Alejandra Barrios, directora de dicha Misión, espera tener buenas relaciones con Alexander Vega, registrador que se posesiona mañana
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Sobre los retos de la Registraduría, que cambia mañana de timonel, habló con este Diario la directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios.
También se refirió a la necesidad de ampliar la transparencia y sobre todo de que se presenten en el Congreso una reforma al Código Electoral, otra a la manera de elección y una nueva reforma política que acabe con los vicios del actual sistema.
Para Barrios, hasta que la Registraduría no sea la dueña del sistema biométrico será muy difícil ampliar la cobertura del mismo.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son los retos del nuevo Registrador?
ALEJANDRA BARRIOS: Más que de la Registraduría, es nuestro sistema electoral que se enfrenta a nuevos retos que tienen que ser gerenciados, de una parte, por la Registraduría y de otra por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El principal reto claramente está en seguir trabajando en el fortalecimiento de la confianza de los ciudadanos frente a los procesos electorales. Esto significa que si bien este proceso electoral se gestionó y administró de la manera adecuada, todavía el que haya expresiones que se traducen en asonadas y disturbios significa que hay que brindar mayores y mejores garantías de información y transparencia a los candidatos y a los ciudadanos.
ENS: El Registrador actual preparó una reforma de Código Electoral, pero nunca fue radicada, ¿esa reforma es la óptima para el país?
AB: Lo que tiene que ver con los procesos de reforma que se deben adelantar de manera muy rápida, hay tres temas en los que se tiene una deuda con la profundización de la democracia y con la certeza frente a los resultados electorales.
El primero se traduce en un Código Electoral. Colombia tiene una legislación absolutamente dispersa que proviene de un código anterior a la Constitución del 91. Y esta legislación dispersa no permite tener claridad en las reglas de juego de los procesos electorales. No hay certezas sobre muchas de las reglas de juego. Pero además nuestro Código Electoral no contempla temas que deben estar incluidos dentro de los procedimientos. Todo esto relacionado con el uso de las nuevas tecnologías y con la modificación del calendario electoral.
Este último tema requiere que tanto la autoridad electoral como la Registraduría puedan tener tiempo suficiente para poder tener no solo el registro de candidatos, sino el registro de votantes y todo lo que son los procesos de la anulación de inscripciones de cédulas en los tiempos adecuados. En nuestro actual cronograma electoral los tiempos se superponen y esto termina generando desconfianza para ciudadanos y candidatos.
Reformas política y electoral
ENS: ¿Cuál es la segunda deuda?
AB: En un segundo y en tercer lugar está el tema de la reforma política y el tema de la reforma electoral, que son diferentes al Código Electoral.
Si en la reforma política nosotros no avanzamos hacia partidos más democráticos, con claridad en las reglas de juego, con responsabilidad política, no vamos a lograr recuperar la confianza de los ciudadanos.
Los partidos hoy están en crisis en Colombia y eso lo demostraron los procesos electorales del año pasado y de este año.
Los grupos significativos de ciudadanos están distorsionando la competencia electoral y aquí necesitamos avanzar hacia una mayor transparencia además en la financiación de las campañas políticas y esto nos va a llevar a una discusión muy fuerte y es cómo se financian nuestros candidatos que quizá es el eje fundamental sobre el cual toca construir todo el andamiaje de la lucha contra la corrupción.
Estas son dos agendas pendientes que van más allá que lo que presentó el saliente registrador Juan Carlos Galindo, que es el Código Electoral.
ENS: Siempre hay problemas con la biometría y la trashumancia, ¿qué puede hacer el nuevo Registrador para superar esa situación?
AB: Nosotros tenemos que volver a dar la discusión sobre cuál es el sistema electoral que queremos, si es un sistema electoral que le pertenece a las autoridades electorales o va a seguir siendo un sistema tercerizado.
Si vamos a mantener el sistema electoral tercerizado hacia empresas o alianzas entre diferentes empresas, los temas de la identificación biométrica y toda la cantidad de proceso alrededor de las elecciones van a seguir en manos de los privados y nunca vamos a lograr tener mesas de votación con el 100% de biometría. En ese sistema la capacidad de auditoría va a seguir siendo relegada a un segundo nivel, porque hoy debido a los términos de contrataciones que se hacen las auditorías tienen un límite, debido a que hay que respetar los derechos de autor como los derechos industriales que tienen estas empresas, y esto imposibilita hacer auditoría real a los procesos que incluyen diferentes software y claramente no vamos a lograr avanzar en una biometría al 100%.
Si la Registraduría no es dueña de esa biometría nunca vamos a tener los recursos suficientes para tener más de 10.000 puestos de votación con esta tecnología. Esto va a ser un deseo imposible de cumplir por los costos que esto conlleva.
Además, porque lo que estamos haciendo es un absurdo. Cada proceso electoral tenemos que volver a hacer las contrataciones. Por ejemplo, estamos haciendo el cierre financiero a empresa privada, pero no estamos profundizando las herramientas que nos permiten tener un mayor y mejor control de las elecciones.
Más presupuesto
ENS: El presupuesto de la Registraduría es insuficiente, ¿con el nuevo Registrador será que eso sí es posible?
AB: El tema de la ampliación del presupuesto es un problema grandísimo. Obviamente la Registraduría debe pedir más recursos, porque cada vez tenemos más ciudadanos para votar, cada vez queremos tener una mejor calidad en las elecciones y eso implica mayor transparencia, y eso va generando mayores requisitos para las autoridades.
La pregunta de fondo es: ¿Necesitamos más presupuesto para tener más contratación o necesitamos más presupuesto para tener una verdadera autoridad electoral que realmente gobierna las elecciones a partir de procesos propios? Hoy lo que hacemos son cierres financieros a las empresas y nosotros nos quedamos con los vacíos de las mejoras que se hacen a los sistemas. Esos vacíos terminan siendo propiedad de las empresas que se presentan a todos los procesos electorales.
ENS: ¿Cómo califica la MOE la gestión del anterior Registrador y qué esperan del nuevo?
AB: Hemos logrado con los dos últimos registradores una mejora impresionante frente a la transparencia de las elecciones. Hemos mantenido un diálogo permanente. Las sugerencias, recomendaciones y solicitudes que la MOE hace con respecto al acceso a la información han sido atendidas siempre de manera oportuna. Y todo lo que tiene que ver con el tema de recomendaciones lo empezamos a trabajar un año antes de las elecciones.
Esperamos del nuevo Registrador mantener este escenario de diálogo y de control político con la misma tranquilidad, madurez y transparencia que hemos tenido con las anteriores administraciones.
La reunión con el nuevo Registrador esperamos que sea el próximo año, en la que podamos tener un primer diálogo y establecer unas mesas de trabajo que nos permitan avanzar en la reforma al Código Electoral y la reforma política y electoral.