La senadora Andrea Padilla, de la coalición Centro Esperanza, anunció que dentro de varios proyectos que viene presentando para la protección animal es necesario hacerle ajustes a la Ley que existe en esta materia por las deficiencias que presenta. Hace poco trinó acerca de las corridas de toros y peleas de gallos: “Seguimos en la línea de defender esta propuesta de prohibición progresiva por el bien de los animales”.
EL NUEVO SIGLO: Llega usted al Congreso con la bandera animalista, ¿qué tiene previsto de proyectos en este tema?
ANDREA PADILLA VILLARRAGA: Nos hicimos elegir con un paquete de 12 proyectos, radicamos ya varios, uno que precisamente se debate esta semana, que es para prohibir corridas de toros, peleas de gallos, corralejas, novilladas, becerradas y otros espectáculos crueles.
Radicamos otro para proponer una transición de zoológicos a refugios de fauna, que sean entornos mucho más amigables con los animales, menos dependientes de la exhibición, más enfocados al bienestar de los animales y menos al entretenimiento.
Radicamos otro para reformar la Ley contra el maltrato animal, que es una Ley que hoy está teniendo muchos problemas en su implementación, y eso va en detrimento de los animales y de las garantías para su protección.
También tenemos un proyecto para que sean reconocidas las proteccionistas, esos centenares de mujeres en todo el país que rescatan animales, los recuperan, los dan en adopción.
Además, uno que ha dado mucho de qué hablar, que es el de los barcos de la muerte, el de prohibir progresivamente la exportación marítima de animales vivos a países de Oriente Medio.
ENS: ¿Qué le preocupa de la Ley contra el maltrato animal?
APV: Tiene varios problemas. Primero, es una Ley que no derogó leyes anteriores del mismo tema, concretamente el Estatuto Nacional de Protección a los animales, que es una Ley del año 89. Entonces entra en choque con esa Ley y con el Código de Policía, por lo cual los inspectores de policía, a la hora de proceder, no saben muy bien cuál norma implementar.
Es una Ley que no actualizó las conductas crueles contra los animales, de modo que, por ejemplo, los inspectores de policía no sancionan el maltrato emocional, que es muy frecuente. Entonces tienen que ver el animal partido por la mitad, perdonen la crudeza, para proceder cuando hay tantos casos de maltrato emocional. Animalitos que dejan encerrados en las azoteas, en los balcones.
Tampoco sancionó el abuso sexual de animales, que es muy frecuente en todo el país. Es una Ley que no crea la figura de la aprehensión definitiva, por lo cual hay casos en donde está el video, la prueba del maltrato, y resulta que hay que hacer la aprehensión preventiva, siendo que perfectamente podría decomisarse de manera permanente al animal para ponerlo en seguridad.
No permite el ingreso de la Policía en el domicilio privado. Considera que el delito contra los animales es menor, de modo que es excarcelable. Entonces, no solamente hay pocas garantías sino que las acciones siguen siendo muy laxas.
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ENS: ¿Cómo es la situación de la exportación de reses vivas desde Colombia por vía marítima?
APV: Esto es un infierno; imaginen 20 mil animales metidos en un buque de nueve pisos, unos contra otros, sin posibilidad de descansar, de moverse, defecando y orinando durante 20 días en el mismo sitio.
Van cayendo tumbados, van ahogándose entre su propio estiércol, no pueden acceder a agua y alimento porque quedan cubiertos por esta masa nauseabunda. No tienen posibilidad de atención veterinaria porque únicamente va un veterinario para nueve mil, 15 mil animales en un viaje de altamar hasta por 20 días.
Por supuesto los animales van muriendo y van siendo arrojados al mar. Es un negocio que además de cruel es absolutamente innecesario porque Colombia ya exporta carne congelada y refrigerada a países de Oriente Medio, por lo cual no existe ningún argumento para mantener este negocio.
Adicionalmente es un negocio que está cimentado en una exención tributaria que no tiene ningún sustento, porque los animales que van para matadero en Colombia pagan por cada uno $52 mil por impuesto de degüello y del Fondo Nacional del Ganado, mientras que esos animales que se exportan van libres de impuestos.