Dejar escuchar sus voces en el proceso de diálogo y negociación de paz que adelanta la administración Santos con la guerrilla de las Farc, pidieron cientos de colombianas agrupadas en la Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz.
En este sentido, Ángela Cerón, directora de este colectivo, propuso como uno de los escenarios de participación la reactivación de los concejos municipales de paz.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo nació la iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz?
ÁNGELA CERÓN:. La Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz surge en el escenario de diálogo y negociación del conflicto en las mesas del Caguán. En ese momento, nos hacemos la pregunta, ¿y dónde estamos las mujeres, siendo el 52% de la población colombiana, y no nos vemos reflejadas en ese escenario y además somos las víctimas sobrevivientes? A partir de ese proceso en el 2001, tomamos la decisión de organizarnos alrededor de 248 organizaciones sociales, que representamos a 54 municipios del país.
Y a partir de esa necesidad de vernos reflejadas en nuestras voces, en esos escenarios de diálogo y de negociación es que iniciamos un proceso de capacitación, de formación, de trabajar por la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad, que habla de la importancia que las mujeres estén en los procesos de diálogo y negociación, de conocer experiencias internacionales, y es por eso que hemos trabajado específicamente en construir la paz, en hablar del derecho a la paz y en acompañar a víctimas que reclaman sus derechos en el marco de la verdad, la justicia y la reparación, específicamente en lo que ha sido la Ley 975 de 2005.
A raíz de eso, hemos logrado también la sentencia C-496, que habla de la necesidad de proteger a las víctimas que reclaman sus derechos en el marco del conflicto y que es necesario que ellas tengan todas las condiciones para que sus derechos puedan ser explícitos y se puedan reclamar.
ENS: ¿Frente al proceso que arrancará en La Habana, qué propuestas tienen?
AC: Nosotras estuvimos reunidas el 25, 26 y 27 de octubre, ahí miramos claramente cuál era la situación de contexto, las razones por las cuales el país también ha cambiado y si es posible que exista un escenario de diálogo como en este momento se está dando, y también nos preguntamos cuáles son nuestras propuestas.
Y en ese evento logramos identificar varias que están relacionadas, uno, en la necesidad que en el proceso de diálogo y negociación se incluya las voces de las víctimas, y en especial de aquellas mujeres que han venido trabajando por la visibilidad de la situación de las mujeres en el marco del conflicto.
Dos, que es necesario en este marco legal para la paz se siente una justicia transicional que devele la discriminación contra las mujeres, eso qué quiere decir, que a la hora de juzgar y a la hora de pensar cuáles son aquellas tipos de violencia que se van a priorizar, es una obligación que el tema de violencia sexual se haga visible como una necesidad de reivindicar los derechos de las mujeres.
La otra propuesta es una comisión de la verdad de víctimas de violencia sexual, sabemos que el Marco legal para la Paz abre esa posibilidad, pero consideramos pertinente que el tema de la violencia sexual como delito se tenga presente.
El otro tema muy importante que hemos estado trabajando es, justamente, plantearnos el hecho que las mujeres estemos en un escenario que nos permita, no solamente vernos en un proceso a nivel nacional sino considerar que lo local es importante.
Por eso se nos hace necesario la reactivación de los consejos municipales de paz, estos ya están constituidos, solamente es que los gobernantes locales tomen la decisión.