Los cuatro grandes debates del glifosato | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 6 de Marzo de 2019
Redacción Nacional
Es uno de los herbicidas más usados en el mundo y en Colombia se empleó también contra los cultivos ilícitos hasta 2015

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Este jueves en audiencia pública la Corte Constitucional escuchará los argumentos que presentará el Gobierno para que le permitan reactivar la fumigación aérea con glifosato a los cultivos ilícitos por su desbordado incremento.

También han sido convocados representantes de otros sectores contrarios a que se reanuden las aspersiones con este herbicida por sus eventuales efectos en la salud humana, que precisamente llevaron en 2015 a este alto Tribunal a suspender su uso atendiendo el principio de precaución. No obstante, adicional a este punto el asunto se mueve en al menos tres escenarios más.

1. Político

En 2015 la administración Santos tomó la decisión de suspender la fumigación aérea con glifosato, después de que estudios de una entidad adscrita a la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyera que este herbicida tendría relación con el cáncer en seres humanos.

Para Santos tomar esa decisión no fue fácil porque la aspersión aérea con glifosato fue la principal herramienta de las autoridades durante tres décadas para combatir los cultivos ilícitos. Además, el momento en que suspendió las aspersiones, octubre de 2015, no era el más propicio porque las hectáreas con coca superaban las 100.000 hectáreas y Estados Unidos ya mostraba su preocupación por esta situación.

La óptica del presidente Duque es contraria pues considera que el glifosato asperjado es imprescindible para disminuir de forma importante las cerca de 209 mil hectáreas de coca que su administración ‘heredó’ y que se comprometió con Estados Unidos a presentar resultados en este frente.

Vale recordar que Duque como senador y su Partido Centro Democrático fustigaron a Santos por suspender las aspersiones y señalaron que fue una de las principales razones para el inusitado crecimiento de los cultivos. Por ello políticamente no quedaría otro camino al actual Gobierno que buscar reactivar las fumigaciones con glifosato.

No obstante, está de por medio un fallo de la Corte en 2017 en que estableció seis requisitos que debe cumplir el gobierno que quiera asperjar nuevamente con glifosato, uno muy difícil de cumplir: garantizar que no afecte la salud humana.

Sin embargo, la administración Duque espera este jueves lograr demostrar a la Corte que se puede asperjar con glifosato con las debidas medidas para no afectar la salud de las personas.

2. Principio de precaución

El entonces presidente Santos justificó en 2015 su decisión de suspender las fumigaciones con glifosato porque “esos estudios (de la OMS) concluyeron que sí existe riesgo para la salud y es una evidencia suficiente para aplicar lo que la Corte llama como principio de precaución”.

De igual forma en mayo de 2017 la Corte Constitucional, atendiendo el principio de precaución, fijó en un fallo “estrictas condiciones” para la reanudación de la fumigación aérea. Aunque mantuvo la restricción, el alto Tribunal indicó que el Consejo Nacional de Estupefacientes, “solo podrá modificar la decisión de no reanudar” la fumigación aérea cuando se cumpla una serie de “características mínimas”.

Es decir que la Corte no prohibió las fumigaciones con glifosato sino estableció que se pueden hacer de tal forma que no afecten la salud humana y el medioambiente, manteniendo de esta forma su línea de atender el principio de precaución.

En ese sentido, el reto del Gobierno es lograr demostrar a la Corte que puede fumigar los cultivos ilícitos sin poner en riesgo la salud de las personas. Asimismo, la ministra de Justicia, Gloria Borrero, dijo sobre las condiciones que establecidas que, “las cinco primeras son cumplibles, la sexta es imposible de cumplir: que se demuestre que no produce ningún daño ni al medioambiente ni a la salud”.

3. Debate científico

La ministra Borrero señaló que “como no hay certeza científica porque la mayoría de los estudios unos dicen que sí y otros que no, hace imposible el uso de esa sustancia (glifosato). Incluso haría imposible conceder cualquier licencia ambiental porque también una licencia ambiental produce daño al medioambiente. Lo que uno tiene que hacer es mitigar ese daño”.

La recomendación sobre la suspensión de las fumigaciones con glifosato que realizó el Ministerio de Salud en 2015 se basó en la clasificación de dicho herbicida como “probablemente carcinogénicos para humanos” (Grupo 2A)  por parte de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer IARC (por sus siglas en inglés), la cual hace parte de la OMS.

No obstante, otros estudios científicos concluyen que el glifosato no es perjudicial para la salud humana, como es el caso de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), la cual afirmó “el Comité de Evaluación de Riesgos de la ECHA ha concluido que las pruebas científicas disponibles no cumplen los criterios para clasificar el glifosato como cancerígeno, mutágeno o tóxico para la reproducción”.

De igual forma, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), declaró seguro este herbicida.

4. Qué otro herbicida

Una opción que se  ha manejado por parte del Gobierno es utilizar otro herbicida distinto al glifosato para atacar los cultivos ilícitos.

En 2016, durante la administración Santos, se hicieron algunas pruebas piloto con la molécula glufosinato de amonio en el departamento del Tolima, sin embargo, de ahí no se pasó porque al final la decisión de ese gobierno fue no reiniciar las aspersiones. A ello se sumó el fallo de la Corte en 2017, en donde estableció seis exigentes requisitos para reanudarlas.

A pesar de ello, el glifosato se ha venido utilizando desde 2016 contra los cultivos ilícitos, solo que se ha venido haciendo de manera manual.

Se conoció que el actual Gobierno desempolvó este estudio acerca del glufosinato de amonio buscando opciones al glifosato, pero al final concluyó que este último mata maleza es la sustancia más efectiva en términos de eficacia y rendimiento para el propósito de combatir los cultivos ilícitos.

El ministro de Defensa, Guillermo Botero, dijo en el Congreso en un debate acerca de las fumigaciones a los cultivos ilícitos que “en mi experiencia como agricultor, no he conocido un mejor herbicida que el glifosato”.

En tanto que la Ministra de Justicia dijo que el “glifosato es la sustancia más efectiva para la aspersión aérea. Estamos es construyendo los protocolos y dividiendo el país por zonas para evitar mayores afectaciones”.