Desde octubre de 2019, el presidente Iván Duque ha tenido que capotear una serie de acontecimientos que lo han puesto aprueba frente a la opinión pública
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Los últimos tres meses, de los 15 que el presidente Iván Duque lleva en el poder, han sido tal vez los más convulsionados que le haya tocado afrontar a Mandatario alguno en años recientes.
Escándalos de ‘chuzadas’ y corrupción en el Ejército, un fallido informe de Inteligencia militar que se convirtió en uno de los más grandes ‘osos’ diplomáticos, la muerte de un estudiante por cuenta del Esmad y un paro nacional que se extendió por más de un mes y terminó en un cacerolazo en todo el país, así lo ratifican. Y todo en tres meses.
Sin embargo, las cosas ya habían comenzado a pintar mal para el Gobierno nacional desde mediados de 2019. En mayo del año pasado fue el diario más prestigioso del mundo, The New York Times, quien reveló un informe titulado Las órdenes de letalidad del ejército colombiano ponen en riesgo a los civiles, según oficiales.
La nota periodística ha sido el más duro golpe a la moral de la tropa, pues reveló que por orden del entonces comandante del Ejército, general Nicasio Martínez, se habrían revivido las ejecuciones extrajudiciales conocidas como ‘falsos positivos’.
Desde entonces el tema pareció convertirse en un seriado por capítulos, pues cada semana la prensa nacional daba cuenta de hechos nuevos, hasta que el pasado 28 de diciembre fue el propio presidente Duque quien informó al país del retiro del general Martínez “por motivos personales”.
El fallido informe a la ONU
Pero el Gobierno no se reponía aún del escándalo en el Ejército cuando vino uno de los episodios más incómodos para el Primer Mandatario. Durante su intervención en la 74 Asamblea General de las Naciones Unidas, el Presidente colombiano presentó un dossier de 128 páginas para demostrar los vínculos del régimen de Nicolás Maduro con la guerrilla del Eln.
Pero el documento incluyó cinco fotografías que resultaron no ser ni del día ni en el lugar que decía el documento.
De inmediato, Maduro aprovechó la ocasión para cobrarle el error al Mandatario colombiano: “El presidente Duque es un pésimo mentiroso. No habían pasado 24 horas y ya salía a la luz pública la verdad”, ante el mismo foro multilateral.
Este escándalo, que en su momento fue calificado como “la peor vergüenza diplomática”, fue retirado del servicio el general Oswaldo Peña Bermeo, jefe del Comando Conjunto de Inteligencia del Ejército.
El caso Dimar Torres
Uno de los episodios más sensibles, sobre todo en la comunidad internacional, fue el crimen del desmovilizado de las Farc, Dimar Torres.
El hecho se presentó en abril de 2019 en zona rural de Convención, en Norte de Santander. La versión inicial del entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero, fue que se trató de un accidente; después que fue en un combate y al final las autoridades comprobaron que fue un crimen extrajudicial ordenado por un coronel del Ejército.
A finales de octubre de 2019 el Juzgado Segundo Especializado de Cúcuta condenó a 20 años de cárcel al cabo segundo del Ejército Daniel Eduardo Gómez, quien admitió el hecho y llegó a un preacuerdo con la Fiscalía.
La Fiscalía reveló que el crimen habría sido ordenado por el coronel en retiro Jorge Armando Pérez Amézquita, excomandante del Batallón de Operaciones No.11 adscrito a la Fuerza de Tarea Vulcano.
Con audios, declaraciones y conversaciones vía Whatsapp, la Fiscalía demostró la participación del oficial, hoy preso, en los hechos que pusieron a Colombia nuevamente en la palestra pública por la forma cruel como fue asesinado el ex Farc.
Un noviembre para olvidar
Pero si el tercer trimestre de 2019 no fue el mejor para el Gobierno del presidente Duque, los siguientes tres meses no fueron tampoco los mejores.
Moción al Mindefensa. El entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero Nieto, fue sometido a una segunda moción de censura. La primera ya había fracasado y fue solicitada por críticas de la oposición a su gestión. Y la segunda, por el mismo motivo, fue el detonante para su salida de esa cartera.
En el debate de control político citado por el senador Roy Barreras para el 5 de noviembre, el congresista reveló que durante un bombardeo realizado el 30 de agosto pasado contra un campamento de disidencias de las Farc en zona rural de San Vicente del Caguán, Caquetá, murieron siente niños.
“Usted conocía de esos hechos, pero usted los escondió y le ocultó a Colombia que en ese bombardeo murieron siete niños. Le exijo su renuncia señor Ministro”, le dijo Barreras.
Ahí comenzó a cocinarse la salida de Botero Nieto de la cartera de Defensa, pues con el paso de los días el número de niños muertos ascendió a 18. Al presidente Duque no le quedó otra salida que aceptar su dimisión.
El audio de Pacho Santos. El 20 de noviembre pasado, la víspera del gran paro nacional convocado por las centrales obreras en todo el país, se conoció una comprometedora conversación entre el entonces embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, y la designada ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum.
En el audio, que al parecer fue grabado en una cafetería cerca de la sede diplomática, se escuchan las críticas del Embajador al Departamento de Estado de Estados Unidos, del que dice que “parece una ONG”, y afirma que ha perdido “preponderancia”. También cuestiona al entonces canciller Carlos Holmes Trujillo, al ministro de Defensa, Guillermo Botero, mientras que la nueva Canciller afirma que su antecesor “no hizo nada. No tenía una estrategia”, y califica su gestión como “un desastre” y dice que Trujillo “estaba haciendo política”, entre otras cosas.
El Embajador fue llamado a Bogotá por el presidente Duque, quien lo ratificó en el cargo. Pero el 17 de enero, tres días antes de la visita a Colombia del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien no incluyó al Embajador colombiano en la comitiva oficial.
Fue entonces cuando Santos presentó su dimisión, y aunque el Presidente le ofreció otra posición en el Gobierno, este no aceptó argumentando que quiere “opinar con libertad”.
Hasta el momento, el presidente Duque no ha nombrado su reemplazo.
Paro nacional. Las centrales obreras citaron a un gran paro nacional para el 21 de noviembre, que se cumplió de forma multitudinaria en las principales ciudades del país.
Pero los 10 puntos iniciales que habían sido pedidos por los promotores del paro terminaron convertidos en un documento de 104 peticiones, lo que varios expertos calificaron como “otra constituyente”.
Con todo, ha sido una de las jornadas más masivas de los últimos años, aunque desafortunadamente en ciudades como Medellín y Bogotá terminaron en caos y actos de violencia.
En la capital del país, durante una de las marchas, murió el estudiante Dylan Cruz tras recibir un impacto de arma disparado por un uniformado del Esmad.
El joven muerto no solo se convirtió en símbolo de la protesta social, sino que motivó nuevas manifestaciones que se prolongaron durante un mes.
La muerte de Dylan puso nuevamente al Esmad en el ojo del huracán por la capacitación que reciben sus cerca de 3 mil integrantes, y porque la Procuraduría cuestionó la formación en derechos humanos de este cuerpo de seguridad. De hecho, se planteó la posibilidad de desmontarlo.
El 20 de diciembre, cuando el presidente Duque presentó los lineamientos de su nueva política de seguridad ciudadana, aseguró que el Esmad “será fortalecido”.
El ‘paquetazo’. Con ese nombre, adoptado de las movilizaciones masivas que durante dos meses se vivieron en el vecino Ecuador en rechazo a las políticas del presidente Lenín Moreno, en Colombia fue bautizada la movilización contra el Gobierno del presidente Iván Duque.
Los promotores del paro Nacional le llamaron ‘paquetazo’ al conjunto de proyectos sociales y económicos anunciado por el Ejecutivo que incluían las reformas laboral, pensional y tributaria, el aumento de tarifas en Electricaribe y el llamado Holding Financiero avisado a finales de noviembre.
Esta iniciativa le dio vida jurídica al Grupo Bicentenario, un holding financiero estatal conformado por 19 entidades entre ellas el Banco Agrario, Findeter, Finagro, el Icetex y el Fondo Nacional del Ahorro.
El cacerolazo. Las protestas del año pasado dieron pie a una modalidad de protesta social que hasta ahora no era utilizada en el país: el cacerolazo. Esta expresión se incrementó en toda la nación tras la muerte del estudiante Dylan Cruz.
De hecho, para este año ya se utilizó el cacerolazo en el paro realizado el pasado 20 de enero, y se proyecta hacerlo en la movilización anunciada para el próximo 25 de marzo.
La “Conversación Nacional”. Luego de las movilizaciones del año pasado y ante la negativa de las organizaciones sociales de no dialogar con el Gobierno en una misma mesa con los demás sectores convocados, el Gobierno cambió su estrategia.
Llamó al embajador de Colombia en Costa Rica, Angelino Garzón, un curtido exlíder sindical, para que prestara su mediación con los promotores del paro.
De paso, en la última semana de diciembre, el diplomático entregó su gestión, pues aunque no logró convencer a las centrales obreras de desistir de la protesta, les mostró los alivios sociales de la nueva reforma tributaria que entró a regir desde el 1 de enero de este año.
Previamente, a comienzos de diciembre, ya el presidente Duque había designado al director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Diego Molano Aponte, como el coordinador de la “Conversación Nacional”, que aún está en desarrollo.
Un mes sin Ministro de Salud. El titular de esta cartera, Juan Pablo Uribe, renunció al cargo el pasado 26 de diciembre, y desde entonces está en calidad de encargado el viceministro Iván Darío González.
La gestión de Uribe fue destacada no solo por el Gobierno sino por la dirigencia política, pues varios de sus programas requieren continuidad, como la aplicación de la Ley de Punto Final, que pretende sanear las finanzas del sector.
La Ministra de Ciencia. El pasado 30 de diciembre el presidente Iván Duque designó como nueva ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, a Mabel Torres, una destacada académica, de gran trayectoria y varios reconocimientos internacionales.
Pero en un mes que lleva en el cargo son varias las críticas que ha recibido de los más destacados académicos e investigadores del país, incluso de la Misión de Sabios del que ella formó parte.
El revolcón ministerial. A todo este panorama, al presidente Duque se le suma otra preocupación mayor: recomponer el gabinete. Los partidos de La U, Cambio Radical y Conservador le han pedido al Jefe de Estado “mayor representación en el Gobierno”, y hasta le han presentado varias listas de nombres.
Duque, sin embargo, no ha tomado ninguna decisión, a pesar de que ya hay nombres que se dan como fijos para algunas carteras, como las de Salud, Medio Ambiente y Agricultura.
Pero, además, el Primer Mandatario ahora tendrá que capotear las posibles críticas por el ‘enroque’ que significó el relevo de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, quien ahora será la consejera presidencial para los Derechos Humanos, en reemplazo de Francisco Barbosa, nuevo Fiscal General de la Nación.
A Gutiérrez la reemplazará la ministra de Trabajo, Alicia Arango, muy cercana al expresidente Álvaro Uribe Vélez.