Una nueva diferencia entre el Centro Democrático y la Jurisdicción Especial de Paz  (JEP) quedó casada tras la carta que envió la presidenta de esta jurisdicción, Patricia Linares, al senador Álvaro Uribe en la que le pide a él y a su colectividad “respeto” por el derecho a la paz.

Aunque la misiva no narra hechos puntuales, Linares se refiere a “manifestaciones agresivas, hostiles que ponen en entredicho la idoneidad profesional de quienes hacemos parte en la jurisdicción”.

Su reclamo coincide con la aparición, el pasado fin de semana, de dos vallas instaladas por la senadora uribista Paola Holguín en las que se asimila a la JEP con impunidad.

“Quiero, muy respetuosamente, dirigirme a usted como expresidente de la República, Senador y máximo líder del partido Centro Democrático, para solicitarle y por su intermedio a todos los miembros de esa colectividad política el cumplimiento estricto de los dispuesto en el Artículo 22 de la Constitución Política que establece que la paz es un derecho y un deber de todas y todos los colombianos, un deber ético y jurídico que nos vincula sin distingo”, señala la carta.

Linares agrega que ese deber se traduce en “mesura, prudencia, serenidad y el compromiso ineludible de no acudir a estrategias de desprestigio, desinformación y agresión continua” contra los funcionarios de la justicia transicional.

Y agrega que en los últimos meses “hemos observado con respeto, tranquilidad y prudencia”, las propuestas legislativas de reforma a la justicia transicional.

Al respecto, sostiene que “las mismas exigen que quienes tienen la responsabilidad de estudiarlas y tomar decisiones lo hagan propiciando debates ajenos al insulto, la desinformación y la distorsión de las funciones que tenemos a cargo”.

Linares dice que como tribunal de paz “nunca recurrimos a un lenguaje bélico, ofensivo o degradante” y que, por tanto, se espera lo mismo de quienes no están de acuerdo con ella.

“Las víctimas, la sociedad colombiana y la comunidad internacional que han acompañado al proceso de paz en Colombia, reclaman como un derecho la construcción de una paz estable y duradera”, concluyó.

No obstante, dice que el debate político “es necesario”, y considera que el Congreso es el escenario natural “exigiendo, eso sí, el respeto que merecemos como jueces de la República y como ciudadanas y ciudadanos comprometidos por la paz”.

La carta al senador Uribe cierra diciendo que “la paz requiere de espíritus sosegados, de un lenguaje democrático, sereno, sincero y conciliador, para por fin pasar la página extensa de la guerra y quedar inmersos en la tarea de reconstruirnos como sociedad”.

Ya en rueda de prensa, Linares respondió a una pregunta sobre su supuesta participación en política, y dijo que la JEP ha sido objeto de “manifestaciones agresivas, hostiles, que ponen en entredicho la idoneidad profesional de quienes hacemos parte en la jurisdicción. Entonces el destinatario de la carta no da lugar a equivoco. Eso no es participar en política”.

Sobre el contenido de la carta, Uribe expidió una escueta declaración que, además, publicó e su cuenta oficial de Twitter.

“Respetada doctora Patricia Linares, presidenta de la JEP. Creo que en la JEP deberían respetar opiniones que creen que ese no es el camino de la paz y de la reivindicación de las víctimas. Seguiré en el Congreso, con argumentos, como usted lo ha conocido, buscando reformas. Atentamente, Álvaro Uribe Vélez”.