La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) resaltó ayer la acción del gobierno Duque para garantizar los derechos de los migrantes en condición de vulnerabilidad en Colombia y afirmó que el país representa un ejemplo global de solidaridad y fraternidad.
Así lo manifestó el director de la entidad global, António Vitorino, en un mensaje con motivo del Día Nacional de los Derechos Humanos, entregado por la jefa de la Misión de la OIM en Colombia, Ana Durán, en un acto encabezado por el Mandatario en la Casa de Nariño.
“Quiero reconocer la labor y exaltar la labor del gobierno colombiano en su esfuerzo por continuar garantizando los derechos de los migrantes en condición de vulnerabilidad en Colombia”, expresó el director del organismo, quien destacó la acogida a migrantes venezolanos y la voluntad de atender a ciudadanos afganos.
Agregó que “una vez más, el Estado colombiano sigue dando ejemplo al mundo con estas decisiones en favor de una migración segura, ordenada y regular, que en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, asegurará el principio de ‘no dejar a nadie atrás’, privilegiando, sobre todo, los derechos humanos”.
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Señaló también que “la responsabilidad que ha asumido el Gobierno colombiano se refleja en acciones que velan por la protección de las poblaciones migrantes”.
“Por un lado, la decisión reciente de recibir a personas de origen afgano en territorio colombiano”, indicó.
Y “por otro lado, la voluntad expresa de brindar asistencia humanitaria, acoger e integrar a personas migrantes y refugiados provenientes de Venezuela, que se evidencia en más de 140 medidas adoptadas por el gobierno nacional, y más recientemente con el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos”.
Duque manifestó que “la fraternidad migratoria nuestra no es un asunto de ocasión, no es una improvisación, no es un querer de momento; ha estado presente siempre en la esencia de nuestra nación”.
“Esas banderas preclaras que nos definen a nosotros como nación son las que hemos materializado cuando vemos a miles de hermanos y hermanas venezolanos que, con frío en los huesos, que, con desolación en sus corazones, han tratado de cruzar una frontera con una luz de esperanza”, expresó.
Advirtió que la de Venezuela “es hoy la crisis migratoria más grande del mundo y que por muchos años fue ignorada frente al potencial daño que se podía materializar, producto del aniquilamiento de las libertades”
Indicó que “son más de 5 millones de personas que han salido de ese territorio y cerca del 30 por ciento está en nuestro país”.