La batalla final en las urnas entre Petro y Hernández | El Nuevo Siglo
Fotomontaje El Nuevo Siglo
Domingo, 19 de Junio de 2022
Redacción Política

Tras más de año y medio de precampaña y campaña presidencial, en la que alcanzaron a ponerse sobre la mesa más de medio centenar de nombres de precandidatos y candidatos a la sucesión en la Casa de Nariño, hoy más de 39 millones de colombianos están citados a las urnas para definir no solo el nombre de quién reemplazará a Iván Duque sino también, como hace mucho tiempo no se veía, el rumbo del país en esta década.

En ese sentido, es claro que el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, Rodolfo Hernández, así como el aspirante del Pacto Histórico, Gustavo Petro, representan no solo orillas políticas e ideológicas muy distintas, sino también propuestas contrarias sobre el modelo de país, el papel que debe jugar el Estado y el énfasis gubernamental aplicable para atacar las problemáticas estructurales y coyunturales que más golpean a la población.

Si bien los dos candidatos basaron su campaña en tratar de mostrarse como el dirigente con el programa de gobierno con más opción para implementar un cambio en el país, resulta evidente que mientras el senador de izquierda plantea un viraje radical en muchos flancos políticos, económicos, sociales e institucionales como fórmula para enfrentar múltiples crisis, el ingeniero santandereano es más partidario de que el país mantenga el rumbo positivo de la pospandemia, pero con ajustes fuertes en materia de lucha anticorrupción, apoyo al empresariado y el empleo, más eficiencia en inversión social y respeto a los cánones democráticos y las libertades. 

Así las cosas, los colombianos deben definir hoy en las urnas si mantienen el rumbo del país con ajustes pero sin cambiar su norte, o si apuestan por un timonazo a la izquierda y reformas drásticas al sistema para aterrizarlo.

Pasaron ya tres semanas desde la realización de la primera vuelta el pasado 29 de mayo, en donde Petro y su fórmula vicepresidencial Francia Márquez sumaron 8.542.020 votos, equivalentes al 40,34% del total de sufragios, en tanto Hernández y su compañera de tiquete, Marelen Castillo, alcanzaron 5.965.531 sufragios, es decir el 28,17%. 

Desde entonces, el alud de encuestas evidenció un crecimiento sostenido del aspirante de la Liga Anticorrupción y un aumento de las preferencias más lento del candidato del Pacto. Hasta el pasado fin de semana, cuando entró a regir la prohibición de publicación de más sondeos, era claro que los dos aspirantes se encontraban en un cerrado voto finish, con promedios de entre 44-47%, pero con una leve ventaja para el ingeniero santandereano, que encabezaba la mayoría de los sondeos.

¿Qué tanto pudo haber cambiado esta última semana? Para no pocos analistas y los estrategas de ambas campañas estos siete días estaban destinados para ser determinantes en cuanto a que cada candidato pudiera impactar la mayor cantidad posible de potenciales sufragantes que en las encuestas se ubicaban como “voto en blanco” o “indecisos”, que sumados podría estar superando el 10% o más. 

Si se tiene en cuenta que en los comicios del 29 de mayo hubo una participación récord en las urnas, con 21.173.842 votos, lo que significó que la abstención solo fuera del 45%, entonces ese 10% de potenciales votantes en blanco o indecisos bien podrían representar un poco más de dos millones de votos. En otras palabras, esa bien puede ser la franja de incline la balanza hoy en las urnas.



¿Cómo llegan?

Sin encuestas en la última semana es claro que es muy difícil prever cómo llegan ambos candidatos a este día decisivo de urnas. Fueron pocas las adhesiones en los días recientes, al tiempo que partidos como el Centro Democrático y Cambio Radical finalmente no anunciaron su respaldo a Hernández, como se preveía. Los que sí se unieron a este fueron el excandidato John Milton Rodríguez (Colombia Justa y Libres) y el ex precandidato verde Carlos Amaya. Petro había sumado el fin de semana pasado a la senadora Angélica Lozano pero ya el viernes se formó una polémica entre ambos.

Aunque un fallo judicial ordenó la realización de un debate entre los dos aspirantes, todo terminó imbuido en una polémica jurídica y política. Se alcanzó a abrir el jueves por la mañana esa posibilidad pero al cierre de la tarde de frustró, en medio de un cruce de acusaciones entre las dos campañas.

Lo que sí hubo fue un pico alto del rifirrafe de señalamientos entre las campañas. En la del Pacto, además del eco permanente del grave escándalo de los ‘petrovideos’, hicieron mucho ruido controversias por las declaraciones de la esposa e hija del candidato sobre las mujeres periodistas y el riesgo de un ‘estallido social’ hoy por los resultados electorales. A ello se sumaron afirmaciones controversiales de Petro, como aquella de que podría revivir el M-19 o la carta que envió a los soldados ofreciéndoles vivienda.

En las toldas de Hernández, las polémicas vinieron por el lado de afirmaciones suyas sobre la Virgen María, un nuevo ‘capítulo’ sobre su hija secuestrada y desaparecida, una confusa propuesta sobre disminución de tarifas de peajes, más ecos al caso de presunta corrupción que lo tiene llamado a juicio y hasta un video suyo en una fiesta en un yate en Estados Unidos, supuestamente invitado por delegados de la farmacéutica Pfizer, que negó la versión.

Como ha sido la constante en toda la campaña, las redes sociales fueron el principal vehículo de todas estas trifulcas así como de los duros enfrentamientos y réplicas entre los aspirantes, incluso alrededor de si aceptarían el dictamen de las urnas. Mientras Hernández dijo que sí lo haría, fuera cual fuera el resultado, Petro condicionó tal posibilidad… Obviamente el telón de fondo de este pulso es el nivel de transparencia y eficiencia del sistema electoral, ya que si bien la Registraduría tuvo un duro revés con las anomalías en los comicios parlamentarios, en la primera vuelta todo el operativo funcionó y no hubo pero alguno. 

Entre las pocas coincidencias de ambas campañas se puede señalar que los candidatos anunciaron más nombres de sus eventuales gabinetes, tratando de allanar apoyos o disminuir resistencias y reservas de algunos sectores. 



¿Entonces?

Así las cosas, es claro que la campaña termina hoy en medio de un escenario incierto en donde todo puede pasar. Las propias campañas insistieron hasta anoche en una ofensiva publicitaria y de redes sociales con el fin de sumar más votos a su causa. 

Es claro que en las toldas de Hernández llegan con más optimismo a las urnas, confiados en que tienen mejor viento de cola, que los escándalos de su rival han pesado mucho y que el antipetrismo podría hacerse sentir mayoritariamente hoy para atajar la que califican como “peligrosa opción” de un gobierno de izquierda en un país que en materia económica, social y de orden público está evidenciando cifras positivas.

En cuanto al Pacto Histórico, la apuesta allí es que hay mucho voto “dormido” que se volcará a las urnas para elegir el “cambio verdadero” y frenar la posibilidad de que Hernández, de quien dicen en esa campaña que tiene el apoyo no declarado pero evidente de la mayoría de los partidos del llamado “establecimiento”, asuma el poder y opte por el continuismo gubernamental.

Habrá que esperar qué pasa. Solo después de las 4:00 de la tarde se empezará a despejar la incógnita. Si se mantiene el voto finish los resultados tardarán, pero si hay sorpresas antes de las 6:00 de la tarde podría estar terminando la campaña más movida, polémica y sui géneris de los últimos años.