Otro intento para acabar circunscripción nacional en Senado | El Nuevo Siglo
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Lunes, 27 de Julio de 2020
Redacción Política

Congresistas de los departamentos de la Amazonía colombiana buscan reabrir la discusión cuando se debatan las reformas políticas

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Desde la promulgación de la Constitución Política de 1991 a la fecha, nueve departamentos del país no han logrado conseguir representación en el Senado de la República.

Por cuenta del cambio que introdujo el Constituyente a la forma de elección del Legislativo, si bien, los anteriormente llamados territorios nacionales -Intendencias y Comisarías- fueron elevados a la categoría administrativa de Departamentos, también fueron castigados con un mecanismo que les ha hecho imposible llegar a la Cámara Alta a defender sus intereses regionales.

La fórmula constitucional para elegir el Senado establece una circunscripción nacional que no es otra cosa que el aval que tiene un candidato para recorrer el país y conseguir votos en cualquier parte de la región.

Obviamente, esto se ha traducido en una forma de encarecer las campañas políticas, pues los aspirantes tienen que desembolsar grandes cantidades de recursos para realizar proselitismo, en muchos casos muy superiores a las establecidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Sin duda, ha sido una ventaja para los dirigentes políticos que cuentan con esas posibilidades personales o con el respaldo de sus colectividades, pero no es así para el dirigente regional que se ve abocado a realizar una campaña más austera en una región con poco caudal electoral que, difícilmente, le permitirá competir en igualdad de condiciones.

Es así que departamentos como Arauca, Amazonas, Guainía, La Guajira, Putumayo, Quindío, San Andrés, Vichada y Vaupés no han logrado conseguir un solo senador desde la expedición de nuestra Carta fundamental, mientras que Caquetá y Quindío han quedado sin representación senatorial en cuatro periodos, Casanare en tres, a la vez que La Guajira y Meta en dos cada uno.

En cambio regiones como Bogotá, Antioquia, Atlántico, Valle del Cauca y Córdoba reúnen, en conjunto, casi la mitad de curules senatoriales.

Es por ello que desde diferentes sectores y prácticamente desde 1991 se ha intentado en todos los periodos del Congreso eliminar la circunscripción nacional para elegir Senado y regresar a la representación territorial como antes.

Es el único mecanismo de justicia política y administrativa con regiones que aunque menos pobladas que el centro del país, son vitales para el desarrollo nacional.

Fórmula intermedia

En la legislatura que apenas comienza en el Congreso ya fueron radicados varios proyectos de acto legislativo que pretenden impulsar una nueva reforma política.

Sin embargo, estas iniciativas se centran en asuntos de mecánica electoral como listas únicas, voto preferente, cifra repartidora, financiación estatal, etc., figuras que aunque importantes no han constituido la verdadera transformación de fondo: la abolición de la circunscripción nacional del Senado.

Por lo mismo, congresistas de los seis departamentos de la Amazonía colombiana -Guaviare, Guainía, Vaupés, Vichada, Amazonas y Putumayo- con el respaldo de otras regiones como Caquetá, pretenden impulsar un nuevo proyecto de reforma constitucional que incluya la eliminación de la circunscripción nacional.

Lo más cerca que han estado estos departamentos de encontrar una fórmula de representación en el Senado se dio hace dos años.

“La fórmula que hemos venido utilizando en las últimas reformas políticas puede funcionar: de los congresistas de estos departamentos, el que obtenga la mayor votación consigue una curul en Senado, la otra va para Cámara. Esa iniciativa llegó hasta segunda vuelta, pero en el séptimo debate en Senado se hundió por falta de voluntad política”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el representante por Amazonas, Harold Augusto Valencia, del Partido Social de Unidad Nacional (La U).

El Parlamentario precisó que esta fórmula “puede funcionar” porque no es necesario modificar el número de congresistas, pues ello implicaría más curules, más presupuesto, más gastos para el erario.

Su colega Óscar Arango, representante por Vichada de Cambio Radical, reconoció que lograr esa reforma constitucional “es muy difícil, porque afecta muchos intereses políticos”.

“Para estas regiones sería excelente tener representación en el Senado, podríamos hacer una mejor gestión, defender proyectos regionales. Pero hay departamentos que tienen 15, 18 senadores, y no están dispuestos a reducir su representación”, sostuvo.

Lo mismo consideró el representante liberal por Guaviare, Alexánder Harley Bermúdez: “Como está la Constitución no podemos ser competitivos en ningún Partido para alcanzar una votación suficiente y llegar al Senado. Por eso siempre sufrimos cuando se hacen leyes, porque no tenemos quién nos represente, quién nos defienda”.

Bermúdez señaló que ni siquiera cuando se une la bancada de los antiguos territorios nacionales se logran mayorías para sacar adelante un proyecto.

“Si nos unimos los 12 o 14 representantes de la Amazonía, viene otra bancada superior y nos derrota. Esto va en contra de la Constitución del 91, que justamente buscaba que el Estado llegara a las regiones más apartadas, pero no es así”, le expresó a este Diario.

Otro intento, otra fórmula

Pero los llamados departamentos ‘pequeños’ se niegan a resignarse y continuar sin representación senatorial, por ello diseñaron una nueva estrategia parlamentaria para reabrir la discusión sobre el tema.

El representante liberal del Putumayo, Carlos Adolfo Ardila, le dijo a este Medio que un proyecto en tal sentido ya se presentó al Congreso.

“Lo que hicimos un grupo de 15 congresistas de casi todas las bancadas fue presentar un proyecto de reforma política, pero no incluimos el tema de la eliminación de la circunscripción nacional, porque si no hunden el proyecto de entrada. Lo que haremos es vía proposición, abrir esa discusión cuando el debate comience. Es que si se trata de ceder curules, nadie nos va a apoyar”, advirtió Ardila.

El Congresista se lamentó de la desventaja que les ha significado a los departamentos ‘pequeños’ competir por curules con las regiones más pobladas como Antioquia, el Eje Cafetero, la Costa o la región Andina.

“Estamos jugando entre iguales por una curul, pero estamos siempre en desventaja. Así nunca tendremos representación en el Senado”, afirmó.

Así las cosas, las fuentes consultadas coinciden que mientras no haya voluntad política, el Congreso le seguirá haciendo el quite al espinoso tema de la circunscripción nacional para el Senado, pues en cualquier caso, las bancadas mayoritarias podrían perder una o varias curules, una concesión a la que no parecen estar dispuestas.