Una delegación del Gobierno Nacional, encabezada por la delegada Vera Grabe y el senador Iván Cepeda, inició una serie de reuniones con una comitiva del Eln en Caracas para buscar la reactivación de las negociaciones de paz entre las partes.
Los encuentros, que se llevarán a cabo hasta el 7 de noviembre, buscan reactivar la mesa de diálogo que se suspendió en el mes de septiembre tras un ataque a la base militar de Arauca.
La solicitud fue hecha por el grupo subversivo el pasado 9 de octubre tras coordinar con el gobierno venezolano para servir como sede del encuentro. Dentro de las principales exigencias por parte del grupo negociador del gobierno, Petro se expuso inicialmente la reactivación del cese al fuego que venció en el mes el agosto y no fue prorrogado, ante lo que el Eln argumentó “incumplimiento a los acuerdos”.
Y es que este grupo armado, dentro de sus últimos pedidos para extender la “tregua”, solicitaba un reconocimiento político y la exclusión de la lista de Grupos Armados Organizados. Previo a ello, ya había expresado una seria molestia con las negociaciones luego de que justamente el Gobierno iniciara diálogos de paz con el Frente Comuneros Sur, grupo al que justamente el Eln señala como una disidencia en Nariño y no como parte de su grupo de operación.
Durante esta reunión también se estará planteando, nuevamente, la participación de los pueblos afectados para la construcción de paz con esta guerrilla. En cambio, la comitiva del grupo armado volvería a hacer la solicitud de su reconocimiento político, por lo que será clave encontrar un punto medio con el que puedan llegar al acuerdo y con ello reactivar los diálogos de paz.
Tras este acuerdo, el Gobierno y el grupo negociador del Eln deben dar el anuncio si se reactivan las negociaciones tras siete meses de congelamiento, o si seguirá la pausa en este acuerdo de paz, que desde presidencia se ha señalado como el “proceso estrella”. Además de Cepeda y Grabe, la comitiva estará compuesta por Rodrigo Botero y el almirante Orlando Romero.