EL COVID-19 dejó secuelas a nivel mundial en diversos aspectos. Las empresas e instituciones debieron reinventarse y los hábitos de consumo cambiaron para siempre. La política no fue la excepción, puesto que este escenario también debió ajustarse a un nuevo modelo de vida.
En cuanto a ello, EL NUEVO SIGLO dialogó con Luciana Beccassino, estratega política y digital en campañas políticas y coautora del libro Ganar es una decisión, la comunicación política postpandemia; un escrito que realizó junto con su padre, el estratega político Ángel Beccassino. En este, se condensan en 46 capítulos conversaciones sobre filosofía, historia, políticas públicas, psicología y realidad.
“La pandemia marcó un antes y un después en nuestra realidad en general. Ciertamente los gobiernos vivieron este impacto a nivel político y sus consecuencias se siguen viviendo, no solo en nuestras vidas, sino en la comunicación política. Un primer punto que resaltaría son las redes sociales, que aunque venían ganando importancia desde antes, tomemos como caso la campaña de Trump durante la pandemia, que coincidió justamente con las elecciones en Estados Unidos, pudimos ver un nuevo boom de las redes sociales a nivel electoral y una presencia digital mucho más fuerte y mucho más importante de las políticos porque se convertía en el medio principal a través del cual podrían conectar con sus potenciales electores”, explicó Beccassino.
En ese sentido, señaló que ligado a las redes se dio un crecimiento del reconocimiento del concepto de las fake news (noticias falsas), que, aunque venían desde antes, con el coronavirus se volvieron de vida o muerte y así empezaron a ser mucho más reconocidas y al mismo tiempo mucho más propagadas.
Al tiempo que se daba este fenómeno a nivel digital, la pandemia trajo un fortalecimiento de brechas y problemáticas que ya venían desde antes.
“La soledad y el aislamiento agravan emociones como la tristeza lo cual, combinado con el tema anterior de las redes sociales, a nuestro juicio, abrió un nuevo panorama político donde las redes sociales se volvieron un escenario esencial para la política. Al mismo tiempo, se provocó un afán profundo de conexión que haría un llamado a nuevas candidaturas más auténticas, menos políticas y más transparentes como aquellas que se están vendiendo actualmente y que algunos llaman populistas”, sostuvo.
Impacto al elector
La estratega política señaló que la comunicación política en un nivel básico se trata de conexión y ésta se basa en la escucha. “La primera clave para impactar al electorado será escucharlo en las calles, en las redes, a través de Big Data, en encuestas, en focus groups, escuchar qué está sintiendo la gente. Una vez se sabe dónde está el electorado, sea en las calles, redes sociales y demás plazas, el candidato debe presentarse, mostrarse como alguien en quien pueden creer porque es diferente a los otros”, explicó.
Al respecto, sostuvo que la plaza pública y la plaza digital juegan un papel crucial en estas elecciones.
“Con mi padre solemos decir que actualmente la política se juega en dos calles: la calle física (la de los barrios, las comunas y las plazas) y la calle digital (la de WhatsApp, Facebook y TikTok) y ambas calles resultan vitales para ganar. Investigaciones recientes indican que más del 80% de la población del país ya está en redes sociales, mismas que van a permitir algo que es escaso en la presencialidad y es ver al candidato fuera de su rol, como candidato. Sin embargo, no podemos quitarle la fuerza a la presencialidad, porque la posibilidad de conexión que ofrece la presencialidad es algo que la digitalidad aún no ha logrado reemplazar por completo”, enfatizó Beccassino.
Por último, la experta indicó que en el libro se resaltan las nuevas herramientas que han comenzado a definir la contienda política y los perfiles emergentes que están atrayendo la atención del electorado.
“Ambas de estas cuestiones también se alinean bajo una sensación general de hartazgo, de frustración, de resentimiento, de decepción por la política de parte del electorado y que es una emocionalidad impulsiva alimentada por las redes, las noticias incendiarias, las cámaras de eco y que va a facilitar la conexión con estos nuevos personajes de los que hablaba”, concluyó.