Hay tantas posibilidades de que el Partido Liberal y Cambio Radical acepten aliarse con el Ejecutivo como de que prefieran seguir como están

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En los próximos días los partidos de las bancadas de gobierno e independientes se reunirán por separado con el presidente Iván Duque para escucharlos y hacer una completa evaluación de los proyectos que se están tramitando en la primera legislatura del cuatrienio, cuyas sesiones ordinarias se retomarán después del 16 de marzo.

La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, ha dicho que el encuentro tiene la intención de medir cómo están las fuerzas a favor y en contra del Gobierno y tratar de conformar una nueva coalición en 2019.

“Le hemos dicho a los partidos que hagamos un gran análisis en la última semana de enero, revisemos qué pasó con el avance de las reformas, qué pasó con la aplicación de las figuras de partidos de gobierno e independientes”, señaló la ministra Gutiérrez.

El contexto para buscar la ampliación de la coalición es que “con el Plan Nacional de Desarrollo, que tendrá que presentarse el 1 de febrero, se hará un Pacto por Colombia”, en torno al cual, precisó Gutiérrez, el Gobierno buscará “cuáles son esos temas que permitan que haya una gran coalición en torno al ‘Pacto por Colombia, Pacto por Equidad’, que nos permita tener otro momento político”.

Resulta evidente que la ampliación de la coalición apunta a la bancada independiente, es decir el Partido Liberal y Cambio Radical, y quizás acercar al Gobierno a la minoría de los congresistas del Partido Social de Unidad Nacional (La U) que no se sintió cómoda con que la colectividad decidiera apoyar al Gobierno, junto al Centro Democrático, el Partido Conservador, MIRA, Colombia Justa Libres, la Alianza Social Independiente (ASI) y Opción Ciudadana.

Aunque faltan pocos días para que los independientes se sienten, cada quien a su turno, con el Gobierno es incierto qué tanto avance puede lograr el presidente Iván Duque en su propósito de lograr acuerdos en medio de las diferencias, como lo ha planteado desde la campaña electoral.

Una jugada audaz al respecto fue sin duda la convocatoria a una mesa técnica anticorrupción, liderada por la ministra Gutiérrez y su colega de Justicia, Gloria María Borrero, pero a la que concurrieron incluso los colectividades de la bancada de oposición (Polo Democrático, Alianza Verde, partido Farc, Colombia Humana, Lista de la Decencia y Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS).

En septiembre, al anunciar la radicación del paquete anticorrupción concertado con la mesa, el presidente Duque calificó el proceso como exitoso y manifestó la intención de que siga vivo al considerarlo “una herramienta de diálogo y de concertación importante”.

“Queremos invitar a que esta mesa técnica se mantenga para más iniciativas de lucha contra la corrupción” y como “un vehículo de concertación donde todos podemos contribuir a trabajar por y para el país”, agregó el mandatario.

Aunque está descartado que la oposición llegue a la coalición, es de resaltar que en estos primeros meses se produjeron hechos políticos que, al menos, señalan un nuevo estilo, como es la reunión de voceros partidistas para pactar la mesa anticorrupción que implicó la visita a la Casa de Nariño de Rodrigo Londoño (Timochenko) y Julián Gallo (Carlos Antonio Lozada), líderes del partido Farc.

No menos significativa fue la comisión accidental que trató de llegar a un acuerdo sobre el proyecto que creaba una sala especial en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que juzgara a los militares. Aunque finalmente la iniciativa se hundió, fue notable que en ella participaran el ya mencionado senador Gallo y el expresidente Álvaro Uribe.

A propósito de ese proyecto, ya mirando los encuentros y desencuentros de las fuerzas independientes con las que acompañan al Gobierno, vale la pena decir que llegó con buen impulso al Congreso luego de que Uribe, jefe natural del Centro Democrático, se reuniera con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, líder legítimo de Cambio Radical.

Es muy claro que en ese como en otros temas, esas organizaciones políticas tienen coincidencias que se han manifestado en comisiones y plenarias legislativas, pero Cambio Radical ha sentado su voz de protesta en torno a algunas propuestas del Gobierno. Por ejemplo, las modificaciones que se están ejecutando en la política de vivienda no han caído bien en ese grupo parlamentario, que también fue uno de los primeros en rechazar la idea expuesta por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, de ampliar el IVA a toda la canasta familiar.

Algo parecido se puede decir del Partido Liberal. El presidente Duque cumplió su promesa de impulsar desde el Gobierno la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, iniciativa del senador Iván Darío Agudelo quien desarrolló la propuesta contando entre otros antecedentes con los planteamientos de la Comisión de Sabios creada durante su mandato por el hoy expresidente César Gaviria, quien está al frente de la Dirección Nacional Liberal.

Pero eso no ha sido obstáculo para que el liberalismo haya hecho valer su independencia en temas clave para el Gobierno, como fue el hundimiento de la reforma a la justicia, de la que los congresistas de esa tendencia política tenían serias dudas sustentadas, principalmente, en que el Ejecutivo compartió, pero no concertó, el proyecto con la Rama Judicial.

Así las cosas, es absolutamente incierta la posibilidad de que el Partido Liberal y Cambio Radical cambien su declaración como colectividades independientes del Gobierno para ingresar a la coalición duquista, pues hay tantas posibilidades de que acepten rodear al Ejecutivo como de que prefieran seguir como están.

Quizás lo que incline la balanza en una u otra dirección sea la consideración del momento político de cara a las elecciones de octubre, pero es poco probable que ese análisis que concierne al escenario regional pueda implicar acuerdos a nivel nacional.

¿Qué otras consideraciones tendrán los congresistas de las bancadas independientes para pensar en la posibilidad de entrar en la coalición de gobierno? El tiempo lo dirá.