo de Alicia Arango, quien será la embajadora de Colombia ante la ONU con sede en Ginebra, Suiza (cargo que ya había desempeñado entre mayo de 2010 y diciembre de 2013).
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Palacios, trinó Duque, “se ha desempeñado como concejal y presidente del Concejo de Bogotá y asesor de Comando General de las Fuerzas Militares, entre otros. Politólogo de Universidad de Florida, con maestría en Gobierno de Universidad de Harvard”.
Palacios es el segundo viceministro que asciende este año a la titularidad de la respectiva cartera; el primero fue Diego Mesa, en Minas y Energía.
Con Palacios se conserva la cuota del Centro Democrático en el gabinete, pues remplaza a Arango, uribista 1A. El otro indiscutible uribista del gabinete es el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
Palacios es nieto de Aníbal Martínez (contralor general del 1 de octubre de 1975 al 31 de diciembre de 1982 y alcalde de Valledupar entre 1 de junio de 1990 y 31 de mayo de 1992) y sobrino de la exsenadora liberal María Cleo Martínez.
La amistad del abuelo de Palacios con el expresidente Álvaro Uribe, también de origen liberal, permitió una cercanía con los hijos del exmandatario, Tomás y Jerónimo, empezando su carrera política en Bogotá durante la primera campaña presidencial, en 2002; cuando el exjefe de Estado volvió al Congreso en 2014, el ahora ministro del Interior fue su secretario privado.
En 2015 fue compañero de bancada de Diego Molano en el Concejo de Bogotá, llegando presidir el cabildo distrital en 2018. Al igual que Molano, poco tiempo antes de concluir su periodo como concejal renunció a la curul para asumir como viceministro de Arango.
Gabinete
Respecto de lo planteado durante su campaña electoral y ratificado el día de su posesión, el 7 de agosto de 2018, sobre lo que sería su gabinete, hay una cosa que ha logrado cumplir el presidente Duque casi a rajatabla: que sea más técnico que político.
Frente a otros aspectos, como que los ministros duraran cuatro años o que fuera permanente la paridad de género, las circunstancias le han impedido un cumplimiento cabal.
Una primera mirada a la composición del gabinete permite señalar que existe una relativa paridad entre integrantes claramente políticos y los presumiblemente técnicos, con nueve ministros en cada grupo.
Además de Palacios y Trujillo, entre los que ostentan una representación política cabe mencionar en primer lugar los ministros conservadores, es decir Wilson Ruiz, de Justicia, y Rodolfo Zea, de Agricultura, pero también el de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, quien llegó a la Alcaldía de Montería avalado en 2011 por el Partido Conservador. Por otra parte, aunque incluso entre los mismos conservadores se discute su filiación, el titular de Hacienda, Alberto Carrasquilla, es al menos cercano a esa colectividad.
En contraste, el reconocimiento por parte de Cambio Radical de los ministros Fernando Ruiz, de Salud, y Karen Abudinen, de las TIC, no admite incertidumbres.
Sin embargo, aunque el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, fue congresista del Partido Social de Unidad Nacional (La U), y algunos legisladores de la actual bancada de esa colectividad en Cámara y Senado reconocen su nombramiento como un gesto hacia su organización política, no se le tiene propiamente como una cuota en el gabinete.
Hasta ahí son nueve los jefes de carteras considerados como militantes partidistas.
Sobre los nueve relativamente técnicos, algunos de los cuales tienen un pasado político y ciertamente ninguno es de izquierda, su filiación es más difícil de determinar. La relación arranca con la canciller Claudia Blum y la ministra de Transporte, Ángela María Orozco; la primera fue congresista de Cambio Radical, pero su presente no está en ese partido, mientras que la segunda hace parte del círculo más cercano de la vicepresidente Marta Lucía Ramírez, pero no es del Partido Conservador.
Situación similar tienen Mesa (Minas), José Manuel Restrepo (Comercio), María Victoria Angulo (Educación), Jonathan Malagón (Vivienda), Carmen Vásquez (Cultura), Mabel Gisela Torres (Ciencia) y Ernesto Lucena (Deporte).
Lo que va a ser difícil de recuperar es la paridad de género, pues quedan solo seis mujeres en el gabinete (Abudinen, de TIC; Blum, de Relaciones Exteriores; Angulo, de Educación; Orozco, de Transporte; Vásquez, de Cultura; y Torres, de Ciencia), frente a 12 hombres (Palacio en Interior; los Ruiz, Salud y Justicia; Trujillo, de Defensa; Zea, de Agricultura; Carrasquilla, de Hacienda; Cabrera, de Trabajo; Correa, de Ambiente; Mesa, de Minas; Restrepo, de Comercio; Malagón, de Vivienda; y Lucena, de Deporte).
Reemplazos
En total, el presidente Duque ha hecho 12 cambios en su gabinete, la gran mayoría (exactamente ocho) este año, cinco de ellos en los últimos seis meses.
“Quiero un gabinete de cuatro años. A mí la representación política es la que menos me preocupa. Yo quiero un gabinete que una al país, que le dé un nuevo aire y le permita refrescar la política pública. Si hacemos eso bien, le vamos a dar una buena bocanada de aire fresco”, dijo Duque en su momento, agregando que “yo no creo que la gobernabilidad se vea afectada por el cómo uno escoja el gabinete. No me gustan esos demasiado anclados en una región. Yo espero que aquí se logre algo como lo que pasó en Canadá: personas de una nueva generación con buen conocimiento técnico y gran capacidad de comunicación. Eso ayuda mucho. Yo creo que el mundo le está dando prelación a personas que conozcan muy bien los temas, que tengan duración y permanencia en el cargo y refresquen el ambiente político”.
En el transcurso de poco más de dos años, la verdad es que una parte de ese propósito se cumplió, aunque no con las mismas caras.
El ambiente político le cambió las perspectivas al presidente Duque. En principio algunos sectores comenzaron a quejarse porque había mucho técnico y poco político en un gabinete que tenía que trabajar de la mano con el Congreso.
Seis meses
Además del remplazo de Arango con Palacios, en los últimos seis meses se produjeron otros cuatro cambios. En primer lugar, en los ministerios de las TIC y Minas, con la salida de Sylvia Constaín y María Fernanda Suárez, para que llegaran Abudinen (en mayo) y Mesa (en julio), respectivamente.
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De la cartera de Justicia salió Cabello en agosto para postularse (y ser escogida) como procuradora y un mes después fue designado el exmagistrado Ruiz.
Finalmente, en octubre fue relevado Ricardo Lozano en el Ministerio de Ambiente por el exconsejero presidencial Correa.
A estos cambios (12 en total) habría que sumar las nuevas carteras, Deportes y Ciencia (Lucena y Torres), porque estos funcionarios tampoco estuvieron en la foto del 7 de agosto de 2018.