El cierre de todas las fronteras tras la llegada de la pandemia por covid-19 ha derivado en una crisis migratoria sin precedentes en el país. En los últimos meses, Migración Colombia reportó que más de 20 mil personas provenientes de Haití se encuentran instaladas en Necoclí (Antioquia), hecho que ha provocado fallas en la atención en salud, saturación de los pocos hoteles y desabastecimiento comercial, entre otros inconvenientes.
Pero si la situación es crítica por el norte del país, el ambiente no es distinto en el sur, ya que el cierre de la frontera colombo-ecuatoriana ha dado lugar a que miles de haitianos crucen por zonas ilegales y arriben al municipio de Ipiales, donde pretenden continuar con su curso hasta Norteamérica, con el fin de poder restaurar su condición de vida.
Frente a esto durante su visita oficial a Estados Unidos, el presidente Iván Duque volvió a hacer un llamado a la comunidad internacional para que coopere con acciones que puedan solucionar la migración de haitianos en el país.
“Aquí hablamos de la situación como se está presentando. Yo creo que este no es solo un tema de Colombia y de Panamá. La situación que se está viviendo con los migrantes haitianos es mucho más grande”, apuntó el jefe de Estado.
Aunque se ha acordado el paso de 500 personas a diario hacia Panamá, Duque señaló que “la manera en la que se va a atender esta situación tiene que invitar a todos los países de la región y casi que del hemisferio, a actuar de manera responsable”.
De otro lado, el mandatario también envió un mensaje al Gobierno de Estados Unidos para que aclare las ofertas de estatus temporal para estas poblaciones. “Es muy importante que haya claridad sobre las ofertas que se han hecho de estatus temporal en los Estados Unidos, de manera que no se entienda por parte de ellos que es una especie de cheque en blanco para todos los migrantes que lleguen a territorio norteamericano”, puntualizó.
Tapón del Darién
De acuerdo con un informe de las Naciones Unidas, más de 91.300 migrantes, la mayoría provenientes de Haití, han atravesado el Tapón del Darién, zona selvática que conecta a Colombia con Panamá, con el objetivo de llegar a países como México, Estados Unidos y Canadá para restaurar su situación de vida. Cabe resaltar que este es un dato que triplica a uno del 2016, que registró más de 30 mil personas.
“El cierre de fronteras y la contracción económica por la pandemia del covid-19 provocaron un aumento de la migración irregular. Los migrantes caribeños y extrarregionales realizan la travesía en condiciones de extrema vulnerabilidad y están expuestos a riesgos a lo largo de su ruta migratoria, particularmente en el cruce del Tapón del Darién en la frontera entre Panamá y Colombia”, expresó Santiago Paz, jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá.
La Organización destaca que entre enero y septiembre del 2021, han cruzado 56.600 migrantes haitianos, más de 13 mil cubanos, 1.500 venezolanos y centenares de personas provenientes de países de Asia y África como Bangladesh, Senegal, Ghana, Uzbekistán, India y Nepal, entre otros.
“La respuesta a las necesidades de los migrantes que transitan irregularmente por Panamá plantea importantes retos relacionados principalmente con la financiación. En este sentido, es urgente redoblar la coordinación entre los gobiernos y la cooperación internacional para responder a las necesidades humanitarias de la población en tránsito”, añadió Paz.
Niños migrantes
Frente al número de niños que pasan con sus familias por esta peligrosa selva, la Unicef reveló que en lo que va transcurrido del año, más de 19 mil menores migrantes han circulado por este bosque selvático. De ellos, cinco han fallecido y más de 150 llegaron al país centroamericano sin sus padres, entre ellos varios recién nacidos, lo que representa un aumento de casi 20 veces al reportado en el 2020. También señaló que entre enero y septiembre de 2021 se registraron 29 denuncias de abusos sexuales a niñas y adolescentes.
Precisamente, la directora regional para América Latina y el Caribe, Jean Gough, dijo que el riesgo de que los menores circulen por el paso fronterizo es que presenten diarrea, deshidratación, enfermedades respiratorias, entre otras, que requieren de atención prioritaria. Además, calificó de “supervivientes” a las familias que salgan con vida del Darién, ya que están expuestas a la violencia, los abusos sexuales, la trata y la extorsión por varios grupos criminales que operan en la zona.
“En lo más recóndito de la selva, los robos, las violaciones y la trata de personas son tan peligrosos como los animales salvajes, los insectos y la falta absoluta de agua potable. Semana tras semana, hay más niños que mueren, que pierden a sus padres o que se separan de sus familiares durante este peligroso viaje”, señaló la funcionaria.
¿Qué ha hecho Panamá?
En la Asamblea General de Naciones Unidas el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, manifestó la gravedad por la cantidad de migrantes extranjeros que arriban a ese país, por lo que pidió a la comunidad internacional mayores esfuerzos para enfrentar la problemática.
“Panamá está haciendo su parte, pero pedimos a la comunidad internacional para hacer, lo más pronto posible, un esfuerzo conjunto, con estrategias coordinadas y recursos para anticipar una crisis humanitaria regional de graves proporciones; esto es una responsabilidad de todos”, aseguró el mandatario centroamericano.
De igual manera, indicó que su nación “brinda un trato digno a estos migrantes y les ofrece, por primera vez en su travesía, albergue temporal, asistencia médica y alimentación; a estas tareas dedicamos una parte importante de nuestros limitados recursos”, dijo.
Más opiniones
EL NUEVO SIGLO habló con la directora ejecutiva de la Cámara Colombo Ecuatoriana, Oliva Diazgranados, quien resaltó que el cierre fronterizo ordenado por el presidente Guillermo Lasso ha generado pérdidas hasta por US$20 mil millones, por lo que afecta la economía de ambas naciones.
“La razón por la cual Ecuador mantiene cerrada la frontera es que hay migrantes venezolanos, haitianos, africanos pasando. Las migraciones es un tema al que los gobiernos deben ponerle cuidado en una solución de fondo. Está afectando seriamente las economías locales y no es fácil para un gobierno recibir tantas migraciones, porque hay que atenderlos en salud y otras necesidades básicas”, dijo.
Por su lado, el senador nariñense Guillermo García Realpe advirtió que la grave situación de Necoclí empieza en el municipio de Ipiales. “En Necoclí termina lo que comienza en Ipiales y en el departamento de Nariño. Allá llega todo el mundo, pero también se debería mirar al sur de Colombia. Estamos en una situación sin control y el Gobierno no le presta atención a este tema de control fronterizo. Ni abren formalmente la frontera con Ecuador, y tampoco controlan las trochas ilegales”, precisó.