En menos de dos semanas ya se han puesto sobre la mesa varios proyectos de acto legislativo y de ley para disminuir o congelar los salarios de los congresistas, que sin duda es una de las peticiones más reiteradas de la ciudadanía y fue una de las principales propuestas de las campañas parlamentarias y presidenciales.

EL NUEVO SIGLO indagó sobre qué plantea cada una de las iniciativas radicadas hasta el momento así como otras propuestas de los últimos días. No hay que olvidar que actualmente el sueldo de los parlamentarios está por encima de los 34 millones de pesos.

1. IMPUESTO AHORA, DISMINUCIÓN EN 2026: El Centro Democrático propone que desde ya se afecte el salario de los senadores y representantes a la Cámara. Inicialmente a través de un impuesto del 20%, que sería de tipo solidario y se aplicaría a los sueldos de los altos funcionarios del Estado, acatando el fallo de la Corte Constitucional que tumbó el impuesto creado por el presidente Iván Duque en pandemia. El senador Ciro Ramírez explicó que “los recursos de esos impuestos irían hasta el 2026 y desde ese mismo año, ahí sí, congelar el salario de los parlamentarios, de forma tal que lleguen a un tope hasta 23 salarios mínimos”. 

Ramírez agregó que “esos recursos del impuesto irían al bono solidario, que es una política social que ha propuesto el Centro Democrático para los colombianos que nazcan en condición de pobreza y puedan ser utilizados para un proyecto productivo en su edad profesional o para su jubilación, si siguen en la misma condición de pobreza”.

2. BAJAR A PARTIR DE 2026: Los senadores Gustavo Bolívar, Iván Cepeda, Roy Barreras y la bancada del Pacto Histórico también radicaron su propio proyecto de acto legislativo. Su propuesta consiste en que la remuneración de los congresistas no debe exceder los 25 salarios mínimos mensuales. Es decir, cerca de 28 millones de pesos.

Plantean, igualmente, que la remuneración de los congresistas no se entienda como criterio para fijar el régimen salarial de otros altos funcionarios públicos. Hoy en día sueldos como los de los magistrados de las altas cortes, fiscales delegados y procuradores se fijan con base en los de los legisladores. 

El acto legislativo aclara que la asignación salarial actual de los parlamentarios estaría vigente hasta la terminación del periodo legislativo, es decir 2026, y luego se bajaría el sueldo.
Según la congresista Catherine Juvinao, la propuesta de ajustar los sueldos se debe hacer a partir de ese año porque, por derechos laborales, a ningún trabajador se le pueden desmejorar sus condiciones salariales durante el periodo vigente.

3. RENUNCIAR A PRIMAS Y OTROS BENEFICIOS: otros parlamentarios son de la tesis de que lo que se necesita en estos momentos es que mientras se tramitan los actos legislativos y de ley, que podría tardar entre seis meses y un año en ser aprobados, los propios congresistas contribuyan a bajar sus salarios. Se plantea desde que paguen sus propios tiquetes aéreos, disminuir sus equipos de trabajo (que cuestan 50 salarios mínimos al mes), e incluso que renuncien a las alzas salariales este cuatrienio, entre otras ideas.

Por ejemplo, el senador y ex vicepresidente Humberto de la Calle, expulsado de Oxígeno Verde pero elegido en la lista de la coalición de la Centro Esperanza, presentó ante la Secretaría General de la corporación la renuncia de la prima de localización y de vivienda, a las que tiene derecho por ser congresista. “Renuncio a aquellos elementos que el gobierno puede fijar, como son la prima de localización y de vivienda, ya que no existe una justificación en mi caso para ellos”, afirmó en una carta dirigida al secretario general Senado, Gregorio Eljach Pacheco.

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El senador se basó en la sentencia C 608 de 1999 de la Corte Constitucional en la que se establece que estas prestaciones no se hacen obligatorias a los ejecutivos que tienen circunstancias que no las justifiquen.  “La disposición no establece directamente tales prestaciones y no las hace obligatorias o forzosas para el Ejecutivo, que en sus decretos puede o no contemplarlas, según que, en su concepto, las circunstancias lo justifiquen o no”, dice la sentencia C 608 de 1999.

“Quienes hemos apoyado la rebaja a nuestros sueldos debemos ser coherentes y comprometidos con lo que dijimos. Nuestro período empieza en 2022, no en 2026. Es urgente recuperar la confianza de la gente en nuestras instituciones y para eso debemos cumplir”, manifestó el senador.  

4. VÍA RESOLUCIÓN: el exsenador Rodrigo Lara Restrepo tiene una tesis distinta. Considera que los congresistas deberían recibir honorarios y no salario formal. “Siempre defendí esa tesis para no entrar en ese debate absurdo sobre bajar o subir el salario. No se le puede bajar a un congresista el sueldo por debajo de lo que gana un magistrado o lo que gana el presidente y sus ministros... El problema es que el Congreso no ejerce una función administrativa. Es decir, el Congreso no administra y no sesiona 365 días al año con un horario establecido”.

Al criticar que ahora se trate de posponer para 2026 la reducción de salario, Lara señaló, en un trino, que es "ridículo. Hacen campaña con el cuento de bajar salarios y luego dicen que es inconstitucional hacerlo. Bajar el salario de los congresistas es tan simple como expedir una resolución bajando los gastos de representación que reciben. Ni siquiera es necesario modificar el salario base".

5. PAGO POR SESIÓN: el senador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, manifestó que “a nosotros nos pagan 32,7 millones de pesos. Si todos cumpliéramos con nuestro deber, tal vez no sería un salario exagerado, y si el salario mínimo no fuera tan bajito, la brecha no sería tan grande. Nosotros ganamos 40,5 veces de lo que gana un trabajador que debe ir a trabajar seis días a la semana. A nosotros solamente nos toca ir dos días a la semana, ahí empiezan las injusticias”.

Por eso Bolívar propone que les paguen a los congresistas por sesión asistida. Explicó que deberían pagarles un millón de pesos por las comisiones y un millón de pesos por las plenarias al mes. "Ocho comisiones y ocho plenarias, esto nos daría a quienes asistimos 16 millones de sueldo, que me parece que es un sueldo justo. Me duele que mucha gente cobre 32 millones y no les he visto la cara aparecer una o dos veces al mes".