A través de un comunicado, este viernes la bancada en el Congreso del Partido de la Unidad (La U) reafirmó “su posición de no votar la reforma a la salud, toda vez, que como se ha planteado no soluciona estructuralmente las necesidades en salud de los colombianos, como tampoco desarrolla la Ley 1751 de 2015, que regula, garantiza y protege el derecho fundamental a la salud”.
Los congresistas de La U consideraron “que es hora de construir verdaderos consensos que garanticen la salud como derecho fundamental de los colombianos”.
Ya hace algunos días la directora de la colectividad Dilian Francisca Toro señaló que “la atención primaria, la medicina familiar y las redes integradas e integrales de servicios, que son necesarias, están contenidas en la Ley 1438, y por lo tanto esta debe ser reglamentada por el Gobierno”.
Precisamente este viernes las comisiones séptimas de Senado y Cámara, donde se tramita la iniciativa de manera conjunta por tener mensaje de urgencia, adelantaron una audiencia pública con voceros del Gobierno, la academia, los sindicatos, los gremios y las asociaciones científicas.
El representante por Bogotá, Carlos Eduardo Acosta, de Colombia Justa Libres, señaló que hubo “más posiciones políticas que técnicas. Todas muy interesantes, pero esperaba más discusión y aportes sobre el texto y los asuntos fundamentales de la salud de los colombianos”.
Por su parte, el senador Fabián Castillo, de Cambio Radical, expresó en sus redes sociales que “entiendo que no todos tenemos que estar de acuerdo, pero la discusión hoy tiene que ser en base a la verdad”.
Entre tanto, en Manizales, el representante por Caldas, José Luis Correa, del Partido Liberal, fue uno de los panelistas en una presentación organizada por la Asamblea de ese departamento dentro de las sesiones extras que efectúa actualmente.
Correa dijo allí que “el proyecto de reforma a la salud demuestra la desconexión de sus promotores y las necesidades de las personas, no mejora el acceso a los servicios, agranda el negocio de los privados, abandona la red pública de clínicas, hospitales y perjudica al talento humano”.
El miércoles los parlamentarios del Partido Conservador, al pedir el archivo del proyecto, hicieron “un llamado a las distintas bancadas del Congreso de la República para que, mediante el diálogo, participación y concertación con los distintos gremios y asociaciones médicas, se construya una reforma estructural que responda a las actuales dificultades del sistema de salud”.
Con el anuncio conservador las cuentas para el hundimiento de la iniciativa quedaron 13 a seis en la Cámara y ocho a cuatro en Senado.
Las dos congresistas conservadoras en las séptimas son la senadora Nadia Blel y la representante María Cristina Soto, que así se suman a los legisladores de la coalición que le dijeron no a la reforma: tres de La U (José Ritter López, Norma Hurtado y Fáber Muñoz) y otro del Mira (Aydee Lizarazo).
La semana pasada el partido Mira trinó en su cuenta oficial que “después de un estudio detallado del proyecto de reforma a la salud” decidió que “no apoyará esta propuesta porque no resuelve problemas estructurales, en especial la atención oportuna y de calidad para pacientes, así como condiciones más justas para los trabajadores del sector”.
Para completar, el jueves el senador López, quien preside las sesiones de las comisiones conjuntas, anunció que dándole cumplimiento a lo decidido por su bancada radicó una solicitud formal de archivo que deberá ser votada la próxima vez que sesionen, citación que al cierre de esta edición no se había producido.
Dijeron no
Ya le habían dicho no a la reforma los liberales, que en las séptimas tienen cinco votos: Laura Fortich, Juan Carlos Reinales, José Luis Correa, Henry Correal y Juan Diego Echavarría.
Aunque solo Correa y Reinales firmaron la carta que 26 congresistas liberales (más de la mitad de los 49 legisladores de esa colectividad) le dirigieron la semana pasada al senador López anunciando “nuestro voto negativo”, esa ya es una posición mayoritaria de la bancada.
Para los liberales, “este proyecto no mejora las condiciones del talento humano en salud, ya que continúa permitiendo la vinculación del personal mediante las modalidades legales para el sector público o privado, es decir continúa permitiendo las contrataciones mediante OPS que desmejoran las condiciones de los trabajadores. Así mismo tratándose de trabajadores de las Empresas Sociales del Estado continúa el detrimento de sus derechos como trabajadores al no garantizar el pago de la nómina como a todo servidor público, si no por el contrario modificarles las condiciones laborales”.
A los votos negativos se suma el representante John Arley Murillo, de Colombia Renaciente, y por supuesto los de la oposición, que tiene allí nueve votos. Esos son los de la Alianza Verde (José Aulo Polo, Mauricio Toro y Fabián Díaz), el Polo Democrático (Alberto Castilla), el partido Dignidad (Jorge Gómez), el partido Comunes (Victoria Sandino, Jairo Cala y Ómar de Jesús Restrepo) y el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia, AICO (Manuel Palchucán).
Así las cosas, de 31 votos posibles la iniciativa solo cuenta hoy con 10: cinco de Cambio Radical (Carlos Fernando Motoa, Fabián Castillo, Ángela Sánchez, Jairo Humberto Cristo y Jorge Enrique Benedetti), cuatro del Centro Democrático (Honorio Henríquez, Gabriel Velasco, Jennifer Arias y Jairo Cristancho) y uno de Colombia Justa Libres (Carlos Eduardo Acosta).