La Misión de Observación Electoral reportó 96 hechos de violencia contra lideresas sociales, políticas y comunales se han registrado en lo corrido del año.
Con motivo del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el colectivo informó que 63.5% de las agresiones fueron dirigidas contra lideresas sociales, y que los departamentos de Cauca, Nariño y La Guajira son los más afectados.
La MOE dijo que según el ‘Informe sobre la violencia contra las mujeres que ejercen liderazgos políticos, sociales y comunales’, se estableció que desde el 2017 hasta el 31 de octubre de 2020 se viene presentando un crecimiento constante del número de afectaciones en contra de los roles de liderazgo ejercidos por mujeres.
En particular, el incremento de hechos contra lideresas comparado con el mismo periodo de 2018 es alarmante, ya que se registra un aumento del 57%, confirmándose así la tendencia creciente de violentar a las mujeres que ejercen roles de liderazgo y representación.
De otra parte, la MOE señala que 13 de los 27 hechos letales de los que fueron víctimas las lideresas, que representan el 48% de ellos, ocurrieron en territorios Pdet.
De acuerdo con Alejandra Barrios, directora de la MOE, “en estas regiones, los asesinatos y atentados se concentraron en las lideresas sociales, que representan proyectos o causas que son contrarias a los intereses de quienes pretenden controlar estos territorios, ante la falta de presencia estatal”.
El hecho violento más recurrente contra las mujeres en ejercicios de liderazgo es la amenaza, con un total de 68 hechos. Las amenazas frente a las lideresas tienen una característica particular: quien las realiza recurre a estereotipos y simbolismos de género que extienden el impacto a sus familiares y allegados, afectando así la integridad psicológica de quienes las rodean, convirtiéndose de esta manera en una medida de disuasión contra otras mujeres a participar en esos mismos espacios.
Para la MOE, resulta preocupante que los patrones de violencia se estén modificando hacia la letalidad de los hechos en contra de las lideresas sociales, quienes fueron víctimas del 81% de los asesinatos y atentados contra la totalidad de las lideresas, registrados en este periodo (22 de los 27 hechos).