El presidente Duque no ha enviado la terna para Fiscal General a la espera de que el alto Tribunal ocupe las cinco plazas pendientes de hacerlo

Se cumplen hoy 58 días de interinidad en el cargo de Fiscal General desde que renunció Néstor Humberto Martínez Neira, tiempo durante el cual ha estado al frente en calidad de encargado el vicefiscal Fabio Espitia.

No obstante, el proceso para la escogencia del titular no arranca, pues por un lado el presidente Duque ha guardado hermetismo acerca de cuándo presentará la terna, mientras que la Corte Suprema intentará hoy en Sala Plena por 13 ocasión en este año llenar las cinco vacantes que permitan un quórum holgado en este alto Tribunal a la hora de elegir al nuevo jefe del ente acusador.

La Corte Suprema de Justicia está conformada por 23 magistrados, sin embargo en la actualidad apenas tiene 18 debido a que terminaron periodo de ocho años como magistrados Fernando Castro y José Luis Barceló, en la Sala Penal, así como Luis Gabriel Miranda y Mauricio Burgos en la Sala Laboral.

A las que se suma una en la Sala de Casación Civil a raíz de la renuncia hace unas semanas de la magistrada Margarita Cabello Blanco, quien fue designada por el presidente Duque como ministra de Justicia, en lugar de Gloria María Borrero, quien renunció.

A pesar de que las primeras cuatro de estas vacantes se produjeron el año pasado, la Corte Suprema de Justicia no ha podido elegir a los remplazantes en las 12 salas plenas agendadas en 2019 debido a que ninguno de los postulados en las listas que envió el Consejo Superior de la Judicatura en estos casos ha alcanzado los 16 votos que constituyen la mayoría.

Apenas en la primera semana de junio pasado, cuando tenía seis vacantes por llenar, el alto Tribunal avanzó un poco en el asunto al elegir al jurista Misael Fernando Rodríguez Castellanos como sexto integrante de la Sala Especial de Instrucción de la Sala Penal, al tiempo que designó en provisionalidad a Jaime Humberto Moreno Acero para reemplazar al suspendido magistrado Gustavo Enrique Malo Fernández, quien afronta un proceso penal señalado de que presuntamente participó en hechos de corrupción.

Con la elección de Moreno Acero los magistrados actuantes en la Corte Suprema llegan apenas a 18 de los 23 que la componen, pues en el caso de Rodríguez Castellanos no entra en esas cuentas pues no participa en sala plena así como los otros ocho togados que hacen parte de las nuevas salas especiales de Instrucción y Primera Instancia, las cuales funcionan desde el año pasado producto del Acto Legislativo 1 del 18 de enero de 2018 con el fin de establecer la doble instancia para los aforados en este alto Tribunal.

Posteriormente, la Corte Suprema en sus salas plenas del 20 de junio y 4 de julio votó nuevamente para ocupar las vacantes señaladas, sin lograr resultados a pesar de la presión que tiene encima por la elección del Fiscal General.

El caso no es que hoy la Corte no esté en capacidad de elegir Fiscal General pues cuenta con 18 magistrados actuantes, incluso con 16 juristas podría tomar esa decisión, sino que entre más togados tenga pues como es lógico se facilita alcanzar la mayoría de 16 votos.

El propio presidente Iván Duque lo entiende así y un poco metiendo presión a la Corte para que esté completa, se entendería, ya que el pasado 4 de junio dijo en una entrevista que ha querido “guardar un poco de prudencia” ya que en este momento la Corte Suprema “no tiene el número de magistrados” para que “pueda darse ese proceso con todas las garantías”.

Añadió que “voy esperar esta semana y quizá la otra mientras se surte ese proceso de elección de magistrados y le presentaré al país una terna de personas honorables, preparadas, con patriotismo y con independencia”.

Duque también se refirió al perfil del nuevo Fiscal General que debe cumplir tres condiciones: solvencia jurídica, sentido de la administración del Estado y una “gran trayectoria, que le dé confianza” al país y a la Rama Judicial.

“Le presentaré al país una terna de personas honorables, preparadas, con patriotismo y con independencia para ejercer ese cargo”, agregó.

Viejo problema

Desde hace años que la Corte Suprema de Justicia ha tenido tropiezos para cumplir la función electoral que le fijó la Constitución a los altos Tribunales, pues se le ha dificultado en las votaciones alcanzar las dos terceras partes, 16 votos, entre los 23 magistrados que la componen, en decisiones que tienen que ver con la escogencia de sus nuevos integrantes que llenen las vacantes de quienes cumplen el periodo de ocho años o renuncian, al igual que para elegir Fiscal General o presentar ternas para togados en la Corte Constitucional.

Por esta razón la Corte Suprema se vio en calzas prietas en la elección en 2010 de Fiscal General después de que Mario Iguarán terminara su periodo. Como tenía varias vacantes sin llenar se dificultó aún más alcanzar consenso acerca de uno de los ternados que presentó el entonces presidente Santos y llegar al número ‘mágico’ de los 16 votos.

Como pasaban los días sin lograr una decisión, el alto Tribunal optó por elegir a Vivian Morales como Fiscal con 14 votos de 18 magistrados actuantes. Sin embargo, posteriormente el Consejo de Estado anuló este acto porque dicha votación no representó las dos terceras partes de los integrantes de la Corporación.

Este antecedente y lo que va corrido de este año sin que el alto Tribunal pueda ocupar las cuatro vacantes de magistrados que vienen de 2018 darían sentido a cuando el presidente Duque dijo que esperará a que elija sus togados para que la elección del Fiscal “pueda darse ese proceso con todas las garantías”.