Los senadores Santiago Valencia e Iván Marulanda, desde ópticas opuestas, comentan el pronunciamiento del Ministro de Defensa
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Hay que corregir: Valencia
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opinión tiene de la propuesta que hizo el Ministro de Defensa de hacer algunos cambios al acuerdo de paz?
SANTIAGO VALENCIA: Es que eso no es nada distinto a lo que ha dicho el Centro Democrático desde el principio. Incluso, el Centro Democrático después del plebiscito asumió una postura muy propositiva para tratar de incluir algunos cambios en lo que dicen los que les gusta el acuerdo, el primer acuerdo.
Al final pues eso fue un engaño y terminaron maquillando el acuerdo inicial y todos los temas sustanciales que habíamos definido y por los cuales se ganó el No, quedaron ahí: la impunidad, la participación en política de criminales de guerra y delincuentes de lesa humanidad, la no reparación de las víctimas, la no entrega de menores. En fin, todo lo que conocemos hoy como incumplimientos de las Farc.
Y hoy todo lo que ha pasado, nos ha dado la razón y aun así, en lo que seguimos insistiendo es en que hay que mejorar las condiciones de ese acuerdo.
ENS: En el caso que se presentara un proyecto para modificar el acuerdo y el Congreso aprobara un cambio mínimo, ¿cuál sería ese que usted estaría dispuesto a apoyar?
SV: Nosotros no hemos cambiado. Desde que iniciamos el discurso nuestra posición ha sido la misma. Hemos dicho, por ejemplo, que en el Congreso no debería haber personas que hayan cometido crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, sobre todo cuando no han pasado por la justicia ni reparado a sus víctimas.
Eventualmente estaríamos de acuerdo con una representación de la guerrilla de las Farc, pero no sobre quienes han cometido los peores crímenes contra la gente y el Estado colombiano. Lo mismo frente al tema del narcotráfico, la entrega de los bienes, la reparación de las víctimas. Lo que hay es que corregir aspectos que hoy está clarísimo que no funcionan y que tienen que funcionar en aras, precisamente, de que exista la paz y se pueda conseguir.
Por ejemplo, el tema de la JEP, que hoy hemos visto una JEP absolutamente politizada en favor de las Farc, que parece más un tribunal para limpiar sus culpas y perseguir a quienes los atacaron, y no realmente un tribunal de justicia que le haga honor a las víctimas.
ENS: ¿Qué tan optimista es de que el acuerdo tal como está se cumpla en su integridad y qué es lo más difícil de materializarse?
SV: Muy poco optimista. Veo que eso está hecho precisamente para que las Farc no tenga que cumplir nada, para que se les dé un acuerdo de impunidad y para que no tengan que contar la verdad ni reparar a sus víctimas y al contrario, hecho para perseguir a otros que los han atacado.
Soy muy poco optimista y como están las cosas, no creo que eso garantice ningún tipo de paz.
Es un hecho consumado: Marulanda
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opinión tiene de la propuesta que hizo el Ministro de Defensa de hacer algunos cambios al acuerdo de paz?
IVÁN MARULANDA: Siento que hay una obsesión en el Centro Democrático por derrumbar el acuerdo de paz. Intentaron con las objeciones a la ley estatutaria sobre la Jurisdicción Especial para la Paz y muy frecuentemente se ven intentos en el trámite legislativo de introducir lo que pudiéramos llamar ‘piedra en el zapato’.
Y me parece que esa obsesión es casi que enfermiza y dañina. Creo que les está haciendo daño a ellos mismos, porque parecen estancados en el pasado, porque no es solamente el Ministro de Defensa, sino que esto es reiterativo en los propios protagonistas de la bancada, en el propio Gobierno.
No estoy de acuerdo. El acuerdo de paz es un hecho de la historia que queda allá inscrita en el pasado, en el contexto político, en el contexto internacional, en el contexto del Estado colombiano, de la propia Constitución y que es un hecho consumado.
ENS: En el caso que se presentara un proyecto para modificar el acuerdo y el Congreso aprobara un cambio mínimo, ¿cuál sería ese que usted estaría dispuesto a apoyar?
IM: No. Ante la plenaria del Senado hice parte del grupo de ponentes que presentamos un informe sobre el tema de las objeciones y en la mesa de conversación con los demás ponentes del Centro Democrático, concretamente, la senadora Paloma Valencia, dijo esto es una oportunidad para la reconciliación. Y entonces que acepten las bancadas que hemos estado al pie del acuerdo de paz, unos cambios para que hubiera un encuentro y una reconciliación, y pudiéramos pensar que ese acuerdo nos representa a todos.
Eso no lo aceptamos. Inclusive eso fue derrotado en la plenaria. Como se recuerda, las objeciones fueron rechazadas por el Senado.
No sería partidario de ningún cambio. Me parece importante hablar del presente y del futuro, no del pasado. El pasado ya no se puede cambiar.
ENS: ¿Qué tan optimista es de que el acuerdo tal como está se cumpla en su integridad y qué es lo más difícil de materializarse?
IM: Es muy difícil volver a poner sobre los rieles el acuerdo, porque se ha envilecido tanto el espíritu de ese acuerdo, la mística sobre ese acuerdo, el compromiso del Estado con ese acuerdo, que volver a levantar la moral y volver a marchar todos esos programas va a ser muy difícil.
Sin embargo, un gobierno con voluntad de paz puede retomar de esos acuerdos, líneas que son muy importantes que tienen que ver, por ejemplo, con el perfeccionamiento de los instrumentos democráticos, que sobre eso no se ha hecho nada. La reforma política hay que hacerla en desarrollo de los acuerdos de paz. Y también todo lo que tiene que ver con las tierras y los procesos de desarrollo en el campo, que le dieran a los campesinos un nuevo aire, a la luz de lo que se planteó en los acuerdos partiendo de la base que el tema de la guerrilla de las Farc fue un tema campesino que tuvo como escenario esos territorios.