UNA AUDIENCIA de urgencia con el presidente Gustavo Petro solicitó ayer José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán e integrante del equipo negociador del Gobierno en el proceso de paz con el Eln.
La petición surge en un contexto de creciente preocupación por el comportamiento del grupo armado y las recientes acusaciones de corrupción que involucran a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) en la financiación de esa guerrilla.
"Pedí audiencia con el presidente Gustavo Petro y voy a insistir en que no se puede seguir permitiendo todo lo que está pasando. Mientras que ellos le exigen al Gobierno y cuestionan todo, por el otro lado siguen secuestrando, asesinando y extorsionando", afirmó el líder gremial, quien considera que la dinámica actual del diálogo envía un mensaje negativo a la sociedad colombiana.
El presidente de Fedegán destaca que es importante hacer una exhaustiva evaluación de los compromisos reales del Eln en el proceso de paz, a fin de darle seriedad a los diálogos.
"Los diálogos de paz son serios y el Eln no puede seguir en esa dinámica de terror que afecta a todos los colombianos" agregó.
El contexto de esta solicitud se agrava por las recientes acusaciones de corrupción que afectan a la Ungrd.
Según Lafaurie, existe una presunta desviación de recursos hacia el ELN en Arauca, un hecho que él considera perjudicial para la integridad del proceso de paz. “recibió un verdadero cimbronazo con los escándalos multimillonarios de corrupción en la UNGRD, de los cuales el de los carrotanques de La Guajira es apenas la punta del iceberg, para comprar apoyos o satisfacer intereses regionales de algunos parlamentarios” indicó Lafaurie.
A su vez, el presidente de Fedegán recordó que los diálogos con el ELN están congelados desde hace varios meses debido a la frustración del grupo guerrillero con la apertura de un nuevo diálogo regional en Nariño. Lafaurie considera que el cese al fuego bilateral, que expira el próximo 3 de agosto, debería ser revisado en el contexto de estos problemas.
"La corrupción oscurece el camino hacia la paz, que merece iluminarse de credibilidad y confianza", concluyó Lafaurie, enfatizando la necesidad de una resolución firme antes de considerar cualquier prórroga en el cese al fuego.