La participación de la mujer colombiana en la actividad política se ha visto disminuida en los últimos años, por fenómenos tan variados como el irrespeto a sus funciones y hasta la restricción en el uso de la palabra.
Así lo advierte un informe del Consejo Nacional Electoral que hizo una comparación de la evolución participativa femenina en la actividad pública desde 1994 hasta 2019.
El informe señala que mientras en 1994 la participación femenina en el Congreso de la República era de 9,8%, en 1998 pasó a 12,2%; para 2002 fue de 10,6%; en 2006 descendió a 10,4%, y en 2010 subió a 14,2%.
Los dos últimos periodos registraron un aumento considerable: en 2014 las mujeres congresistas representaron 20,9% y en 2018 el 19,7%.
En el mundo, dice el CNE, Colombia ocupa el puesto 119 entre 191 países con más mujeres en el Parlamento, mientras en América Latina y El Caribe ocupa el puesto 16.
En cuanto a gobernaciones, señala el estudio que en 2007 la cuota femenina fue de 3,1%; en 2011 del 9,4%; en 2015 fue 15,6%, y en 2019 de 6,3%.
Respecto a la participación de mujeres en asambleas departamentales, el promedio en los últimos cuatro periodos osciló entre 16,9%, ubicándose en 17,5% en los comicios de 2019.
Un comportamiento de participación estable se evidencia en cuanto a las alcaldías. En 2007, la participación femenina representó 9%; en 2011 el 9,8%; en 2015 el 12,2%, y en 2019 del 12%.
Y en los concejos municipales, mientras en 2007 la cuota femenina fue de 14,1%, en 2019 subió a 17,9%.
Otro indicador muestra que el 30,1% de las mujeres consultadas no volverán a hacer política por razones entre las que se encuentran malas experiencias (22%); por sentirse vulneradas en política (4,9%), y haberse sentido víctimas de violencia política (6,8%).
Así mismo, el informe del CNE advierte que 34,1% de las mujeres ha sufrido cuestionamientos; 29,6% se ha sentido irrespetada; a 27,46% le han restringido el uso de la palabra, mientras que 16,3% ha sido objeto de falsas acusaciones.