"Impuesto a bebidas azucaradas sí irá en tributaria" | El Nuevo Siglo
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Jueves, 21 de Julio de 2022
Redacción Web

Gravar las bebidas con un alto componente calórico y de azúcares, así como los alimentos ultraprocesados, los cuales afectan la salud, ha sido uno de los puntos más polémicos de las últimas reformas tributarias 

Tanto así, que antes de que se posesione el nuevo gobierno, esta propuesta ya ha sido objeto de debate. No se puede olvidar que el sector del azúcar y algunas bebidas gaseosas pertenecen a un mismo grupo empresarial, que siempre se ha mostrado reacio a este gravamen.

Sin embargo, José Antonio Ocampo, el ministro de Hacienda designado, confirmó que la reforma tributaria que se presentará al Congreso de la República incluirá el impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. “El de bebidas sí y el de alimentos ultraprocesados”, dijo Ocampo.

Historia

La verdad es que la discusión de colocar impuesto a las bebidas azucaradas viene desde el gobierno de Juan Manuel Santos, cuando se propuso gravarlas con el 20% como consecuencia de los niveles de obesidad y enfermedades relacionadas, pero no prosperó ante las posiciones encontradas entre el Gobierno y los empresarios.
En su momento se calculaba que si esta ley pasaba en el congreso, las bebidas azucaradas aumentarían entre $50 y $300.

Asimismo, el Gobierno señalaba que la medida era positiva, ya que las bebidas azucaradas eran en buena medida una de las principales causas de obesidad entre los colombianos.

En ese momento la firma Kantar aseguró en un estudio que cada uno del 98% de los hogares en Colombia destinó a la compra de bebidas azucaradas $292.000 entre junio de 2015 y 2016. De ese total, el 37% era de gaseosas (categoría de mayor gasto), seguida por yogurt con un 20%, jugos industrializados y chocolate de mesa con un 15%, refrescos en polvo con un 7% y en último lugar maltas con un 5% de gasto.

Sin embargo, de acuerdo con el DANE, el 4,1% del gasto de los hogares colombianos se destinaba la compra de bebidas azucaradas.


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Apoyo a la salud

El año pasado, tras la fallida reforma del exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, como una alternativa para rescatar al sistema hospitalario del país de la crisis financiera en la que se encontraba y que se agravó por la pandemia de la covid-19, la Federación Nacional de Departamentos radicó una proposición en el Congreso de la República, para gravar las bebidas endulzadas y azucaradas y que dicho recaudo fuera directamente al sistema de salud del país.

En ese momento Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco y representante de los comerciantes, entre ellos las tiendas de barrio, trajo a colación que estos establecimientos habían sido un segmento bastante afectado no solo por la pandemia, sino por los hechos vandálicos, los bloqueos y los cierres ocasionados en el marco del paro nacional. “De hecho, dimos a conocer un estudio donde se evidencia que más de 11.000 tiendas de barrio están a punto de desaparecer por estas causas”, señaló.

Agregó que el impuesto a las bebidas azucaradas es un impuesto a las tiendas de barrio de Colombia, en su gran mayoría lideradas por mujeres que encuentran en este modelo de negocio de subsistencia la forma de mantener a sus familias. La categoría ocupa los primeros puestos en las ventas de una tienda y además es gancho para el consumo de otros productos como paquetes y pasabocas, productos de panadería y pastelería y alimentos preparados como papas rellenas o empanadas.

Hace algunos días, el nuevo director de la DIAN, Luis Carlos Reyes, dijo que aún se estudiaba si estos tributos afectarían a las personas de a pie. En principio y tras la reunión con el presidente electo, Gustavo Petro, el zar de impuestos afirmó que, para la próxima reforma fiscal, “lo más importante es que no se toquen las finanzas del colombiano de a pie y lo que vamos a hacer es discutir todas las posibilidades que están sobre la mesa, siempre teniendo en cuenta que a la persona de clase trabajadora no debería cobrarse un peso más”.